Bajita la mano, los legisladores priístas quieren entorpecer el camino de la transparencia. Por ejemplo, para interponer los recursos ahora será necesario ratificar personalmente dentro de los tres días siguientes de haber presentado la solicitud

 

Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda


Diputados sinvergüenzas

 

Es una basura. No hay otra forma de definir la iniciativa priísta para reformar la Ley de Acceso a la Información Pública propuesta por la fracción priísta del Congreso local que, como premio, se dio un weekend de turismo legislativo a las hermosas playas de Guaymas pagado con recursos públicos. Veintiséis indignos que han apostado por iniciar una era oscurantista, semejante a la Edad Media, y por hacer más absoluto el poder absoluto del gobernador. En caso de aprobarse, los ciudadanos podremos olvidarnos de que algún día un rayo de luz ilumine los oscuros recovecos del poder marinista. Una auténtica vergüenza que debería ruborizar a José Othón Bailleres, Jorge Ruiz y demás diputados que un día la historia juzgará por cancelar la nonata transparencia pública.

 

Puebla avanza a contrapelo de la modernidad en rendición de cuentas que se busca a nivel nacional. Los legisladores federales, hace un año, reformaron el artículo sexto constitucional con el objetivo de elevar al más alto nivel la transparencia pública. Ningún estado o municipio con leyes amañadas para burlar la accountability, como es definida por los norteamericanos. Y es que si la democracia es el gobierno del público en público, un gobierno que funciona en la opacidad y tiene como norma general de comportamiento la mentira es un auténtico desastre. La transparencia quiere maniatar al poder, pero es una tarea difícil es un régimen absolutista como el que vive Puebla.

 

Ya de por sí nuestra Ley de Acceso a la Información Pública es mala; Limac –un organismo no gubernamental liderada por el prestigiado investigador Ernesto Villanueva- la califica como la tercera peor del país. De ser aprobada la propuesta tricolor, habrá de convertirse en la más atrasada del país. Puebla será un reino de tinieblas en medio de un esfuerzo nacional por avanzar en la transparencia de los gobiernos.

 

Veamos algunos puntos de la iniciativa regresiva. Bajo el absurdo concepto de “vida privada”, las declaraciones patrimoniales de los funcionarios ya no serán exigibles. Funestos personajes como Samuel Rangel y Antonio Juárez Acevedo ya no tendrán que desgastarse en blindar los datos oscuros de los poderosos, evidenciándose como sus empleados. Ahora podrán negar tales declaraciones amparándose en el derecho. Las presentes y futuras Comisiones de Acceso a la Información será un gesto inútil; formalmente órganos democráticos, materialmente piltrafas políticas.

 

Como taparle el ojo al macho y cumplir con el artículo sexto constitucional, los priístas pretenden que la CAIP se convierta en un órgano especializado, pero se niegan a dotarle de autonomía frente al Poder Ejecutivo. Se trata del único organismo en el país cuyos comisionados son considerados empleados del gobernador. Una auténtica afrenta.

 

Bajita la mano, los legisladores priístas quieren entorpecer el camino de la transparencia. Por ejemplo, para interponer los recursos ahora será necesario ratificar personalmente dentro de los tres días siguientes de haber presentado la solicitud por Internet. Se trata de una aberración que rompe con los principios del sexto constitucional. De ser aprobada, investigadores o ciudadanos que se encuentren en el extranjero u otra parte del territorio nacional no podrán solicitar información del gobierno poblano. Y todavía peor: la propuesta condiciona la entrega de los datos al pago de las copias documentales. Otra violación flagrante a la Constitución.

 

No hay otra definición: la propuesta priísta es una basura. El mayoriteo es previsible, aunque toda la oposición se uniera. Por un día, partidos, organizaciones y medios deberían agruparse para impedir la llegada de una era de tinieblas.

 

*** Adiós a un amigo. Zeus Muníve es un gran reportero, y además un grandísimo amigo. Lo conocí en Intolerancia cuando ya despuntaba después de haberse fogueado en la redacción de El Universal y en Radio Oro. Con el oficio en la sangre llegó a Cambio junto con Mario Alberto Mejía, Héctor Hugo Cruz Salazar, Ulises Ruiz y su servidor. Juntos apostamos por un periodismo al filo de la navaja. Sin su apoyo incondicional, nunca hubiéramos logrado el éxito en la Quintacolumna radio y el lanzamiento del portal en Internet.

 

Después de la salida de Mejía, Muníve y un servidor nos quedamos al frente del barco. Freaks se consolidó como un referente. Al mismo tiempo, Zeus inició el proyecto de las revistas Contralínea Puebla y Fortuna. El poder se las quitó. No se rindió y lanzó un proyecto innovador: 360 grados. En poco tiempo ha tenido un éxito fenomenal.

 

Zeus Muníve deja Cambio hoy para incorporarse de tiempo completo a 360 grados. Nos duele por el grandioso reportero que perdemos, pero nos alegramos por el amigo que apuesta por el futuro. Seguro le irá bien.

 

Desde aquí, un abrazo y agradecimiento sincero por su apoyo y consejos.

 

Suerte.

 



 
 

 

 
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