Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda
@Nigromanterueda
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31/10/2012


El lado oscuro de Pepe Chedraui: Politex, Acrimex y Chemtex


El candidato marinista a la alcaldía de Puebla, Pepe Chedraui Budib, en sus cápsulas radiofónicas “Casos de éxito” con las que pretende catapultarse en las encuestas para convencer a los escépticos de sus aspiraciones, ofrece una bolsa de trabajo con vacantes en empresas como Banco Ixe, las tiendas Chedraui, La Italiana y Banorte. No lo conozco personalmente, pero en el radio suena como un tipo honesto, preocupado por Puebla y empresario de esos que generan empleos bien remunerados y se ocupan del bienestar de sus trabajadores. Un gran perfil, sin duda. Sólo basta que nos aclare el destino de tres empresas capitaneados por su papá, José Chedraui Alam: Politex, Acrimex y Chemtex, las cuales quebraron desde 2005 y dejaron en la calle a 500 obreros, mientras la familia de textileros continuó viviendo cómodamente en su enorme residencia al lado del Centro Mexicano Libanés.


El caso de Politex, Acrimex y Chemtex fue escandaloso porque los 500 obreros, durante los años que duró el pleito, tuvieron que recurrir al boteo en la avenida Zaragoza, cerca de las vías del tren, mientras cuidaban que las instalaciones de las tres textileras no fueran saqueadas. Extensas naves industriales de lo que un día fue el emporio de don José Chedraui Alam frente a las que los obreros en huelga tenían que pedir limosna. ¿Politex, Acrimex y Chemtex fueron un caso de éxito? Sí para sus dueños, no para sus trabajadores.


Hace un par de años, el reportero Javier Puga escribió para La Jornada de Oriente las desventuras que enfrentaron los obreros que un día hicieron rico a Chedraui Alam, pero desde hace cinco años sufren su desdén. Algunas líneas del excelente reportaje:


“¿Cómo se sobrevive a una huelga de cuatro años y medio que no tiene para cuándo terminar? El 21 de agosto de 2005, los trabajadores de la empresa textil Acrimex se fueron a una huelga luego de que por más de un mes no recibieron su sueldo, y a pesar de que el propietario de la fábrica, José Chedraui Alam, está obligado por la Federación a pagar sueldos, salarios caídos, prestaciones y jubilaciones desde 2008, a la fecha no les ha entregado un solo peso a 167 obreros.


”Desde el día en que cerraron las instalaciones, ubicadas sobre la calzada Zaragoza, en el municipio de Puebla, los trabajadores no sólo han tenido que soportar las inclemencias del tiempo al vivir, literalmente, en el campamento al aire libre que instalaron a las puertas de este lugar, sino que también han padecido los abusos, la prepotencia y las argucias legales de Chedraui Alam.


”De igual forma, han enfrentado el favoritismo de la CTM hacia el empresario, intentos de corrupción en la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), la indiferencia de la actual administración de la Secretaría del Trabajo (ST) del estado de Puebla y hasta la humillación de haber sido ‘acarreados’ a mítines del PRI para apoyar a los candidatos de ese partido con la falsa promesa de que recibirían ayuda para tener el dinero que por derecho les corresponde.


”‘Es desesperante, no sabes. En la casa están los gastos, y si uno no paga le cortan el agua, la luz… Unos tienen empleo, pero otros se angustian de que no encuentran en qué trabajar. Mientras mucha gente está pensando en las fiestas, ya sea ahora las del carnaval o en diciembre, nosotros sólo estamos pensando en tener algo para comer’, señaló Jorge Morales, uno de los trabajadores de Acrimex.


”En entrevista con La Jornada de Oriente, Morales y otros cinco de sus compañeros relataron que la maquinaria textil todavía puede ser vendida, para obtener de ahí los 200 mil pesos que adeuda a cada obrero —sin contar el pago de las liquidaciones, ya que cada uno tiene distinta antigüedad laboral—, que en total sumarían unos 33 millones 400 mil pesos.


”Sin embargo, el tiempo pasa y la maquinaria se vuelve obsoleta; algunas ya carecen de valor alguno, pues ya ni siquiera se fabrica el hilo para hacerlas producir esto mientras la promesa de Chedraui Alam de venderla sólo quedó en eso.


”Acrimex aún puede volver a funcionar como fábrica textil de proceso completo, es decir, de preparar, confeccionar y entregar productos si los trabajadores decidieran aceptar la maquinaria como pago”. Hasta ahí la larga pero necesaria cita.

 

La joven promesa de la política aldeana, Pepe Chedraui, tiene casos que no son de éxito en su pasado empresarial. Politex, Acrimex y Chemtex son los primeros, pero no únicos. Pronto los iremos comentando.

 

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