Línea Abierta


Josefina Buxadé Castelán*


Bloqueo de páginas informativas


Desde que regresamos a trabajar después del periodo vacacional, en la Comisión para el Acceso a la Información Pública (CAIP) no podemos consultar las páginas electrónicas de e-consulta, Cambio, La Quinta Columna y Status.

 

Me di cuenta desde el primer momento, porque uno de mis vicios como comunicóloga es llegar a mi oficina y revisar los principales diarios electrónicos; y obviamente esto va ligado a mi trabajo como comisionada de Acceso a la Información Pública: Tengo que saber qué es lo que publican los medios sobre el tema y necesito estar informada de lo que sucede en Puebla.

 

Pregunté en la oficina y me dijeron que seguramente era un problema del servidor de e-consulta y de La Quinta. Pasaron los días y seguía sin poder leerlos en la CAIP; aunque desde la computadora de mi casa sí puedo consultarlos como siempre. Finalmente, el jueves pasado volví a preguntar y gente de Axtel comentó que por órdenes del gobierno del Estado las cuatro páginas estaban bloqueadas para toda la administración pública.

 

¿Cuál libertad de expresión? ¿Cuál derecho a estar informados?

 

Los ciudadanos tenemos derecho a la información. Este derecho no se refiere únicamente a tener acceso a la información pública, a la que obra en poder de los diferentes niveles de gobierno pero que a fin de cuentas pertenece a los ciudadanos; sino también al derecho que tenemos a estar informados.

 

Este derecho debería incluir la posibilidad de contar con diferentes tipos de noticieros y medios en general, de distintas tendencias; para que cada persona pudiera elegir el afín a la suya –lo que en teorías de la comunicación se llama “exposición selectiva”  a los medios-.

 

Deberíamos tener este derecho porque es un derecho fundamental; pero también es un asunto esencial para la construcción de las democracias. Para que una democracia prospere debe existir pluralidad y tolerancia a las voces o posturas disidentes.

Como bien decía Martha Lamas -a partir de la “no renovación” del contrato a Aristegui- en el Proceso del 13 de enero: “En todas las democracias hay malestares y conflictos, pero algo que ayuda a abordarlos de mejor manera es precisamente el debate público. No sólo no sirve tratar de acallar la crítica sino que, encima, si no hay válvulas de escape, las situaciones estallan”.

 

Yo estoy de acuerdo en que en las oficinas de gobierno se bloqueen páginas pornográficas, o de juegos; porque el personal va a las dependencias a trabajar, no a distraerse o relajarse y no debe perder el tiempo en horarios de oficina. Incluso podría estar de acuerdo en que se bloqueen las páginas de correos personales (Yahoo!, Hotmail, etcétera); porque la cuenta que uno debe revisar en la oficina es la oficial, la de trabajo, y no a la que llegan correos de sus familiares y amigos; para eso están las computadoras de la casa o los cibercafés.

 

Sin embargo, impedir el acceso a las páginas de importantes medios electrónicos me parece un despropósito. Independientemente de lo críticos o tendenciosos que puedan considerarse, son parte de la oferta informativa de una ciudad.

 

La misma gente de Axtel que proporcionó la información dijo que para desbloquear las páginas habría que enviar una carta al director de Finanzas (sic).

 

¿Qué hacer? ¿Mandar una carta al secretario, para decirle que parte de mi trabajo consiste en estar informada y que me haga favor de desbloquear las páginas? ¿A través de una solicitud de acceso a la información pública pedir el documento en el que se fundamente y motive esta decisión? ¿Escribir un artículo de opinión para dejar constancia pública de algo que es un secreto a voces?

 

* Josefina Buxadé Castelán es comisionada de la Comisión para el Acceso a la Información Pública (josefina.buxade@caip.org.mx). Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de la autora y no necesariamente reflejan la postura de la CAIP.

 

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