Pulso Político


Gabriel Sánchez Andraca


Un problema que hay que afrontar


La entidad poblana es una de las que tienen un alto porcentaje de su población, principalmente de la región mixteca (sur del estado) trabajando en los Estados Unidos.


Son cientos de miles de poblanos, de las regiones de Atlixco, Izúcar de Matamoros, Acatlán, Chiautla de Tapia, Tepexi de Rodríguez, Ixcaquixtla y otras, los que viven y trabajan en Nueva York, Los Angeles, Chicago, Houston, etc.


La migración es propiciada por la falta de oportunidades de trabajo en la zona sur de la entidad, donde hay una pobre agricultura, no hay industria y existe una raquítica ganadería. Los jóvenes se ven en la necesidad de buscar del otro lado del río Bravo, una ocupación que les reditúe lo suficiente para mantener a una familia. Se van sin importar los graves peligros que para cruzar la frontera, les esperan. Lo han venido haciendo desde hace décadas y parece cuento de nunca acabar.


Muchos solo esperan terminar la secundaria para irse, pues tienen allá conocidos, familiares, que les ayudan a colocarse en algún empleo, generalmente de servicios, como lavar trastes en restaurantes, desempeñarse como meseros, como ayudantes de albañil, como jardineros, etc.


Aunque siempre reciben un pago inferior al que deberían recibir, les alcanza para subsistir y para mandar algo a su casa para que aquí subsista su familia.


LA MIGRACION SEGUIRA POR QUINCE AÑOS


De acuerdo a declaraciones hechas por la secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo) Elena Zúñiga Herrera, este fenómeno, el de la migración, continuará por lo menos durante quince años más, aunque el país alcance un elevado crecimiento económico.


El problema es que hay millones de jóvenes que cada año tienen que incorporarse al mercado laboral y no lo consiguen.


No hay que olvidar que desde el gobierno de Vicente Fox, el país dejó de crear empleos y en ese aspecto nuestro país viene arrastrándo un déficit enorme que no podría cubrirse en el corto tiempo, aunque el país empezara a tener índices de crecimiento aceptables.


En esas condiciones hay que resignarse pues, a que la migración continuará y que miles de jóvenes poblanos, principalmente del sur del Estado, irán a consumir su juventud y sus energías, al vecino país del norte.


La constante salida de jóvenes surianos y ya también de la sierra norte y del centro del Estado, está provocando graves problemas a la entidad y al país.


No solo dejan abandonadas sus tierras, que en el corto plazo se vuelven improductivas, sino que abandonan a sus familias, a sus hijos en la edad en que más los necesitan.


La migración no solo provoca problemas económicos, sino sociales y psicológicos que es necesario afrontar.


LA RESPONSABILIDAD DE LAS NUEVAS AUTORIDADES


En unas semanas más empezará el cambio de diputados del Congreso local y de ayuntamientos en los 217 municipios de la entidad.


El anuncio hecho por la alta funcionaria de la Conapo, debe servir para implementar políticas tendientes a resolver los graves problemas que provoca el fenómeno de la migración.


Es una responsabilidad de todas las instancias de gobierno: estatal y municipal, hacer frente a esta situación que de no atenderse debidamente, puede conducirnos a una verdadera catástrofe social.


Desde el gobierno de Melquiades Morales Flores, se ha venido intentando organizar a los poblanos que se encuentran en las principales ciudades de los Estados Unidos, para auxiliarlos cuando necesiten algún apoyo y para que sus envíos sean debidamente aprovechados no solo para la subsistencia, sino para la creación de micro y pequeñas empresas que den trabajo y sustento a quienes aquí se quedan.


El gobierno de Mario Marín Torres, ha ampliado el proyecto y ha logrado organizar a un mayor número de migrantes, que se han sentido apoyados por las autoridades de su estado a través de las Casas Puebla que se han creado del otro lado.


Pero el problema es más grave aquí, con los que se quedan, que allá con los que se van.


Los niños y jóvenes que son abandonados muchas veces por el padre y la madre, quedando al cuidado de los abuelos, crecen sin dirección, sin educación, muchas veces adquieren vicios como el alcoholismo o la drogadicción y se pierden para siempre. Casos de esos hay muchísimos en toda la mixteca.


Los jóvenes que concurren a la escuela, solo están esperando terminar la secundaria para irse en busca de su progenitor al otro lado. Aquí, no tienen (así piensan) futuro.


Esos son los problemas que deben ser atendidos en una acción conjunta de autoridades estatales y municipales.


El gobierno del estado ha dado muestras de querer ayudar a los migrantes y a sus familias, pero se requiere sobre todo la acción y el apoyo de las autoridades municipales, que están en contacto directo con los problemas.


Si la migración va a continuar por tres lustros más, hay que tomar las medidas necesarias para que el impacto social y económico que ese fenómeno va a provocar en la entidad poblana, sea lo menos doloroso posible.


Ancianos, mujeres, adolescentes y niños de muchos pueblos de la mixteca, viven como pensionados: solo están en espera de la remesa, para irla a gastar. No hay orientación para que una parte pudieran reinvertirla en algún pequeño negocio, no, todo lo gastan y vuelven a esperar el próximo envío.




 
 

 

 
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