Tiempos de Nigromante
Arturo Rueda
Ganar el 2010; perder la calidad educativa
Algo no termina por no cuadrar en el conflicto magisterial. Como estrategia de poder, atendiendo al famoso dicho de ¡divide y vencerás!, parece eficiente la táctica de fragmentar al poderoso sindicato magisterial de cara al 2010 en una mitad priísta y en otra mitad morenovallista. En el peor de los escenarios, cualquiera que sea el candidato del tricolor a la gubernatura, deberá batallar sólo contra la mitad de lo que hoy gobierna con mano de hierro Elba Esther Gordillo. Tampoco parece malo restarle privilegios a La Maestra, cacique propensa a los excesos –como en la compra de las Hummer- y multimillonaria gracias a los ingentes recursos públicos que el gobierno federal destina a elevar la calidad educativa. Más riesgoso, sí, es traer a infiltrados de la Coordinadora Nacional (CNTE) para adiestrar a los maestros priístas en su revuelta contra el sindicato oficialista.
Lo que no cuadra, sin embargo, es el manejo de los tiempos. Porque el gobierno marinista pierde de vista que en un conflicto prologado entre maestros elbistas contra maestros priístas, dejará ir la mejor –y quizá única herencia- de su paso sexenal: el mejoramiento consistente en los indicadores de la calidad educativa. Es cierto: Darío Carmona, entregado en cuerpo y alma al zavalismo, ha logrado rescatar a la entidad del sótano de la calidad educativa. Mario Marín recibió la pesada losa del melquiadismo: a pesar de la buena relación con el SNTE, Puebla se ubicó en el lugar 31 de la educación básica nacional.
Sin embargo, el oscuro maestro Carmona, a base de otorgarle prebendas y privilegios al SNTE en negociaciones salariales cada vez más onerosas para el presupuesto público, tuvo logros inesperados, y además consistentes. Los resultados de la prueba “Enlace 2007, indicador maestro del gobierno federal para medir la calidad educativa, situó a Puebla en el lugar 24. En dos años ascendimos siete posiciones. Los resultados de la prueba Enlace, ahora en el 2008, nos ubicaron a media tabla nacional, en la posición 15 de todo el país. La mejora no parece, sino que es real.
No me gusta Darío Carmona y abominó su zavalismo a ultranza. Pero en casi cuatro años de trabajo ascendió a Puebla quince posiciones en calidad educativa. Cómo lo hizo, probablemente ni siquiera lo sabe. Pero la mejora es real. Y ahora todo está a punto de perderse, ya que a partir de ayer, el SNTE rompió lanzas con el gobierno marinista y la enemistad llegará a las últimas consecuencias. Y para bien o mal, el marinismo necesita todavía al SNTE para dar el último empujón en los indicadores de la prueba Enlace.
Con un pleito a estas alturas del 2008 lo que está en juego no es la división del magisterio y su rentabilidad electoral, sino lo que podría ser el gran logro sexenal del marinismo: ubicar a Puebla entre las mejores 10 entidades del país para el 2009 o el 2010.
Así que lo que no cuadra en el conflicto magisterial es el manejo de los tiempos: el gobierno estatal debió esperar un año más para fragmentar al magisterio. Dividirlo y enfrentarlo. Porque ahora Elba Esther Gordillo no es sólo su enemiga política-electoral, sino que obstaculizará lo que verdaderamente importa: la educación de los niños y jóvenes poblanos. Una tarea en la que no pueden ayudarlos el Frente Magisterial Priísta, más dedicado a la grilla electoral que a la tarea de la transformación educativa.
La herida profunda se refleja en el desquiciamiento de Rafael Ochoa ayer. La amenaza velada de iniciar una toma de Casa Puebla no es más que una bravuconada. Una declaración exasperada provocada por la impotencia de la toma de los edificios de las secciones 51 y 23. Una toma simbólica, pero la guerra también está formada por símbolos.
La cuerda se ha tensado al máximo y ahora le toca mover ficha a Elba Esther Gordillo, Rafael Ochoa y el equipo del SNTE. Sus opciones son reducidas. ¿Promover entre sus simpatizantes un paro general? Quizá es lo que espera el marinismo: así podrá identificar los liderazgos más leales a las secciones 51 y 23, y sancionarles para así restarle más adeptos al elbismo. Y ahora ellos podrán acusar al movimiento oficial de perjudicar la educación de los poblanos, un señalamiento útil en los años venideros al identificar a Rafael Moreno Valle con Elba Esther Gordillo.
Por ahora, el desenlace del conflicto es imprevisible. Las ganancias para el PRI seguramente serán a largo plazo, pero a costa de sacrificar lo que el marinismo había alcanzado en materia de calidad educativa. ¿Vale la pena adelantarse tanto a la guerra del 2010?
*** Marcha nupcial. Gerardo Pérez Salazar, el secretario de Finanzas, contraerá segundas nupcias el próximo sábado en una ceremonia por el rumbo de Atlixco que, dicen los invitados, será de antología. ¿Patrocinador de la fiesta? Casa de Bolsa Vector.
Desde aquí, todos nuestros parabienes a Gerardo y Margarita.
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