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SIN RODEOS
Marcela Jiménez Avendaño
14/07/2011
La mano que mece la cuna… hacia el 2012
Como todos nos hemos dado cuenta, el 2012 está a la vuelta de la esquina, y todos los suspirantes a los diferentes cargos de elección popular —para el caso de Puebla solo Diputados federales y Senadores— buscan afanosamente convertirse en los candidatos de los intereses que decidirán el juego electoral.
Pero ¿quiénes son estos?, para el caso del PAN y del Panal —incluyendo a los gobiernistas PRD, Convergencia, PT y algunos grupos del PRI—, hasta la pregunta ofende, solo hay dos tomadores de tales decisiones: Rafael Moreno Valle y Elba Esther Gordillo, el orden de los factores no altera el producto.
Pero en lo que al PRI respecta, la cosa se pone más interesante: ¿acaso será su flamante Presidente Juan Carlos Lastiri? No, creo que no, al menos no se de nadie que seriamente le esté buscando para tales efectos.
A quiénes sí, TODOS buscan afanosamente, es a Carlos Salinas, Enrique Peña, Humberto Moreira y, en menor medida, a Manlio Fabio Beltrones. Calculo que de ahí la movida de éste último por posicionarse y postergar, al menos un poco, una práctica común en el PRI que consiste en sumarse lo más rápido posible al puntero a modo de evitar ser sacado de la jugada –cualquiera que ésta sea-. Sin embargo, por más tácticas dilatorias que se provoquen, conforme se acerquen los tiempos de definiciones veremos con mayor intensidad la fuerza de la cargada. La presentación del grupo EPN es tan solo el arranque de lo que se viene.
Ahora bien, los exgobernadores también están jugando un papel sumamente importante. Tanto en donde somos gobierno reciente –Durango, Chihuahua, Nuevo León, Quintana Roo, Hidalgo, Veracruz- como en donde somos oposición también reciente –Puebla, Oaxaca, Sinaloa-, en donde cuyos exmandatarios aun cuentan con una gran fuerza política y electoral.
Aún el propio Mario Marín o Ulises Ruiz, con todo y el enorme desprestigio público estatal y nacional que cargan, son referente de negociación forzada para el CEN del PRI.
Ahora bien, ya que vimos el cómo analicemos los quiénes.
Para cualquier presidenciable lo ideal es enviar como candidatos a los mejores, a los más competitivos y a la par, conciliar con los poderes y los intereses locales, lo cual es sumamente difícil puesto que ambos, por lo general, nunca coinciden.
Sobre el respecto, justo esta misma semana, en un ameno desayuno con un buen amigo, comentábamos sobre el tema. Al preguntarme sobre quienes serían los mejores candidatos priistas al Senado por parte de Puebla basados en el hecho de ser más competitivos, a mi muy particular entender, solo hay tres: Enrique Doger, Blanca Alcalá y Fernando Morales, pero si lo vemos bajo la lógica de los intereses locales —léase Marín y compañía— pues ninguno de los tres forman parte de su altar y son santos de su devoción. Aunque hay que aclarar, que tampoco ningún marinista cuenta con la imagen positiva necesaria para convencer al electorado y ganar. Bajo esta lógica, lo que acaba sucediendo en estos casos es que tal carencia de cuadros propios de dichos intereses motiva la negociación, pero con el gobernador opuesto y las candidaturas acaban por ser vendidas, literalmente, al mejor postor.
Ahora bien, en lo que se refiere a los suspirantes a Diputados, hay muchos buenos priistas que debieran ser lanzados al ruedo, pero por los mismos motivos anteriormente explicados, dudo mucho que ello suceda. Ahí están Enoé González, América Soto, Carlos Meza, Rocío García Olmedo y muchos otros, pero éste tema será motivo de otra entrega.
Pero en tanto la madeja de intereses empieza a tomar forma, nos leemos la próxima semana…
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