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Se trató de una emboscada en la que cayó redondo el gobernador poblano y su equipo. Y como organizador de la protesta señalan a Jaime Avilés. Aún así, la vergüenza nacional no se la pueden quitar. Y la pena ajena que nos provocó a nosotros
Tiempos de Nigromante
Arturo Rueda
Todo fue una emboscada
Mario Marín se metió a la boca del lobo y salió trasquilado. Un descuido más de su equipo de seguridad, así como la soberbia habitual para desestimar las amenazas, provocaron que la seguridad física del gobernador poblano estuviera en un peligro real. La crónica de Reforma y la nota de Hechos en TV Azteca se quedaron cortas respecto a la agresión. La treintena de activistas estuvieron a punto de golpear a Marín quien, increíblemente fue resguardado por reporteros y camarógrafos de Televisa ante lo incendiario de la provocación. Federico Lamont, de la Organización Editorial Mexicana, cubrió personalmente al mandatario y recibió golpes que iban dirigidos a Marín. Incluso, justo cuando los poblanos abordaban la camioneta, una de las “adelitas” agresoras se trenzó a golpes con un camarógrafo de Televisa y provocó una gresca entre reporteros. Lívidos, Alberto Jiménez Merino, Alejandro Montiel y Juan José Bretón, los secretarios de Agricultura, Cultura y Turismo, observaron los hechos sumidos en la sorpresa. ¿Y sabe lo peor? Que el gobierno estatal ya estaba avisado que podría ocurrir una provocación en Casa Lamm. Y aun así sucedió.
El gobernador poblano cayó en una trampa y se puso de pechito frente a los radicales izquierdistas que habitan Casa Lamm, un refugio natural de Lydia Cacho, Carmen Aristegui y Jaime Avilés, cronista y columnista de La Jornada que habitualmente coordina eventos culturales ahí. El primer error del marinismo fue irse a meter ahí. El segundo, publicitar en La Jornada, boletín del izquierdismo nacional, el evento “Vive Puebla en el DF”, una muestra gastronómica y turística dirigida a empresarios del entretenimiento y la cultura. La convocatoria lograda fue un éxito: en Casa Lamm había por lo menos diez directivos de grandes empresas y gerentes de otra treintena. Todos atestiguaron el ridículo.
A través de La Jornada, los activistas de la izquierda se enteraron de la inauguración del “Vive Puebla en el DF”. Los indicios se dirigen al periodista Jaime Avilés como organizador de la radical protesta. Desde temprana hora, en el gobierno estatal sabían de la posibilidad de una protesta, pero minimizaron las posibilidades de éxito. Cada uno por su lado, Alberto Jiménez Merino, Alejandro Montiel y Juan José Bretón, los secretarios de Agricultura, Cultura y Turismo fueron arribando al lugar para recibir a los invitados. Antes de las tres, Marín arribó al lugar custodiado sólo por Román, alias El Chiquilin, y otro agente de seguridad. Comió en Casa Lamm con los empresarios y hasta ahí todo caminaba bien, mientras El Chiquilín pedía a los administradores del lugar especial atención a cualquier persona “rara” que tratara de ingresar a la inauguración, es decir, los que no fueran encorbatados. Le respondieron que no se preocupara.
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En punto de las cinco de la tarde Marín ingresó al salón de la inauguración. Al mismo tiempo, mediante la técnica de goteo, táctica usual del lópezobradorismo, entraron al salón los activistas que escondían entre sus ropas las fotos de Lydia Cacho. El gobernador no terminaba su discurso cuando desde el fondo del recinto comenzaron los gritos. Acostumbrado a las protestas, Marín se sonrió, lo que enardeció más a las “Adelitas”, quienes se movieron hasta mero enfrente del presidium. Los gritos subieron de nivel y Marín volteó a ver a su seguridad, pero resultó que no había nadie junto a él. Sánchez Galicia se movió a su lado, y entonces, una de las radicales se acercó a menos de medio metro y, alzando los brazos, le espetó al rostro: ¡pederasta, eres un protector de pederastas!
La agresión era inminente.
Entonces, un camarógrafo de Televisa se interpuso entre la Adelita y el gobernador, así como para rescatarlo. La radical se trenzó con el dicho camarógrafo, momento que Marín aprovechó para salir del salón y acompañado por Sánchez Galicia y el Chiquilín. Los activistas no se arredraron y el persiguieron al gobernador poblano. Incluso un piedra voló por donde caminaban. Federico Lamont surgió de la nada y con su cuerpo protegió al mandatario y lo ayudó a saltar una jardinera para apresurar lo huída. Lo demás puede observarse en las imágenes de TV Azteca.
