“Es triste pero hoy alguien me dijo, “como muchos mexicanos, mejor vámonos a vivir a otro lugar más seguro, piensa en tu familia, ella está primero, es preferible mejor no hablemos, la sociedad civil poblana está dormida”.


Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda


Arrecia la tormenta

 

La ola de indignación nacional que recorre al país sigue creciendo y amenaza con tener consecuencias en el mediano plazo. Si el marinismo tenía la fiesta preparada, probablemente deberá esperar un poco más para abrir las botellas de champaña. Y es que cada día se materializa la posibilidad de que PAN, PRD y el resto de la chiquillada en San Lázaro puedan seguir adelante con el juicio político a Marín con el consiguiente desafuero. La postura de abierta reprobación que hizo Santiago Creel al carpetazo de la Suprema Corte abre una nueva ruta de justicia, una vez que los ministros se entregaron a los brazos de la pura legalidad. PAN y PRD, más que en un afán humanitario, de respeto a los derechos fundamentales y la libertad de expresión, quieren que el PRI, al defender a Marín, asuma un costo político altísimo de cara a los medios de comunicación y la ciudadanía.

 

Tal alianza entre PAN, PRD y chiquillada en San Lázaro sería inminente, y podría ser presentada antes de que acabe la semana. Y es que en Los Pinos lo tienen claro: algo hay que hacer para que el escándalo Marín-Cacho no arrastre al ya de por sí alicaído Felipe Calderón. Por eso, y sólo por eso, el panismo le va a entrar al tema.

 

La valentía tiene su costo. Hoy, que algunos panistas pretenden someter al diputado Alfonso Bello a una especie de Santa Inquisición por confirmar el escándalo del contubernio mafioso entre Felipe Calderón y Mario Marín, quisiera presentarles una reflexión que nos hizo llegar pocas horas después del vergonzoso fallo.

 

“La dictadura perfecta en Puebla, con la legalidad de su lado”.

 

“Después de ver el fallo de la Corte en el caso de violaciones a los derechos humanos de Lydia Cacho y vínculos del gobernador Marín con las redes de pederastas como Kamel Nacif, me viene a la mente la siguiente reflexión.

 

“Vivimos un dilema entre Legalidad vs. Justicia, conceptos que no son la misma cosa, pues se llega a pensar que son sinónimos; aunque en teoría deberían estar vinculados  la realidad que vivimos en Puebla y en México es otra.

 

“La justicia es una virtud permanente y constante de darle a cada quien lo que le corresponde o pertenece, es un factor del orden social que nos lleva a vivir en paz, por ello la paz es el reinado de la justicia y no solo la ausencia de guerra o conflictos.

 

“La legalidad es un principio que obliga al gobernante a actuar de acuerdo a lo que marca la ley y donde el particular puede hacer todo aquello que no le es prohibido.

 

“Este terrible conflicto se ha presentado hoy, ya que la corte resuelve no darle valor a una grabación de una llamada telefónica, que considera fue obtenida de modo "ilegal", su criterio es “legal” porque son el máximo tribunal y no hay recurso “legal” que lo contradiga, pero por un tecnicismo “legal” y en aras de ésta, se pisoteó la “justicia”.

 

“Cuantos violadores, secuestradores, asesinos, en aras de las “legalidad” están libres, y cuantos inocentes están en la cárcel. La impunidad que han logrado estos “nuevos priístas o “diplomáticos de la mentira”, “maestros del sofisma y la falsedad”, es una invitación al crimen, es una invitación a que existan más gobernadores o virreyes en cada estado que corrompan todo lo que tocan, es una invitación a quedarse callado ante los abusos, de quienes tuercen la ley para sus más bajos intereses.

 

“En los próximos meses veremos alejarse a inversionistas honestos, y llegar la clase política y empresarial de quienes hacen negocios a la sombra del poder, que compra conciencias, de un poder que controla al Presidente del Tribunal Superior de Justicia, a un Congreso Local servil y a modo, que apruebe cuentas públicas de alcaldes corruptos pero leales a su proyecto, que desvíe recursos públicos; me da miedo pensar que Puebla se convierta en un Estado como Tamaulipas, donde impere el “Narco”, pues la soberbia del poder en la que viven no tiene límites, podemos esperar que ataquen o amenacen a periodistas que opinen distinto, podemos esperar más amenazas de muerte a quienes no queremos callar ante tal atropello, ante la consolidación en Puebla de lo que Mario Vargas Llosa calificó como “la dictadura perfecta”

 

“Es triste pero hoy alguien me dijo, “como muchos mexicanos, mejor vámonos a vivir a otro lugar más seguro, piensa en tu familia, ella está primero, es preferible mejor no hablemos, la sociedad civil poblana está dormida, nos estamos quedamos solos en esto, quién podrá con un gobernador al que ustedes los Diputados le aprobaron más dinero?, total cada pueblo tiene el gobierno que se merece” Espero esté equivocado.

