Vimos al Donald Trump de siempre: visceral, colérico, xenófobo, egocéntrico; pero en el otro extremo estaba una Hillary que no se amedrentó y que inclusive le propinó severos y demoledores golpes. Lo cierto es que por momentos Donald no tuvo respuesta frente a las embestidas.

Hillary propinó una elegante tunda a Trump. Pero aún faltan otros debates y esto se pondrá cada día más acalorado y efervescente.

Al ver a una mujer enfrentando a un hombre en un debate presidencial, en este momento histórico, los mexicanos no podemos evitar pensar en un hipotético debate entre Margarita Zavala Gómez del Campo y Rafael Moreno Valle. Ambos tratarán de convencer a las tropas albiazules de su apoyo y por supuesto ambos habrán de recurrir al método de una gran asamblea nacional en la que los miembros activos elijan a su candidata o candidato.

¿Existirá la posibilidad de un debate entre Margarita y Rafael?

Sin duda. Y aunque es claro que el gobernador poblano no es un polemista consumado, tiene una inigualable capacidad para contrastar todo: ya sean personas, tiempos o posturas.

Si el día de mañana hubiera un debate entre Zavala y Moreno Valle la pregunta obligada es: ¿Quién es más vulnerable? ¿A quién se le pueden hacer los mayores y más graves señalamientos? ¿Sobre quién se pueden cargar mayores culpas y responsabilidades?

¿Quién puede despedazar a quién?

Repetimos, el ejecutivo poblano no es un polemista consumado, pero en su facilidad de contrastar puede colocar a Zavala en el centro de un escenario apocalíptico, el escenario que todos los mexicanos ya conocemos y no podemos olvidar: el sexenio de Felipe Calderón, cuando comenzó esta catástrofe humanitaria.

Hace apenas unas horas en un restaurante de Ciudad Juárez, Chihuahua, Margarita Zavala y su esposo fueron acremente increpados, a gritos les dijeron que en aquella ciudad “no eran bienvenidos”.

Esta misma escena puede repetirse, en Nuevo León, en Durango, en Sinaloa, incluso en Michoacán, donde María Luisa “Cocoa” Calderón perdió dos elecciones. Pero sobre todo puede ocurrir en Sonora, en la tierra donde alguna vez estuvo una Guardería llamada ABC. Y es que el pueblo sonorense jamás, jamás olvidará la tragedia ahí ocurrida.

Del otro lado de la esquina ya conocemos “la marca de la casa”. Moreno Valle juega rudo; pregúntenle a Melquiades Morales y a Mario Montero Serrano cuando contendieron por la Senaduría o pregunten a Mario Marín Torres y más recientemente a Blanca Alcalá Ruíz.

Rafael es un golpeador nato; evidentemente sus dotes como polemista no son las mejores, pero como estratega de guerra es inigualable.

¿Quién puede ser más vulnerable, Margarita o Rafael?

Desde este momento le podemos adelantar que si se diera el escenario para un debate, Margarita ya llegaría vapuleada, sacudida y flagelada.

Los Calderón Zavala le apuestan al olvido y a la desmemoria. Pero el pueblo mexicano jamás olvidará ese sexenio.

Por supuesto en el expediente de Moreno Valle también se observan oscuras manchas como Chalchihuapan o Facundo Rosas; pero nada comparable al genocidio que inauguró Felipe Calderón acompañado de su pasiva esposa.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.