Tiempos de Nigromante
Arturo Rueda @Nigromanterueda
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28/11/2011
Gordillo y Blanca Jiménez protagonizan los idus de diciembre
La noche de los cuchillos largos espera a Néstor Gordillo unos pasos después de que abandone la Secretaría de Desarrollo Social en pos de la candidatura por el distrito 12 de la capital poblana. Lo mismo le ocurrirá a Blanca Jiménez luego de que abandone el Instituto Poblano de la Mujer en busca del distrito 11. Ambos llevan grabados en la frente la “M” de morenovallistas y han sido los elegidos por el panismo radical para hacerles pagar las facturas generadas a lo largo del primer año de gobierno. Ambos son los principales afectados del candado impuesto desde la dirigencia nacional, que obliga a renunciar o pedir licencia a aquellos funcionarios públicos que manejen programas sociales y aspiren a una candidatura. Destino diferente sufrirá Pablo Rodríguez Regordosa en caso de se decida a buscar el Senado, pues a pesar de renunciar a Desarrollo Económico se ha mantenido como un gozne entre el gobernador y la organización, por lo que tendrá un tránsito cómodo a la candidatura.
La determinación del Tribunal Electoral Federal para modificar el criterio de asignación directa de las candidaturas a diputaciones federales y al Senado por parte del CEN panista modificó el escenario para el morenovallismo. Un principio de acuerdo entre el gobernador y la organización, teóricamente, tendría que asegurar una negociación para repartirse los distritos prioritarios. Por ejemplo, al gobernador se sabe que le interesa la primera posición al Senado, los distritos 9, 12 y 13, por lo que dejaría manga ancha para que el resto de las posiciones sean los propios grupos lo que se hagan bolas.
Sin embargo, la mutua desconfianza permea entre ambos bandos.
En efecto: a algunos panistas les ha entrado la peregrina idea de mandar a Humberto Aguilar Coronado por el distrito 11 de la capital y a Anahí Romero —sí, la anateresista exdelegada de Sedesol— por el 5 de San Martín Texmelucan. Ambos comparten la característica de ser clasificados como enemigos del gobernador. El caso del Tigre es paradigmático, pues El Tigre fue la garganta profunda de Javier López Zavala en el búnker del entonces candidato a la gubernatura y su traición ha sido documentada, así como las cantidades cobradas por su servicio. En el caso de Anahí Romero su llegada a San Lázaro serviría para amplificar la voz de Ana Teresa Aranda en su guerra absurda. ¿Luchará el morenovallismo por impedir sus candidaturas?
Además de los distritos 9, 12 y 13, el grupo en el poder ve con simpatía la posibilidad de que leales al proyecto vayan en los que habrá competencia dura. Por ejemplo, en Huachinango se prevé que el alcalde Omar Martínez Amador se vaya a pelear la diputación federal. De igual forma interesa Tepeaca para “El Héroe de Tecamachalco” Inés Saturnino y el 10 de Cholula para Julio Lorenzzini. Para Atlixco, se sabe, la candidatura fue reservada para Guillermo Velázquez, quien fue uno de los primeros panistas que se adhirieron al morenovallismo.
En la pugna por el Senado las cosas parecen más claras. Al día de hoy, todo parecería indicar que Javier Lozano Alarcón sigue siendo el favorito del gobernador para encabezar la fórmula. El problema es que conociendo al oportunista y mísero secretario del Trabajo, lo más probable es que quiera quedarse a cobrar su último aguinaldo y esperar una plurinominal, aunque desde el CEN prácticamente descartan este escenario. El problema de Lozano es que tendría que venir a Puebla a ganar la interna y siendo tan comodino, con una historia de derrotas y de expriista, parece difícil que convenza a los panistas poblanos. Imagine el ridículo, muy semejante al que ya vivió en 2010: el secretario del Trabajo derrotado en la interna de Puebla.
La segunda posición en la fórmula se quedará entre Miriam Arabián y Pablo Rodríguez Regordosa. La delegada de Sedesol está completamente decidida a participar en el proceso, no así el titular de la Secotrade que no ve claro cuál es la mejor posición para su futuro político. El Senado da grandes relaciones nacionales, pero aleja del trabajo local para buscar la alcaldía y luego la gubernatura. Además, otra derrota no la soportaría su currículum. Sabe, sin embargo, que es quien mejores oportunidades tendrá en los comicios internos para ganar por su amplia base de apoyo entre la militancia tradicional.
Los suspirantes morenovallistas sí enfrentan un riesgo real a la hora de pelear las candidaturas, y más si llegarán en estado de indefensión, es decir, sin cargo. Los platillos suculentos, por supuesto, son Néstor Gordillo y Blanca Jiménez. El primero porque representa un golpe directo al gobernador, y la segunda por dañar a Genaro Ramírez, uno de los operadores de la afiliación pirata y al que la organización hace tiempo le colgó la etiqueta de “no confiable”. Sin pacto de por medio con el Yunque ambos seguramente perderán las contiendas internas.
Llegó la hora de la transacción con el Yunque. O esperar a que los idus de marzo se adelanten a diciembre.
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