Lo dicho: se trató de una emboscada en la que cayó redondo el gobernador poblano y su equipo. Y como organizador de la protesta señalan a Jaime Avilés. Aún así, la vergüenza nacional no se la pueden quitar. Y la pena ajena que nos provocó a nosotros.
*** Vuelve la cargada contra Paco Ramos. “Hola Arturo te escribo a nombre de muchos que ya estamos hartos de que Francisco Ramos se siga saliendo con la suya con todas la irregularidades que ha cometido, abusos y mañas suyas y de su familia, aprovechándose de la imagen de Mario Junior y de que el gobernador no ve mas allá de lo que le cuenta Francisco, pero como no va a ser así si junto de él tiene a su perro fiel soldado Iván García quien como asistente del gobernador se encarga de endulzarle los oídos y además de comentarle a Ramos cada paso que da el gobernador para por supuesto, milagrosamente, compartir ideas y endulzarle el oído con los eventos de acarreo que constantemente hace, así como también realizar las gestiones que se le atoran al Ramos sin necesidad de pedirle el favorcito a Guillermo Deloya.
“Ramos ha puesto estratégicamente a quien quiere y como quiere en las posiciones que le interesan como Iván García con el gobernador, a Miguel Salomón con Valentín Meneses, a Edgar García como particular de Mario Junior, y por supuesto tratar de imponer a su gente en los organismo del Partido como hasta hace unos mese lo intentaba con su delegado de Teziutlán Mario Castro, después con Juan Carlos Natale y ahora con Miguel Ángel Fierro otro de sus delegados del IPJ, y con Citlalli Ceja esposa de Lázaro Jiménez, subsecretario de la SCT, otro de sus enroques para quedar bien y controlar información y gestiones.
“Paco Ramos ha utilizado todos los recursos de la Casa del Joven con pseudolideres priistas del distrito 11, por que creen que la Casa de la Juventud, es otro elefante blanco pero como diría el mismo Paco Ramos teniendo su llave maestra que le abre todas la puertas lo demás no importa: "Mario Marín García", y que pues le tenia el chance de pedirle al góber lo que quisiera en confianza "quien más ve al gobernador en calzones en su casa". Si así es el ahora promotor de Zavala, así se expresa, y que me cuentan de todo lo que hablaba de Zavala y de su peor enemigo Gerardo Mejía, que por cierto como lo odiaba hasta en un problema legal lo quería embarrar, pero eso es otra historia.
“Y parece que se nos ha olvidado la series de desvíos realizados en el Instituto Poblano de la Juventud, la serie de inconformidades y quejas por la falta de pago a los jóvenes que trabajaban ahí y como se aprovechaban de las ganas de cientos de chavos que Ramos les endulzaba el oído con trabajar en el IPJ para no pagarles después y correrlos cuando ya los había exprimido o si protestaban por cierto su famosa lista negra en donde tiene metido a muchos personajes jóvenes que le son inconvenientes a Ramos, cuántos de su familia son aviadores en el gobierno o por ejemplo la denuncia por acoso sexual de parte de una chica a su hermano Félix Ramos quien trabaja en la Procuraduría del Ciudadano.
“Pero hay mas cosas que contar y exhorto a aquellos conocen la verdadera alimaña que es Francisco Ramos que no tengan miedo y que lo que saben lo digan, o que vamos a aguantar que sea nuestro representante de jóvenes en el Congreso federal o que la Casa de los jóvenes poblanos siga siendo un elefante blanco o que no les de trabajo en gobierno en el PRI, si ya están en la lista negra de Paco Ramos para que no tengan trabajo en gobierno, aquí algunos de ustedes luego nombro a los demás para que se enteren: Jesús Vázquez Viveros, Juan Aguilar, Ana Isabel Allende, Gilberto Goiz, Emmanuel Torres, Nimbe Blanco, Armando Ruiz, Magnolia Córdoba, Socorro Figueroa, Erick López, Erick Hernández, Carlos Rame, Gabriel Lobato, Samuel Yañez, Alfredo Velarde, Iván Galindo, Carlos Morales y Jorge Morales, Joaquín Lezama y familia, Catalina López, Ariadna Ayala, Gustavo Cabrera, Alejandro Veloz, Juan Jesús Limón, Edgar Peña, Alejandro Solano, Francisco Picazo, Giovanni Quiñones, Héctor Julián y aquellos que fueron parte del IPJ y todos sus ex delegados, y por supuesto se me olvidaban Carlos Alberto Garcia Leppe y René Alejandro Escalona, quienes son un fuerte dolor de cabeza para Ramos, digamos que sus talones de Aquiles en lo administrativo y en lo político”.
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