Los Conjurados


Erika Rivero Almazán

 

En la Unides renuncian a cambio de una pierna ahumada


A los 25 trabajadores de la Unides (Universidad del Desarrollo del Estado de Puebla) están que no los calienta ni el sol.


No es para menos: los hicieron renunciar a cambio de una pierna ahumada de 5 kilos, con la promesa de un re-contrato que todavía no existe.


Es decir, el equipo de la universidad inició el año con la zozobra mañanera de que a lo mejor se quedaron sin chamba. Y todo por seguir con ojos cerrados las indicaciones de su rector, Julio Antonio Jiménez Montiel, que por cierto, ni a rector llega porque estatutariamente su periodo terminó en julio del año pasado.


El descontento de los profesores, jefes de departamento, subjefes y secretarias llegó al punto de poner en tela de duda la autoridad de Jiménez Montiel y algunos sentirse manipulados por un hombre que está dispuesto a todo para conseguir su reelección en la Unides y para ello, necesita de un equipo de incondicionales que lo apoye… a cambio de mantener su empleo.


Algo así como: si no me eres fiel y demuestras que estás conmigo, te quedan sin trabajo.


La duda está en el aire.


No es para menos: las formas no se cubrieron y los hechos son más contundentes que las promesas.


Esta es la historia: el 21 de diciembre el año pasado, en la cena de fin de año de la Unides, Jiménez Montiel recibió a su gente con una sonrisa: en una mano tenía un flamante cheque, el tan añorado aguinaldo, y en la otra, una pierna ahumada de 5 kilos.


A cambio, sólo tenían que firmar su renuncia.


Así como lo oye.


La notica cayó como bomba para los trabajadores, pero Jiménez Montiel los tranquilizó: con la voz dulce y tranquilizadora de un abuelito, les prometió que sólo se trataba de un mero trámite que serviría para “que la institución valorara el desempeño de cada trabajador” y “comprobara su lealtad”.


Palabras textuales.


Claro que para el rector, él es la institución.


Pero que en los primeros días de enero, se volvería a recontratar a todo el personal, sin ningún problema: se trata de cuestiones de protocolo, administrativas, y nada más.


Muchos se sintieron acorralados y sin salida: aceptaron la indicación de rector.


Ya qué.


Para nadie era un secreto las intenciones de Julio Antonio Jiménez Montiel para seguir en el cargo, aún cuando a la fecha su periodo como rector de la Unides de cuatro años ya venció. Su tiempo extra en el puesto lo está aprovechando muy bien para reunir apoyos.


A cualquier costo.


Los machotes de ‘la renuncia voluntaria’ se encontraban en el extremo de la mesa principal: es decir, por un lado el trabajador cobrara su aguinaldo y se llevaba como premio adicional su pierna ahumada, y por el otro, voluntariamente a fuerza, firmaba el documento que dice así:


“Con fecha treinta y uno de Diciembre del año dos mil siete, presento mi renuncia al puesto que vengo desempeñando a la fecha en la Universidad del Desarrollo del Estado de Puebla, agradeciendo la oportunidad de haber colaborado con la institución.”


“Manifiesto que no se me adeuda cantidad alguna por concepto de vacaciones, prima vacacional, aguinaldo; por haberse cubierto oportunamente y hasta el último día laborado, que no se me adeuda prestación alguna derivada del contrato o de la Ley, ni de cualquier otra relación judicial existente entre el patón y trabajador, por consiguiente no me reservo derecho ni acción alguna a ejercitar.


“Así mismo, manifiesto estar en disposición de seguir colaborando con la Universidad en caso de que mis servicios fueran necesarios”.


No es necesario rematar que a muchos se les atragantó la cena: también se les estaba exigiendo que renunciaban a cualquier derecho laboral.


También está demás decir que cada día que transcurre con el silencio sospechoso de la rectoría resulta un calvario para quienes perdieron la seguridad de un empleo.

 

La reelección, según Fraile

 

El pasado viernes hubo una gran celebración en la casa de Francisco Fraile (en la colonia Villa Encantada).


Es la segunda del mes.


Muchos fueron los invitados, todos panistas.


Entre algunos de las asistentes estuvieron el coordinador de la bancada panista de diputados, Eduardo Rivera, y algunos personajes menores como Ignacio Dávila.


¿Cuál fue el propósito de la comilona?


Bueno, el pretexto de la invitación fue promover acciones a favor de la unidad panista.


¿La verdad?


Según algunos asistentes es que Francisco Fraile ‘calo’ al panismo para ver sus posibilidades de aspirar a la gubernatura.


¿Será?


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