El régimen político de Castro es, ante todo, una dictadura: los ciudadanos no existen, los derechos liberales tampoco y a duras penas se oye la expresión de un Partido Comunista.


Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda


¿La Historia lo absolverá?


Imposible no referirse al adiós del Comandante. Odiado y amado, Fidel Castro es un referente ineludible en la historia de América Latina, cuya figura fue elevada a rango de leyenda por su largo enfrentamiento contra el capitalismo y la nación más poderosa del mundo. Castro fue el único gobernante que desafió a Estados Unidos, y por si fuera, poco, salió triunfante al instaurar el único gobierno comunista en América. Ni derrocado ni asesinado, estaba a punto de medio siglo en el poder. En los años setenta, cuando la Revolución Cubana y sus personajes habían eran la fuente de inspiración de la izquierda latinoamericana, publicó un libro de entrevistas titulado “La historia me absolverá”. En pleno siglo XX, todavía nadie puede firmar dicha absolución, y parece claro que tantos años en el poder y su sistemática negativa a formar un gobierno democrático y respetar los derechos humanos de la isla lo convirtieron en uno de los villanos globales. Pero si alguien encarna el concepto utópico de Revolución, ese es el compañero Fidel.

 

Juzgar al Comandante desde fuera parecen sencillo: a pesar de la continua degradación de su imagen a partir de los años noventa, muchos personajes como Gabriel García Márquez se mantuvieron fieles a la sacralización de la Revolución Cubana y al liderazgo mítico de Fidel. Los cubanos, sin embargo, parecen pensar otra cosa. Sobre todo aquellos que pretenden abandonar a la isla y su sistema económico cerrado para trasladarse al american way of life.

 

El régimen político de Castro es, ante todo, una dictadura: los ciudadanos no existen, los derechos liberales tampoco y a duras penas se oye la expresión de un Partido Comunista que no es más que la reverberación de las largas peroratas de Castro en sus discursos. El ambiente huele a Gestapo desde el aeropuerto de La Habana. El grueso de los habitantes de la isla, es decir, aquellos que no pertenecen a la burocracia, temen hablar en público de Fidel. Y sobre todo, del futuro de Cuba sin él. Ya en confianza, las opiniones se dividen. Los jóvenes lo aborrecen, los adultos le dan el beneficio de la duda y los viejos lo idolatran. Es una cuestión de lejanía sobre el terremoto social que significó el derrocamiento de Fulgencio Batista.

 

Dicen los viejos que la Revolución de 1959 les quitó a los cubanos las posibilidades de elegir a sus gobernantes, pero a cambio les dio dignidad. Antes, dice, éramos el prostíbulo de Estados Unidos. Fidel nos dio educación, salud, empleo y una forma de vida. Antes de él, todo era explotación. Hoy, quizá, seguimos jodidos. Pero todos estamos igual: no hay muchos ricos ni muchos pobres.

 

Eso de la dignidad está a debate para los jóvenes. Un cubano, en promedio, gana de 8 a 10 dólares al mes por más preparación académica que tenga. Sus atletas, dominantes en disciplinas como el béisbol, buscan la menor oportunidad de escapar de la isla para contratarse en millones de dólares. Con sueldos tan miserables, no es extraño que una de las principales formas de supervivencia sea la prostitución. Una jinetera que levanta a un turista por 60 dólares está ganando el sueldo de 6 meses. Por eso lo llaman el Disneylandia de los adultos. Antes del Fidel, la vocación de Cuba era azúcar, ron, puros y prostitutas. Después de Fidel, todo sigue igual.

 

Los cubanos hace tiempo que temían, pero al mismo tiempo querían, el adiós de Fidel. Su largo proceso de sucesión, comenzado en 2006 con su enfermedad, le entregó los poderes a su hermano Raúl. Sin embargo, con su carta de despedida ayer en Gramma, todo indica que seguirá ahí, encarnado el espíritu de una Revolución que ya no ilusiona a nadie. ¿Seguirá siendo el oráculo de un comunismo old fashion? ¿Una figura a la que la globalización ha condenado? Con sus 81 años encima, anciano y enfermo, queda poco tiempo para averiguarlo. ¿La Historia lo absolverá?

