Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda
@Nigromanterueda
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17/04/2012


“Lo único que no puedo controlar es al Popocatépetl”


 

En diciembre del año pasado, cuando el gobierno morenovallista tenía como un proyecto ultrasecreto la recuperación de la terminal aérea internacional Hermanos Serdán para desaparecer a la empresa Operadora Estatal de Aeropuertos, que controlaba el inefable Ricardo Hernaine, un grupo de inversionistas norteamericanos exploraron la posibilidad de invertir un fondo millonario para adquirir la concesión. Los inversionistas de Los Ángeles viajaron en numerosas ocasiones a Puebla para analizar el entorno de inversión, las posibilidades de éxito y los proyectos turísticos y empresariales. Conforme avanzaban las negociaciones, los representantes del fondo de inversión proyectaban una seguridad absoluta dado el excelente entorno de estabilidad política y la confianza en el gobernador Moreno Valle. Y de pronto, sin más, detuvieron todo. ¿La razón? El Popocatépetl.


De acuerdo con las versiones, el grupo de inversionistas recibió un informe de las agencias calificadoras especialistas en riesgos geológicos, muchos de ellos académicos del U.S Geological Survey. Esas agencias establecen las primas de riesgo en una zona especialmente conflictiva como es la Costa Oeste de los Estados Unidos provocados por la falla de San Andrés y que la convierten en un área inestable y sensible a los terremotos. Y ya no se diga a las erupciones de volcanes. Esos analista, simplemente, son los mejores del mundo.


Total que los inversionistas extranjeros se echaron para atrás con base al dictamen de sus calificadoras de riesgos ya que, de acuerdo con ellos, el Popocatépetl presenta una alta probabilidad de presentar una erupción. Sí, como lo lee. Una erupción que puede ser leve, moderada o desastrosa. Pero erupción al fin y al cabo.


De acuerdo con el U.S Geological Survey de Estados Unidos, “cerca de 30 erupciones se han registrado desde el año 1345, la fecha de los primeros registros dejados por los aztecas. La mayoría de estas erupciones fueron relativamente leves, produciendo lluvia de ceniza moderada. Mucho más destructivas erupciones pliniana tipo (el nombre de Plinio, el historiador romano que hizo la crónica de la erupción del Vesubio que destruyó Pompeya en el año 79) se han producido más o menos cada 1000-2000 años. Las erupciones plinianas se caracterizan por explosiones violentas que impulsan a cenizas a la estratosfera y el resultado de los depósitos voluminosos de piedra pómez y ceniza. La última erupción del Popocatépetl fue alrededor del año 800. La erupción destruyó los asentamientos cercanos y que culminó con flujos de lodo que cubrieron el Valle de Puebla.


”Una erupción de esta magnitud pondría en peligro a cientos de miles de vidas. Mientras que la actividad actual persiste, el Popocatépetl se mantendrá bajo la estrecha vigilancia de los vulcanólogos. Los científicos del Servicio Geológico de EE.UU. y las universidades de Estados Unidos han trabajado con sus contrapartes mexicanas para aumentar la deformación sísmica existente, el suelo, y los esfuerzos de monitoreo geoquímico.”


Los gringos tuvieron razón, pues luego de un incremento gradual de la actividad en el cráter del volcán, ayer el Popocatépetl lanzó la amenaza más seria de erupción en 13 años. Durante tres días los poblanos advertían de la potente caída de ceniza que ya llegó hasta Veracruz. De acuerdo a los reportes del Cenapred, el gobierno estatal determinó subir a alerta naranja, fase 3, preparar el Centro de Mando y suspender clases en la zona, aunque la evacuación permanece en suspenso.


Lo importante, sin embargo, es la oportuna reacción del gobierno estatal ante la eventualidad de una erupción. Rafael Moreno Valle tomó el mando de la situación e instaló un gabinete de crisis en Casa Puebla, junto con los mandos de la XXV Zona Militar.

 

Por supuesto, la actividad geológica de los volcanes es imprevisible pero el monitoreo del Cenapred es la mejor ayuda. Y siempre tranquiliza tener al mando a un líder con capacidad de enfrentar un potencial desastre natural. Y lo decía bien Moreno Valle: lo único que no puedo controlar es al Popocatépetl.

 



 
 

 

 
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