 

“Hoy la justicia debe estar de luto, al igual los niños que sufrieron abuso, gracias a los “nuevos héroes” de ésta película, ya lo dijeron, “que asquerosidad es esto”, mi capacidad de asombro cada vez es menor, no digan que no lo dije antes. Saludos y un fuerte abrazo”.

 

Alfonso Bello.

 

*** El Duende Preguntón. Hasta dónde habrá llegado la irritación con los ministros que hasta el famoso Duende Preguntón, exitosa mancuerna de Salvador García Soto en el mejor programa de radio de la actualidad, el Weso, se queja de tantos correos electrónicos recibidos por el caso. Así lo escribió ayer en El Universal Gráfico.

 

“Qué barbaridad! Siguen llegado mails y mensajes que hablan de la indignación y la rabia que dejó en la sociedad el fallo de la Suprema Corte de ¿Justicia?, que exoneró al sucio gober precioso. ¿Por qué la Corte actuó así? Preguntan los decepcionados lectores. Y aunque los ministros ya dieron su versión y habla de “total y escrupuloso apego a la Constitución”, hay mucho de fondo en ese fallo histórico, y no precisamente para bien. Dicen los que saben de eso, pajaritos, que detrás del argumento “purista” de los ministros que votaron por la exoneración de Mario Marín está el temor de la Corte de no ser tomada como un “tribunal constitucional” que se dedique a investigar casos políticos y denuncias ciudadanas.

 

“Pero el temor real es la amenaza que pende sobre la Corte, nada menos que del senador Manlio Fabio Beltrones, que ha planteado públicamente su intención de eliminar la facultad de investigación que tienen los ministros y crear un nuevo “tribunal constitucional”, por encima de la SCJN, que asuma varias de las facultades que hoy tienen los ministros.

 

“Eso, además de debilitar al Poder Judicial, representaría un severo golpe al presupuesto que recibe actualmente la Corte. ¿No será que con su fallo a favor de Marín, los ministros quisieron congraciarse con Manlio y los demás congresistas que hablan de crear “nuevas instancias constitucionales”? O sea que ¿por cuidar su presupuesto sacrificaron a esa pobre señora mancillada a la que aún se atreven a llamar “justicia”? Me voy, pajarillos, pero regresaré. Ja, ja, ja”.

 

*** El dedo en la llaga. Se ha pasado por alto la pobre solidaridad de género que tuvieron las ministras Margarita Luna Ramos y Olga Sánchez Cordero. Y nadie mejor para poner el dedo en la llaga que Guadalupe Loaeza, que ayer escribió en Reforma:

 

“Queridas ministras Luna y Sánchez: Les escribo para felicitarlas, para decirles cuán orgullosa estoy de ustedes. No hay duda que sin su voto a favor de Marín, se hubiera salido con la suya la "cabrona" de Lydia Cacho. Afortunadamente a las dos ministras de la Suprema Corte de Justicia no les tembló la mano y actuaron con estricto apego a derecho, aunque la víctima hubiera sido una mujer. Créanme, mis queridas ministras, que las admiro por objetivas, imparciales y patriotas. Sé que ambas actuaron con gran transparencia y que pusieron en éste, como en todos los casos que suelen investigar, lo mejor de ustedes para servir correctamente al país. Igualmente sé la gran empatía y sensibilidad que pusieron especialmente en relación al "caso de Lydia Cacho". Las admiro por su fuerza de carácter y porque no se dejaron influenciar por los otros ministros que estaban contra del pobre gobernador de Puebla, a quien no han dejado de acosar por infamias sin fundamento de esa periodista tan fantasiosa. Como bien dijera mi admirada ministra Sánchez: "No existe una prueba contundente, ni el enlace de ellas, en donde nos permitan afirmar, sin lugar a dudas, que efectivamente el gobernador de Puebla dictó esas órdenes para que concretara esta violación". Bien dicho, Olguita (perdóneme la confianza pero como casi diario la veo por la tele, ya siento que usted es mi amiga). Sí, doña Olguita, la admiro por clara y por directa. Además, no hay que olvidar que usted con toda la empatía que la distingue reconoció que esa "periodista" sí fue víctima de tortura psicológica, pero que sin embargo no existen pruebas suficientes que inculpen a Mario Marín en los hechos, ni tampoco en las autoridades del Poder Judicial del Estado. ¿Qué más quería esa señora que usted dijera?”.




 
 

 

 
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