Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda
@Nigromanterueda
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19/07/2012


El modelo de importación de fuereños-bucaneros


Difícil desentrañar la antropología criminal de los dos funcionarios del Consejo Estatal de Seguridad Pública que provocaron la caída de su jefe y amigo Mauricio Tornero al robarse una minimoto del lujoso fraccionamiento La Vista Country Club. Isaac Tonatiuh López Montalvo y Rafael Borbolla Sosa son fuereños que llegaron a Puebla para tener un empleo más que digno de la mano de secretario ejecutivo del CESP, con quien incluso compartían vivienda en el lujoso residencial. En su calidad de secretario particular, López Montalvo tenía un sueldo de por lo menos 40 mil pesos mensuales. Y su chofer-escolta alcanzaría entre los 15 y 20 mil pesos. Ambos fuereños se verían beneficiados con bonos semestrales y jugosos aguinaldos. ¿Qué los llevó a poner en riesgo empleos estables, bien pagados, su libertad personal y la carrera de su jefe y amigo Tornero, quien los trajo a la entidad, por una minimoto que apenas pudieron vender en 6 mil miserables pesos?


El gobernador no tuvo contemplaciones con Isaac Tonatiuh López Montalvo y Rafael Borbolla Sosa tan pronto tuvo en sus manos las pruebas que corroboraron la participación de ambos en el delito. Pero con su ilícito despertaron uno de los temores más acendrados en la clase política local: la llegada de fuereños al gobierno poblano y la cauda de abusos que pueden cometer en detrimento del estado. Los temores no son infundados: en los gobiernos de Mariano Piña Olaya y Manuel Bartlett llegaron montones de bucaneros dispuestos a saquear a Puebla. Nombres ilustres de rateros defeños y hasta guerrerenses permanecen en la memoria colectiva.


Por supuesto que hay mucho de ridículo chauvinismo en la actitud de los poblanos porque rateros más rateros que en el marinismo, pues nunca. Pero los poblanos lo perdonaron y toleraron, cómo no, porque todos eran muy poblanos, que regaron por toda la ciudad y el estado su dinero mal habido. En esta ridícula visión, los Arango, García Ramírez, Pérez Salazar y compañía son disculpables por nativos, pero no los Hernández Torres, por extranjeros.


El desembarco de varios funcionarios fuereños en el periodo de transición y arranque del gobierno morenovallista activó la fobia de los poblanos por los extranjeros. Su suerte ha sido dispar y como en botica, ha habido de todo. Desde personajes con cualidades intelectuales y éticas a toda prueba, como Luis Maldonado Venegas, Roberto Moya Clemente y Víctor Carrancá, a botargas inútiles como Norberto Tapia Lastinere, Pedro Alberto González Hernández y corruptos como el exsubsecretario de Infraestructura, Joaquín Vallejo.


Moreno Valle tendría que reconocer que el modelo de importación de funcionarios de primer nivel, con honrosas excepciones, ha resultado un tremendo fracaso. Y aunque son escasos los bucaneros sorprendidos in franganti a los que han puesto de patitas en la calle, la verdad es que los fuereños han terminado por abandonar el gabinete. Y es que todos ellos han tenido un error: creían venir a gozar de las mieles del presupuesto en la provincia y se encontraron un jefe que trabaja jornadas de 18 horas y casi casi es tirano.


El mejor ejemplo es el del fallido director de Comunicación, Tapia Lastinere, quien llegó pensando que venía a disfrutar de su sexenio sabático, pero en realidad nunca se imaginó qué tipo de jefe es Moreno Valle. A tanta exigencia fue sometido que acabó tronando como ejote. Otro ejemplo es el exsubsecretario de Gobernación, el jalisciense Sergio Medina, quien pensó vendría a sorprender a los poblanos con sus diagramas de flujo. Y casi salió por piernas.


El problema permanente es la ausencia de cuadros de primer nivel para el gabinete. Pero creo que haciendo una analogía con las fuerzas básicas en el futbol, siempre será mejor subir al primer equipo a alguien de la cantera que traer a un bucanero que acabe dejando sorpresas como las de Tornero y sus ratitas. Ahí está el caso de Rodrigo Riestra Piña, joven poblano talentoso que fue elevado de secretario particular de Moya a encargado de despacho en Desarrollo Rural con la salida de Pedro Alberto González Hernández. Conoce el tema, porque antes fue la mano derecha de Alberto Jiménez Merino, y también el ritmo de trabajo, así como los estilos del gobernador. Su maduración será sin prisa pero sin pausa.


Pero la hora de la verdad se acerca con las elecciones del próximo año, cuando probablemente los “4 Fantásticos” abandonen el gobierno para ir a buscar diputaciones o alcaldías, además de Patricia Leal. ¿Quién podría sustituir la inteligencia de Fernando Manzanilla o la hiperactividad de Antonio Gali? ¿Quiénes serán sus recambios naturales?

 

La curva de aprendizaje al lado de Moreno Valle es muy dura y peor si no se conoce la entidad y sus actores. Los recambios deben salir de la misma administración y acelerar la formación de sus perfiles. De otra forma regresará el modelo de importación de funcionarios que acaban convertidos en bucaneros dispuestos a arrebatar el botín. Ayer fue una minimoto. ¿Mañana qué podría ser?

 

 

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