Los Conjurados
Erika Rivero Almazán
El tigre va en serio
Esta vez no esta blofeando.
Humberto Aguilar Coronado ahora si va en serio: quiere ser el próximo gobernador de Puebla.
La siguiente semana tomará decisiones importantes: al lado de colaboradores y amigos ‘el Tigre’ definirá la estrategia para consolidar su proyecto político.
Para empezar, designará cuatro comités de campaña: político, financiero, marketing y comunicación, a través de los cuales controlarán 26 casas de enlace que se instalarán en igual numero de distritos en todo el estado.
Si, en todo el estado.
Porque Aguilar Coronado sabe cuál es su talón de Aquiles: no tiene estructura.
Si bien pertenece al jet set de la política nacional, y en su partido, en este momento, la amistad entrañable que lo une a Germán Martínez lo coloca en un sitio privilegiado del panismo, en Puebla su nombre se pierde entre figuras como la de Francisco Fraile o Rafael Moreno Valle.
La militancia lo respeta, pero el ciudadano habitual, tanto en la capital o en el interior del estado, aún no lo reconoce.
Sus seguidores son pocos y sus operadores, son mucho menos.
Es por eso que la próxima semana el Tigre citó a una reunión a puerta cerrada a quienes conformarán su bunker: Jaime Zurita García, José Luis Carmona, Sergio Vinay, Carlos Ibañez Alcocer, Felipe Álvarez Lozano, Marco Ramírez y Pedro Gutiérrez Varela.
La intención es que antes de terminar el 2007, el Tigre designe a cada uno de los suyos sus funciones, y así, empezar el 2008 con el pie derecho.
El informe de actividades en su primer año como senador el lunes pasado en el Centro de Convenciones fue una probadita de lo que viene: invitó a todo el mundo, empezando por representantes de todas las corrientes panistas hasta pasar por los priístas (invitó a Enrique Doger, pero el alcalde se disculpó). Una de las valientes del tricolor que asistió fue Rocío García Olmedo, quien se sentó al lado derecho del futuro coordinador de la bancada azul Eduardo Rivera (buena señal para los acuerdos venideros, ¿no?).
El rector Enrique Agüera tampoco fue pero envió a dos de sus representantes.
Fue desde ese espacio que la gente del Tigre corrió como reguero de pólvora la distinción que hiciera Germán Martínez con Aguilar Coronado: fue el único poblano en aparecer en la seleccionada lista de 40 panistas que elige directamente el presidente del CEN para conforman el Comité Ejecutivo Nacional.
La señal es de apertura.
El coro que se formó al finalizar el evento (¡Tigre gobernador, Tigre gobernador!) no fue improvisado, por supuesto.
Y los actos, en lo sucesivo que se presenten, tampoco lo serán.
Los problemas del Tigre son muchos y los obstáculos son grandes.
Tiene menos de 3 años para superar la red tejida por Rafael Moreno Valle durante toda la administración de Melquiades Morales Flores y los tres años del actual gobierno.
Difícil.
Y lo será más si no pone atención en sus operadores. Los que tienen no le bastarán para sus fines.
La señal que Armenta esperaba
En la inauguración de las nuevas oficinas de la Sededol el gobernador habló. Y Lo hizo claramente: “Alejandro es un hombre que traduce fielmente lo que yo quiero y busco de la política social. Es un hombre que también ha pasado por las vicisitudes. Ha vivido, conoce la pobreza y la marginación en carne propia”.
Alejandro Armenta se queda en Sedesol.
No se hable más.
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