Acusado de villano, Pedro Ángel resistió a pie firme los últimos meses de su estancia en la rectoría. El esfuerzo por mantener la vocación académica de la UDLA y frenar la voracidad del Patronato terminó fracturando su relación con la Familia Jenkins.


Tiempos de Nigromante


Arturo Rueda


Y la historia absolvió a Palou


Durante meses, la comunidad estudiantil de la Universidad de las Américas encontró en Pedro Ángel Palou a su villano favorito. Toda clase de anatemas lanzaron en contra del mejor escritor de Puebla e integrante del Crack, grupo literario de mayor influencia en el país. Censor y represor le espetaron injustamente, haciéndolo responsable de la crisis institucional que se desató con la renuncia de 12 profesores de la universidad que conjuraron contra el Patronato y el Rectorado, mal asesorados por el norteamericano Neil Lindley. Hasta un blog abrieron en su contra, “Fuera Palou”, que cerró sus actividades con la renuncia que el escritor presentó el 30 de noviembre al anunciar que se iba a París como investigador. Día triste porque uno de los hombres más inteligentes abandonaba el páramo poblano en el inicio del poder omnímodo del marinismo.

 

Sin embargo, nada es más sospechoso que lo obvio. La absurda decisión del Patronato de la Universidad de cancelar temporalmente las más de 2 mil becas que la institución otorga a los estudiantes para ayudarlos a pagar sus estudios evidencia, finalmente, que el mal de la UDLA no era Pedro Ángel Palou, sino el control autoritario de la familia Jenkis en las decisiones que afectan a la quinta universidad más importante del país. Ellos, junto con su personero Arturo Langdon, quien ejerce funciones de Rector sin enfrentar el escrutinio público por carecer de un nombramiento oficial.

 

La crisis de la Universidad de las Américas está muy lejos de tocar fondo. Lo peor aún está por venir, ya que la cancelación “temporal” de las becas gracias a las que miles de estudiantes pueden asistir a la universidad, oculta una ambición de purgar a la universidad de su estudiantado crítico. El mismo al que le fue expropiado La Catarina para convertirla en un pasquín oficialista.

 

La trama es sencilla: la gran mayoría de los alumnos que participaron en las revueltas del año pasado tiene una beca en distintos porcentajes, algunos por excelencia académica y otros por trabajo en los Departamentos de la universidad. No debería extrañarnos que, en unos días, casualmente los estudiantes que han denunciado la represión y la censura vean cancelados sus apoyos, y deban abandonar la institución.

 

La UDLA vive sus horas más oscuras. La opacidad no sólo proviene de agentes gubernamentales, sino de instituciones privadas como la universidad, que circunscribe la toma de decisiones que afecta a una comunidad y a un estado en unas cuantas manos. Específicamente las de la Familia Jenkis, cuya única cabeza visible es Guillermo, quien la semana pasaba se vanagloriaba de la estabilidad de la institución –a pesar de carecer de Rector- y cancelaba cualquier posibilidad de venta a la Fundación Telmex.

 

La situación financiera de la universidad, sin embargo, no fue tocada. ¿Por qué tomar la medida hiper radical de cancelar becas? Nadie sabe dar explicaciones. Creo que tampoco les interesa.

 

Acusado de villano, Pedro Ángel resistió a pie firme los últimos meses de su estancia en la rectoría. El esfuerzo por mantener la vocación académica de la UDLA y frenar la voracidad del Patronato terminó fracturando su relación con la Familia Jenkins. El desenlace llegó el 30 de noviembre, cuando en condiciones poco claras y sin versión de algunas de las partes, un comunicado anunció que Pedro Ángel se iba a París como investigador al lado del sociólogo francés Michel Maffesoli. La ruptura fue intempestiva, porque tres días antes, en el marco de la Feria Internacional del Libro, el novelista poblano había anunciado con bombo y platillo la celebración del XXXVII Congreso Internacional de Literatura en el campus de Cholula. El proyecto fue cancelado hace unos días.

