En la sala de espera


José Luis Sánchez Solá, “El Chelis”


21/05/2012


El efecto dominó en el futbol


El Chelsea ganó, así de fácil, ganó. Dentro de las reglas del juego, no lo hizo con 12, ni utilizó dos porteros, ni acarreó la pelota con la mano. Si contamos los dos tiempos de 90 minutos más los tiempos extras, más los penales, Chelsea tuvo el dominio casi la mitad del tiempo. A partir de que les anotaron, sólo hubo un equipo en la cancha.


Ahora, en cuanto a propuesta de juego, la de los ingleses fue mejor. Sus jugadores entendieron a la perfección lo que tenían que hacer, más convencidos. Bayern mostró desesperación desde el principio, les ganaron las ganas de ganar, de agradar, de ser señalados como favoritos indiscutibles.


Yo ya no voy a discutir y cuando tenga oportunidad, yo la voy a hacer a mi manera. No me gusta ese tipo de propuesta y a mi entender va en contra del juego que es atacar con muchos y defender con muchos. Chelsea se defendió con muchos, sin amontonar gente, hizo un trabajo en el que siempre tuvo superioridad numérica. La otra parte, atacar, fue muy raquítica, una llegada en el primer tiempo y dos en el segundo, un solo tiro de esquina, el del gol a favor. El juego contra Barcelona, tuvo otro tipo de imponderables: sus dos centrales se fueron antes del minuto 35, un jugador expulsado antes del 45 y tener enfrente al mejor equipo del mundo, por lo menos ese día y entonces casi obligado, tuvieron que jugar de la forma en que lo hicieron. Ayer, por minutos muy separados, se veía que podían intentar ofender más. El señor Lapuente me decía que los mejores ataques del Bayern venían precedidos de un ataque del Chelsea y entonces se dieron cuenta que de atacar nada, pues les podían hacer daño. No critico la apreciación de tan distinguido personaje, critico el poco gane que tiene un equipo si no ataca. Al final, con tres llegadas, dominar el tiempo extra totalmente y ser contundentes en los penales, sus tiradores y el gran portero que tienen, les alcanza para conquistar el segundo mejor trofeo mundial en importancia.


El problema no queda en ganar un trofeo de esa forma. El efecto dominó va a entrar en acción. Esto es: si el Chelsea ganó de esa forma, entonces yo técnico del equipo “equis” de cualquier parte del mundo también lo haré. Los que piensan de otra manera y tienen otra forma para llegar al fondo, estarán en peligro de extinción y entonces el futbol perderá esencia y sólo premiará al ganador. La frase del señor Lombardi "ganar es todo" tiene otro contexto, otra finalidad y no pueden ser utilizadas de una manera tan pobre y burda. Entiendo que se refiere a ganar apostando, arriesgando, atacando y defendiendo, sin dejar nada a la suerte. Tú mandas y por eso tú ganas y eso marca el todo, el sabor de ganar.


Esto del efecto dominó es muy peligroso. Te dicta las tendencias, las modas, lo inmediato. Esta dinámica hace a un lado el espacio que ocupas, con todos los ingredientes propios e institucionales en muchos casos y abres las puertas a nuevos colores y texturas que en realidad no van con tu medida ni con tu color de piel.


Hoy en día, en el futbol mexicano, se puso de moda tomar a técnicos retros, calificativo del cual no estoy de acuerdo. Lavolpe, Sánchez, Meza y Romano, no son retros. Tuvieron grandes trabajos en su pasado, con éxito. Ahora los dueños, por esa urgencia de justificar sus ideas y justificarse ante los medios y afición, los regresan a sus equipos. La medida es buena, pero como siempre serán evaluados a corto plazo pues todos querrán ser la quinceañera de la fiesta y el efecto dominó, no tiene palabra de honor.


Cuando aquel Puebla que llegó a semifinales contra Pumas, se puso de moda el tener que correr, luchar y pelear la pelota cada minuto del partido. La realidad es que ésas eran nuestras armas y de tal forma las tomamos. Después de ese torneo, vimos cómo muchos equipos —mas allá de los nombres y nómina que tuviesen— apostaron a lo mismo y fueron dos torneos donde lo que prevaleció fue la lucha constante en los partidos y se veía reflejado en la tabla, que te marcaba que del primero al noveno sólo había cinco o seis puntos. Cualquiera le ganaba a cualquiera porque las fuerzas físicas se igualaban. Después, el campeón fue el que más luchó y el que mejor plantel tuvo en cuanto a calidad.

 

Otra situación que se pondrá de moda, es la de contratar a figuras de renombre. Lo hace el primero, como quiera que se llame, no importa, pero después el de junto también y así casi en su totalidad. Nombres como Forlán, Nery Castillo, Barrera, Juárez, Vela y algunos más podremos ver en nuestra liga a partir de finales de julio. En muchos casos, ahora sí, que ni al caso vienen y siempre será más importante comprarte unos zapatos, pues los que tienes ya no tienen tacón, antes de comprarte ese traje azul baby, de moda, que sólo una o dos veces te lo pondrás. El efecto domino más el ego y la vanidad, jalan más que cien carretas, y tiempo siempre habrá para repartir culpas.

 



 
 

 

 
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