 

*** Izúcar de Matamoros, un polvorín con su nuevo alcalde. “Sr. Rueda le escribo estas breves líneas para comentarle algunos puntos importantes del día 14 de febrero, cuando fue balaceado con una arma 9 milímetros a las afueras de su casa el auto particular del presidente municipal “Saliente” de Izúcar, Filiberto Guevara mejor conocido como “Fili el chuletas”. Según la versión de varios medios “Oficialistas” desde luego, han venido diciendo que se trata de un atentado por su mala actuación como presidente municipal, pero aquí los vecinos de este municipio y gente inmiscuida en la vida política de esta región sabemos y tenemos bien claro de donde vienen este tipo de represalias.

 

“La realidad es que en este Municipio se vive un clima de inestabilidad social después del resultado de las pasadas elecciones del 2007, en donde aquí nos impusieron como presidente a Rubén Gil Campos, de quien se presume tener nexos con el narcotráfico, el lavado de dinero y estafar a los migrantes desde Casa Puebla en los Ángeles, California. Este señor no es originario de nuestro Municipio, la candidatura se le dio gracias a que su padre -quien fue asesinado también supuestamente al verse involucrado en este tipo de situaciones- fue unos de los que financiaron la campaña a gobernador de Mario Marin en el 2004. Aquí en Izúcar los mismos priístas no apoyaron a este señor en su candidatura en el 2007, de quien se dice no se sabe que es más grande si su ignorancia y prepotencia a la hora de hacer política o su fortuna en la que se está pudriendo.

 

“Otro de los implicados y enemigos del hoy alcalde electo es Juan Manuel Vega Rayet, hoy Subsecretario de Desarrollo Social y su señora esposa quien nos representa como diputada, la señora Erika Suck. Y digo enemigos por que se dice que jamás quisieron hacer equipo con el tal Rubén Gil,  pues bien dice el dicho, que hasta en los perros hay razas. Todo esto lo menciono por que Rubén Gil Campos, hoy por desgracia presidente municipal, se ha visto implicado en muchas situaciones que hasta el día de hoy deja en entredicho su reputación, desde el haber sido detenido con armas en la ciudad del México en septiembre del 2006, hasta andar armado con elementos de seguridad, camionetas chocolates sin placas marca “Land Rover”, además de tener como inquilino a la oficina de PGR  y agentes de la AFI dentro de su propiedad ubicada en la calle 5 de mayo en donde se dice nadie puede pasar y echar un vistazo por que en seguida es perseguido e intimidado, vaya todo un personaje de grueso calibre.

 

“Termino diciendo que el atentado, intimidación o intento de homicidio contra Filiberto Guevara puede que provenga desde el nicho de este nefasto personaje (RUBEN GIL CAMPOS) quien este viernes tomó protesta y entró a la presidencia municipal con una deuda mayor a 40 millones de pesos casi el doble o el triple de lo que se gasto en campaña y por tanto, le costara más de un año en recuperarlos, pues sabemos que, en municipios y cabeceras distritales como Izúcar, todos los presidentes municipales que hemos tenido el primer año lo ocupan para pagar sus deudas de los  gastos de campaña, el segundo para hacerse de sus cositas y tercero para invertirle a su campaña para diputado local o Federal. Si no, pregúntenle a Juan Manuel Vega Rayet. Entonces Rubén Gil Campos pensó que todo iba a ser peladito y que iba a poder seguir lavando dinero.

 

“¡Saludos! esperando publiquen mi comentario y tomen cartas en el asunto, digo esto por que ya sabemos que de nuestras autoridades judiciales poco podemos esperar. Soy padre de familia y quiero paz social para mi comunidad, no queremos más hampa y crímenes en nuestra sociedad. Solicito el ANONIMATO ya que aunque no cuento con un automóvil, ni fui presidente municipal, hay que recordar que a todos nos entran las balas. Que Dios nos agarre confesados”.

 



 
 

 

 
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