Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda
@Nigromanterueda
artrueda@diariocambio.com.mx
artrueda@yahoo.com


29/08/2012


El #followergate de los comunicadores de Puebla


Todavía hay quienes se preguntan el por qué los medios digitales de comunicación, pese a la creciente participación en el sistema mediático, son incapaces de igualar la facturación de los medios tradicionales de comunicación como los periódicos, las estaciones de radio y la televisión. El modelo de periodismo digital, ni en México ni en ningún lugar del mundo es todavía un negocio capaz de dejar dividendos, y los grandes anunciantes son escépticos a los esquemas de publicidad on line, además de pagar precios irrisorios por banners y anuncios.


El periodismo digital, sin embargo, desde su origen, muestra problemas de fiabilidad a los anunciantes potenciales: demostrar la cantidad del tráfico, audiencias y seguidores: ¿cómo, cuándo y quiénes son las audiencias? En Puebla, por ejemplo, hay una polémica constante por conocer cuál es el portal más visitado, una distinción que pelean Poblanerías, e-consulta, Sexenio y Todo Puebla. La base de la polémica son las “entradas” a cada una de ellas, sin destacar que hay otras variables importantes para la medición y calidad de la audiencia. Por ejemplo, el porcentaje de rebote (cuántas páginas se ven en cada visita al sitio) o el tiempo que cada visitante pasa (segundos, horas, minutos).


En otras palabras: de qué sirve que un sitio tenga miles de visitas al día, si las audiencia permanecen segundos y salen de ahí rumbo a otro sitio. ¿Qué le garantiza a los anunciantes el éxito? Instrumentos de medición público como Alexa.com son ampliamente descalificados, y muchos se refugian en el Page Rank de Google Analytics, que son cifras privadas y sujetas a la alteración por los webmasters. La última solución es contratar certificadores globales de tráfico como la empresa Comscore, aunque sus procedimientos son poco transparentes y cobran a quienes deseen certificarlo.


En las redes sociales, se dice, vive el futuro de los medios de comunicación. Una ciudad virtual, horizontal, donde todos podemos entrar en diálogo. Muchos olvidan que plataformas como Facebook y Twitter en realidad son empresas que buscan ganancias y ocultan el mecanismo de funcionamiento de sus algoritmos. Y aunque muchos periodistas se han refugiado ahí para crear un concepto de influencia que no pueden reflejar en la vida real, en sus columnas o programas de radio, también el fraude existe en las redes sociales, así como en los instrumentos de medición de influencia.


El diario británico The Sun y también The New York Times sacudieron el mundo de las redes sociales con amplios reportajes en los que se dieron a la tarea de encontrar a las celebridades que, pese a tener millones de seguidores, en realidad son cuentas falsas, bots o fantasmas, identidades detrás de los que no hay nadie real sino un manejo masivo de tales cuentas por empresas o community managers. Con el uso de la herramienta http://fakers.statuspeople.com/ identificó que alrededor del 70 por ciento de los tuiteros más populares del mundo, Barack Obama y Lady Gaga, eran falsos. Un derrumbe de la reputación.


Con la misma herramienta y criterio que el NYT, en CAMBIO hicimos el mismo análisis con las celebridades locales, en especial periodistas, comunicadores y políticos. Y nos encontramos un #followergate: muchos de ellos ha comprado “seguidores” para hacerse más populares o influyentes de lo que en realidad son. El primer lugar del ranking lo ostenta @JavierLopezDiaz: de sus 83 mil 868 seguidores, el 27 por ciento son falsos. Le sigue el columnista @AleMondras: de sus 7 mil 124 usuarios, el 19 por ciento son falsos. En tercer lugar @JCarlos_Valerio: 14 porciento de sus 31 mil 54 seguidores son falsos. En orden descendente, le siguen los locutores @carlosmartinh, @fercanales y @sandra_ov.


Los porcentajes de estos tuitstar poblanos son muy superiores al resto de los comunicadores y periodistas poblanos, lo que lleva a pensar que compraron “followers” para hacerse los populares. En el resto de los comunicadores el porcentaje de usuarios falsos va del 1 al 5 por ciento. Por ejemplo, en ese margen se encuentran @fercrisanto, @ivanmercadonews, @riva_leo, @contracara68, @SeleneRios, @nigromanterueda, @fabrajan, @quintamam, @valevarillas y @eljovenzeus.
Los políticos locales tuitstars salen bien evaluados. @rafagobernador apenas tiene un 7 por ciento de usuarios falsos, y @eduardorivera01 y @fer_manzanilla un 6 por cientos de followers “piratas”.

 

Los lectores de este espacio pueden usar tal herramienta y descubrir a las celebridades de su preferencia que compran followers. Así como en la vida real, en el periodismo digital y las redes sociales no todo lo que brilla es oro. Además, si usted quiere comprar followers, ha varias páginas que le venderán de uno a 5 mil a costo económico. Y todo para ser “popular” en las redes, donde dice, vive el periodismo del futuro. Ajá.

 

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