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Tiempos de Nigromante

Arturo Rueda

La trampa de las gasolinas

En vísperas de los comicios de noviembre, PAN y PRI se han metido en tremenda trampa al rechazar el costo político del impuesto adicional a la gasolina que forma parte del esquema de la reforma fiscal propuesta por el Presidente Calderón. A los diputados y senadores panistas no les queda claro el por qué deberían aprobar tal paquete y que su partido asuma el costo en las elecciones, cuando los beneficiarios más importantes de la medida serán los gobernadores, en especial los tricolores, que dispondrán de mayores recursos para montar elecciones de Estado al estilo de la que se vivió en Veracruz.

La mascarada de la reforma fiscal, y en especial el impuesto a la gasolina, tiene importancia para Puebla por tres razones. Una, por la cercanía de las elecciones. Dos, porque aunque Valentín Meneses y Blanca Alcalá ya se han pronunciado contra el aumento y han pedido a los diputados poblanos votar en contra, resulta que el gran promotor de la iniciativa es precisamente el poblano Jorge Estefan Chidiac, presidente de la Comisión de Hacienda acusado al interior de la fracción priísta en San Lázaro de elemento colaboracionista con el gobierno federal. Y tres, que el gobierno marinista será uno de los mayores beneficiarios con la bolsa de recursos que se generará, alrededor de 650 millones de pesos anuales etiquetados para infraestructura.

El priísmo poblano se encuentra metido en una trampa de la que no se observa salida fácil. El agente principal, como lo decíamos, es Jorge Estefan Chidiac, cuestionado por Manlio Fabio Beltrones como el autor intelectual de la propuesta. O más bien, de la reconversión de ella en el marco de la reforma fiscal. Y es que el planteamiento original de Hacienda era dotar a las entidades federativas con la facultad de cobrar dicho impuesto del 5.5 por ciento adicional a las gasolinas, dejando a cada gobernador la decisión de asumir el costo político entre su electorado. El planteamiento era sencillo: ¿gobernador, quieres más recursos?, pues asume el costo de la impopularidad. Por supuesto, los mandatarios en bloque se opusieron y la reforma fiscal peligraba por la falta de consensos.

En ese momento surge el colaboracionismo de Jorge Estefan Chidiac con las autoridades hacendarias. El presidente de la Comisión de Hacieda propuso que desde el gobierno federal se hiciera el aumento a las gasolinas, pero que los recursos obtenidos fueran cien por ciento participables, es decir, que se repartieran entre todas las entidades federativas. Los gobernadores priístas quedaron satisfechos con la reformulación y en especial Marín ya que Puebla será uno de los grandes beneficiarios, junto con el DF y el Estado de México. El problema es que la prensa –siempre la maldita prensa- dinamitó el acuerdo alcanzado en la plenaria de los diputados tricolores, y Reforma acusó a Estefan de proponer la medida.

De esta manera, el costo político del aumento a la gasolina iría a dar al PRI. Manlio Fabio Beltrones señaló públicamente a colaboracionista a Estefan y renegó de la propuesta. Para continuar con las pláticas de la reforma fiscal, el PRI pidió al PAN que asumiera el costo de la propuesta, y así se hizo a principios de la semana.

Y en ese momento estalló la rebelión de los diputados y senadores panistas, alentada por los pésimos resultados del partido en Veracruz. Los argumentos fueron detallados: si los recursos del incremento a la gasolina van a ir a dar a los estados, quién saldrá más beneficiado. En otras palabras: ¿hay más gobernadores panistas que priístas? Pues no. Y  resulta que además el PAN deberá pagar el costo político. Pues simplemente no, dijeron, y de ahí no se han movido.

El problema para el priísmo poblano es la contradicción entre el rechazo de Valentín Meneses y Blanca Alcalá –puro discurso electoral- el voto que habrá de manifestar el autor intelectual de la medida, Jorge Estefan. ¿A poco el presidente de la Comisión de Hacienda, el negociador con el gobierno federal, va a votar en contra sólo porque se lo pidieron su dirigente estatal y la candidata a la alcaldía? ¿Y como explotará el tricolor el asunto contra el PAN, si un priísta poblano votó a favor del aumento?

Lo dicho: no hay salida fácil al dilema que plantea Jorge Estefan Chidiac.

*** Un desilusionado. “Mi querido columnista yo sólo quiero hacerle una pregunta. Si el PRI no tiene propuestas, el PAN con su nueva declaración de Toño de sólo ser presidente de dos años, el PRD con sus batallas campales, ¿entonces qué partido sí tiene propuestas?”

*** Espacio para un crítico. “Estimado señor Rueda. Soy un lector constante de su columna y admiro mucho sus comentarios. Solo quería manifestarle que la nota que publican, incluso como portada, respecto a Blanca Alcalá donde hacen mención a la mejora en su rostro en la publicidad de su campaña, es de lo más absurdo e irrelevante que he leído.

“No puedo creer que un medio tan prestigiado como el suyo publique algo tan intrascendente y que, también, le den importancia. Creo que sus reporteros tuvieron todo un fin de semana para trabajar y no publicar las idioteces, con todo respeto, que publicaron. Le reitero a usted, señor Rueda, mi admiración y ojala haga algo porque no vuelvan a `publicarse tamañas tonterías”.

*** Y una burrada. “Mi estimado Rueda: Te escribo para felicitarte por tu columna, es muy buena, solamente que hoy cometiste un error garrafal: la capital de Veracruz no es Veracruz (que si ha sido gobernada por el PAN por 12 años) sino Xalapa. Saludos, Carlos Rodríguez”.