 

El blog Fuera Palou (http://fuerapalou.blogspot.com) culminó sus trabajos diciendo: “El título de este blog ha cumplido su cometido; Palou esta fuera de la Universidad. Un logro de la comunidad UDLA, unida por la verdad. Este espacio permanecerá abierto por siempre para denunciar al farsante Palou, uno de tantos que, como él, seduce a las sociedades con discursos falsos, dobles y perversos. Gente como Palou que prostituye la Cultura, mientras dice amarla. Gente ingrata, capaz de vender a su propia madre con tal de concentrar más dinero y poder, y negarlo, siempre negarlo”. Fin de la cita.

 

Jóvenes al fin, cayeron víctimas de su propia ingenuidad y pensaron que la salida de Palou era un logro. Hoy viven su equivocación.

 

El blog de la UDLA que sustituyó al de “Fuera Palou” ya tiene las primeras reacciones sobre la demencial medida de cancelar becas. Y muchas de ellas reconocen su error al crucificar a Pedro Ángel Palou. Ahí van algunos ejemplos:

 

“PALOU Regresa!!!!!!! Qué ironías tiene la vida, cuando estaba Nora, queríamos que se fuera, porque pensábamos que las cosas no podían ir peor....Estábamos equivocados llegó Palou. Cuando estaba Palou queríamos que se fuera, pensábamos que la UDLA había tocado fondo...Nuevamente estábamos equivocados, llegó Langdon. Al final nos dimos cuenta que el único problema de la UDLA son y serán los Jenkins. Nunca lo pensé, pero creo que al final Palou, como Nora hicieron lo que humanamente pudieron para evitar que un tarado apellidado Jenkins se cargue a la Uni”.

 

Un comentario más: “NO Y NO, anónimo de las 13:38, independientemente que Palou sea un loco, no nos confundamos, él no era la verdadera amenaza. La verdadera amenaza se llama Familia Jenkins y desde que asumieron el control hace algunos años han ido poco a poco dilapidando la UDLA a través de su operador Palou, ahora de forma interina a través de Langdon, y en un futuro a través del rector que contraten que se preste a hacerla de palero. Sí estoy de acuerdo contigo en que se necesita una reacción rápida y contundente para movilizar a la opinión pública y a posibles filántropos para comprarles a los Jenkins su participación y correrlos de una vez por todas”. Fin de las citas.

 

La historia ha reivindicado finalmente el nombre de Pedro Ángel Palou. La crisis institucional de la Universidad de las Américas, sin rector oficial al frente del barco que se hunde, enterrará a una comunidad académica que llegó más lejos que la ambición desmedida de su patronato.

 

*** Que Anahí Romero se subió a su ladrillo. “Como siempre, amigo Arturo Rueda recibe un cordial saludo y comentarle lo siguiente: que en la Secretaria de Desarrollo Social federal se vive una muestra de mareo de poder por carecer de capacidad y responsabilidad como servidor público, porque ahora resulta que Anahí Romero Alonso, delegada de esa dependencia, insulta y desaloja a cuanta persona encuentra a su paso que no son de su agrado,  que se acercan a esa dependencia para solicitar un servicio y que todo lo contrario se han llevado una gran decepción,

 

“Tal como sucedió en la mañana del día lunes 21 de enero, cuando  se encontraban varias personas en la sala de recepción esperando su turno para ser atendidos, pero que por desgracia algunas personas no alcanzaron un lugar para sentarse y se encontraban de pie justo donde pasaba la delegada lo que le causó bastante molestia  y fue suficiente motivo para que en ese momento les indicara que de inmediato desalojaran el área porque estorbaban demasiado;  que regresaran después o más tarde porque estaba muy saturada de trabajo y no podía atenderlos, algunas personas todavía se atrevieron a dirigirse a la recepcionista a reclamar su cita resultando esto en vano. Habría que preguntarle a la señora  Ana Tere que pasa con su recomendada”.

 

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