Durante el funeral de su hija, La Maestra estuvo a punto de convivir con un par de personajes con los que alguna vez tuvo algo que ver y a los que jamás quisiera tener cerca.
Elba Esther optó por lo más conveniente y nos les permitió el paso al velatorio a Juan Díaz de la Torre y a Luis Castro.
Bajo medidas de seguridad, la ex líder del magisterio pudo estar libre durante 5 horas para asistir a los funerales de su hija.
De acuerdo con la columna Bajo Reserva que publica El Universal, la ex dirigente magisterial marcó una distancia abismal con esos personajes de su pasado que de alguna manera contribuyeron a su ruina.
“Dos hombres que en el pasado fueron sus cercanos, uno en el sindicato magisterial y otro en la creación del Partido Nueva Alianza, resultaron incómodos para La Maestra Elba Esther Gordillo en la despedida de la senadora Mónica Arriola”.
“Gordillo dejó por unas horas el hospital de la colonia Roma, con el permiso de las autoridades penitenciarias del gobierno de la Ciudad de México, para acudir a la agencia funeraria y estar con su hija Mónica”.
“Al lugar llegaron los dos personajes que en tiempos pasados fueron cercanos a la profesora: el actual líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Juan Díaz de la Torre, y el dirigente del Panal, Luis Castro”.
“Iban acompañados de integrantes de sus comités. Sin embargo, nos cuentan, no se les permitió el acceso al velatorio”.
“De ese tamaño es la distancia de La Maestra con esos dos personajes, ahora incómodos, nos comentan”.