Aunque la calificación al gobernador rondan el 6 y difícilmente se levanta de ahí, el tricolor tiene una amplia ventaja sobre el PAN que, dependiendo de la región, va de los 5 a los 15 puntos porcentuales.


Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda


Todo por el 2009

 

Cordialidad de dientes para afuera. Casi igual que lágrimas de cocodrilo, la buena relación de Felipe Calderón y Mario Marín es una ficción, y ni siquiera de las buenas. Aunque ayer el presidente rompió la tradición de ignorar al gobernador poblano para sustituirla por elogios y llamados al trabajo conjunto, ninguno de los asistentes se la creyó. Y para prueba un botón: apenas Marín despidió al Presidente en Teziutlán, acompañado de Moreno Valle y Pepe Bailleres, convocó a su cuarto de guerra a una reunión de emergencia en Casa Puebla: Montero, Zavala y Meneses, así como Javier Sánchez Galicia. Entradas las nueve de la noche, la quinteta analizaba los saldos de la gira del mandatario. Y es que a todos les quedó claro: aún en sus momentos más difíciles provocados por el aumento de precios y la inseguridad, Felipe Calderón tiene tiempo de hacer campaña viendo de reojo el 2009.

 

Hasta ahora las cuentas para el PRI poblano son buenas: el promedio de ventaja que tiene el tricolor en los dieciséis distritos electorales es de 10 puntos porcentuales. Un paquete de encuestas les fue entregado a los jerarcas poblanos el miércoles pasado. El aumento en los precios de alimentos y gasolina, así como la sensación de inseguridad, tienen en la lona al PAN. Incluso en la capital el tricolor mantiene su ventaja, por lo que Marín sueña con ganar el carro completo que borré de la memoria histórica el 2006 y, como lo escribimos anteriormente, catapulte al gobernador poblano (en sus sueños) al escenario nacional como un gran operador electoral.

 

Al terminar la gira, a Marín le quedó claro que la lógica presidencial está muy lejana de la reconciliación. Y que si en realidad vino a la entidad no fue para acercarse a los problemas de la Sierra Norte, sino para hacer campaña en una de las regiones donde el PAN está más hundido. La reunión con su cuarto de guerra en Casa Puebla fue, precisamente, para acordar una estrategia que difumine la presencia del Presidente en la entidad, sin provocar un conflicto que empañe el amorío que viven.

 

Las encuestas de Mitofsky entregadas en la semana tienen muy tranquilo al gobernador: por una extraña operación mental, los poblanos han separado al marinismo del priísmo. Es decir, aunque la calificación al gobernador rondan el 6 y difícilmente se levanta de ahí, el tricolor tiene una amplia ventaja sobre el PAN que, dependiendo de la región, va de los 5 a los 15 puntos porcentuales. Y así quiere el marinismo que se mantenga.

 

Calderón no se da abasto con los frentes abiertos, y aún su lógica política le dicta operar electoralmente para que su partido se haga de la mayoría en la Cámara de Diputados, algo que se ve difícil de acuerdo a las encuestas. No solo enfrenta la posibilidad de que su reforma energética fracase, sino que hoy enfrenta la ira de las clases acomodadas a partir del caso Martí, y el rechazo de las clases medias por la carestía y el aumento a las gasolinas. Por si fuera poco, la aplicación del IETU –de paternidad calderonista- ha puesto al empresariado nacional a parir chayotes. ¿En ese panorama, cómo podrá ganar el 2009?

 

Las salidas son pocas. Una de ellas que, en persona, el Presidente haga campaña. La otra, que sus medios de comunicación afines hagan el trabajo de golpeteo. Y es que el gobernador y su equipo cercano entienden que la reciente embestida de TV Azteca y el diario Reforma se encuentran en esa lógica.

 

A toda costa Marín tratará de retener la ventaja en los 16 distritos electorales. ¿Lo logrará?

 

*** P.D. para el Lorito Jurista. Si te pusiste el saco, es tu problema. Y la verdad, hablar de ti achaparra.

 

*** Los negos de Transparencia Mexicana. “Tu análisis de la visita de Transparencia (?) Mexicana es muy bueno, qué pena que amparados en el escudo de una organización lucren con ella.  Es el colmo que lo preparen tan dolosamente  -por decirlo suavemente--, y primero te pego, me acerco y te cobro y luego te ayudo.  Reyes Heroles, qué pena.

 

“Aggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!  Qué asco !!!!!!!!!!!!!! Saludos Ex Carretonero”.

 



 
 

 

 
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