Tiempos de Nigromante
Arturo Rueda
15/06/2009
El aterrizaje de la sucesión III
Mario Marín no tuvo necesidad de ir a una contienda interna para hacerse de la candidatura tricolor al gobierno estatal: su dominio en las encuestas era simplemente aplastante. Su rival más cercano, Rafael Moreno Valle, nunca pudo acercarse ni siquiera a 10 puntos. Germán Sierra, el favorito de Melquiades Morales, no alcanzó a posicionarse en el terreno de los sondeos. De hecho, se dudaba que pudiera ganar al más flojo de los candidatos panistas. El hoy gobernador, simplemente, era el mejor. No puede decirse lo mismo hoy de su delfín. Dentro del PRI, sus diferencias con Blanca Alcalá y Enrique Doger son de centésimas, siempre aceptando que la alcaldesa todavía va adelante. Fuera del PRI y rumbo a la contienda constitucional, queda lejos aún de Rafael Moreno Valle, que lo rebasa por mucho luego de realizar tres campañas estatales.
Mario Marín ya tiene solución al primer problema: si Javier López Zavala no puede ser el mejor en las encuestas, sí es el mejor en materia de estructura. Es decir, que ante cualquier presión interna –los otros precandidatos- o externa –el Comité Ejecutivo Nacional, Beltrones o Peña Nieto- la salida diseñada es apostar por la contienda interna. Sí: aprovechar la estructura generada en los últimos años y traducir la cargada de alcaldes, diputados, empresarios y funcionarios de medio pelo en votos que hagan de Zavala el nuevo hombre fuerte del PRI, aunque no tenga las encuestas de su lado.
Se trata casi casi del crimen perfecto. Blanca Alcalá cuenta con una buena posición en las encuestas, pero fuera de la capital muy poca gente la conoce. Y mucho menos tiene una estructura capaz de apoyarla en una contienda interna. Por si tuviera la tentación de construirla, el gobernador decidió ahorcar financieramente al gobierno municipal: no puede hacer obra pública y por tanto ni siquiera puede financiar un comité de apoyo. Incluso, yendo más lejos, ni siquiera puede servirse de su base en la capital, controlada por una parte por Juan de Dios Bravo y la otra verificada por Sedesol estatal, por más que Víctor Giorgana esté haciendo un excelente trabajo. En pocas palabras: Alcalá no tiene fuentes de financiamiento.
Otro caso es el de Enrique Doger: ni como alcalde ni como ex alcalde pudo armar una estructura sólida al interior del estado, aunque mantiene un excelente posicionamiento en la capital. ¿Por qué no lo hizo? Porque desde el principio del sexenio la burbuja marinista calculaba que tendría que dirimir contra él la candidatura del 2010. Así que por todos lados se dedicaron a bloquearlo. Los presidentes municipales recibían llamadas de Gobernación –Zavala era el titular- para que desinvitaran a Doger de cualquier convocatoria. Y Mario Montero, entonces dirigente tricolor, hacía lo propio. Cuando estalló la crisis Cacho, el bloqueo se intensificó para ya nunca ceder.
La situación del bloquo anti-Doger se relajó apenas a principio de año luego del pacto con Javier López Zavala: el alcalde evitaría las críticas al delfín refiriendo su origen chiapaneco. A su vez, el titular de Desarrollo Social ya no presionaría a los alcaldes para impedir las visitas de Enrique Doger.
Pero ya es demasiado tarde: Javier López Zavala, gracias a su doble posición de delfín y secretario de Desarrollo Social, dueño además de la estructura del partido, tiene cooptados prácticamente todas instancias que podrían dar apoyo en una contienda interna. Su poder de convocatoria al interior del PRI, exhibida en su comida de cumpleaños, no puede ser menospreciada por nadie, a pesar de no ser el mejor en las encuestas.
Por ello la contienda interna es el pretexto perfecto. Ante los liderazgos nacionales Marín podrá aducir que no tiene favorito, y que tampoco quiere imponerlo. Pero que Zavala es el mejor y está dispuesto a demostrarlo en las urnas. Nadie podrá objetar el argumento: ni Beltrones, ni Peña Nieto. Y mucho menos Beatriz Paredes, porque más que su favorita de inicio fuera Blanca Alcalá.
¿Y después de ganar la contienda interna? Eso es otra historia.
*** Regresa Chucho Ramos a CAMBIO. Después de disfrutar de un año sabático que utilizó para prepararse en materias como la opinión pública, Chucho Ramos regresa a la actividad periodística con su gustada columna “Por las entrañas del poder”, un referente en el gremio poblano. Podrá leerlo aquí lunes, miércoles y viernes.
Un abrazo y un agradecimientos a nuestro colaborador por elegir estas páginas para su regreso. Suerte.
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