Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda

28/09/2009

Sofisticados gurús electorales en el zavalismo


Hace algunos meses se acusaba la carencia de gurús electorales en el equipo de campaña de Javier López Zavala. El favorito del gobernador no crecía en las encuestas, se dijo, a pesar de contar con el apoyo de la estructura gubernamental y del PRI, así como de recursos económicos ilimitados. El diagnóstico del paciente indicó que los esfuerzos eran dispersos, la relación con los medios de comunicación en general era mala, y la campaña de tierra al interior del estado consumía mucho tiempo cuando el secretario de Desarrollo Social necesitaba crecer en la zona metropolitana, incluida la capital, por ser el epicentro de las opiniones negativas contra el delfín.

 

Pues bien, el equipo electoral de Zavala se ha sofisticado lo que indica que ya tiene gurú de cabecera. ¿Quién es? Todavía no se sabe a ciencia cierta. Jesús Ramos, en su Por las entrañas del Poder de hoy afirma que se trata de José Carreño Carlón, conspicuo salinista que ejerció el cargo de Director de Comunicación Social en el sexenio del innombrable y actualmente es columnista de El Universal, así como académico de la Universidad Iberoamericana. Otras fuentes refieren que el gurú zavalista es Eduardo Robledo Rincón, defenestrado como gobernador de Chiapas por el dedo zedillista.

 

¿Cuál es la prueba de la sofisticación del nuevo equipo electoral de Javier López Zavala? Nada menos que las encuestas truqueadas que, mediante call center, invaden los hogares poblanos desde hace un mes y cuyo audio fue dado a conocer por el portal digital e-consulta, y que también fue descrito por Luis Enrique Sánchez para Poblanerias. En suma, se trata de un acto de mercadeo y no una auténtica encuesta. ¿Por qué? Porque el verdadero objetivo es promover las virtudes del secretario de Desarrollo Social, así como inducir respuestas que favorezcan su posicionamiento.

 

En la teoría de los gurús electorales estos sondeos reciben el nombre de push polls o sondeo de empuje, y se popularizaron en Estados Unidos desde hace casi una década.  Un sondeo de empuje es una técnica de la campaña política en la que un individuo u organización que trata de influir o modificar la opinión de los encuestados con el pretexto de llevar a cabo una encuesta. In a push poll, large numbers of respondents are contacted, and little or no effort is made to collect and analyze response data. En un push poll o sondeo de empuje, se ponen en contacto a un gran número de encuestados, pero detrás del esfuerzo no hay una empresa con credibilidad y tampoco hay auténtico interés en recopilar y analizar datos de respuesta.

 

Instead, the push poll is a form of telemarketing -based propaganda and rumor mongering, masquerading as a poll.En cambio, la encuesta de empuje es una forma de telemarketing basada en la propaganda disfrazado de una encuesta.Push polls may rely on innuendo or knowledge gleaned from opposition research on an opponent. Las encuestas de empuje puede confiar en insinuaciones o conocimiento adquirido de investigación de la oposición en un adversario. They are generally viewed as a form of negative campaigning . [ 1 ] The term is also sometimes used inaccurately to refer to legitimate polls which test political messages, some of which may be negative. Por lo general son vistos como una forma de campaña negativa. Este tipo de ejercicio ha sido condenada por la Asociación Americana de Consultores Políticos, y es ilegal en algunos estados de la unión americana como New Hampshire.

 

One way to distinguish between push polling as a tactic and polls which legitimately seek information is the sample size.Una manera de distinguir entre una push poll como táctica y encuestas que buscan legítimamente la información es el tamaño de la muestra. Genuine polls make do with small, representative samples, whereas push polls can be very large, like any other mass marketing effort.Encuestas originales pueden conformarse con pequeñas muestras representativas, mientras que los sondeos de empuje puede ser muy grande, como cualquier otro esfuerzo de marketing masivo. Y si no, que le pregunten a las miles de familias poblanas que han recibido las llamadas para encuestar las bondades de Javier López Zavala.

 

También con el Consejo Nacional de Encuestas Públicas emitió una alerta sobre las push polls hace unas meses en los siguientes términos: no son encuestas de ninguna forma y apenas llegan a ser telemercadeo político. Las llamadas telefónicas se utilizan para sondear un gran número de votantes potenciales, alimentando falsas y perjudiciales "informaciones" acerca de un candidato bajo el pretexto de tomar una encuesta para saber cómo esta "información" afecta las preferencias de los votantes. De hecho, la intención es "empujar" a los votantes fuera de uno de los candidatos y hacia el candidato de la oposición. Esto es claramente de telemercadeo político, mediante insinuaciones y, en muchos casos, la información claramente falsa para influir en los votantes, no hay intención de llevar a cabo la investigación.

 

Estas técnicas de telemarketing dañan el proceso electoral de dos maneras. Se lesionan o promociona a los candidatos, a menudo sin revelar la fuente de la información. Además, los resultados de un "Push Poll", si se liberan, dan un grave error y sesgada visión de la situación política.

 

Entonces, ¿se han sofisticado o no los gurús electorales del zavalismo?

 

*** Esta sucesión es distinta. No se pierda hoy a Mario Riestra Piña que aborda el tema de la sucesión desde una perspectiva nacional, cero aldeana. Para abrir boca, le dejó dos párrafos.

 

“Al igual que Bartlett, Melquiades Morales cedió con el fin de salir mejor perfilado en sus aspiraciones personales a nivel nacional. Mario Marín, en cambio, enfrenta incentivos distintos. Marín no tiene actualmente aspiración alguna a nivel nacional y, en consecuencia, su máxima prioridad consiste en asegurar la continuidad transexenal de su proyecto político en Puebla.

 

“Dentro de la sucesión de Bartlett y Melquiades como gobernadores, el alcalde en turno de la capital provenía de la filas de Acción Nacional. Dentro de esta sucesión éste no es el caso, por lo que la amenaza de una derrota electoral no se hace sentir tan presente en Casa Puebla. Las victorias avasalladoras en la renovación del Congreso local en 2007 y la renovación del Congreso de la Unión este año refuerzan esa idea. Mario Marín, por ende, pudiera verse tentado a emplear todos los elementos a su alcance para inducir la selección del candidato del PRI a la gubernatura”.

 



 
 

 

 
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