Pero este fin de año la realidad que vivimos lejos de desencadenar emociones, nos lleva a cruzar los dedos y a elevar plegarias para tener la sabiduría de brincar tantos obstáculos en lo personal, en lo colectivo y como nación.

A nivel local en la aldea las expectativas sobre un nuevo gobierno, una nueva administración que encabezará Tony Gali se presentan limitadas en un entorno tan difícil y cuestionable, además de tener en cuenta que será una gestión de 22 meses, tiempo que no alcanza más que para administrar lo que se recibe de herencia.

Pero por el mismo proceso político que enfrentaremos del 2018, que tendrá seis elecciones la presidencial, de senadores, diputados federales, gobernador en este estado, diputados locales, presidentes municipales y regidores, las condiciones se tornan llenas de retos y con un ambiente de efervescencia y muy difícil de controlar.

Imagínese usted el grillerío.

Todos contra todos.

¡Sálvese quien pueda!

Rásquese con sus propias uñas.

¿Y las tareas de gobernar?

Tendrán que salir como es tradicional, trabajando cada quien para su santo, atropellando a los demás sin misericordia, pasando por encima de muchos valores y principios.

Y es que el botín político es rico y variado, y ante las variables en las que se desenvolverá la economía y la vida en el día a día, muchos están viendo que para hacer fortuna y nombre no hay como pertenecer a una estructura gubernamental para emparejarse y no terminar en el anonimato, tal como lo han  pensado muchos, unos señores de nombre Javier Duarte, Humberto Moreira, Tomás Yarrington y Mario Villanueva entre muchos.

Tema sobre el que habrá mucho para hablar con docenas y cientos de candidatos ávidos de “arreglarnos la vida”.

Ojalá y las cosas resulten llevaderas ante las asechanzas de entregarle al Ejército el control del orden y la paz en nuestro solar, en el que corremos el riesgo de enfrentar la violación a muchos derechos como el de la libre expresión, el libre tránsito y la libertad de reunión.

¡Se imagina!

Cabe la pregunta, ¿a quiénes les hemos entregado el poder para gobernarnos?

¿Qué han hecho con nuestra confianza y voluntad?

Es decir, les entregamos nuestro voto de confianza y a cambio  hemos recibido saqueos, inestabilidad, inseguridad, la extinción de una clase media, y nos han arrebatado la vida que la planeábamos con metas y satisfacciones.