“Los de abajo” no tenían otra opción, con todo y el riesgo que representaba.

Hoy esa arenga los mexicanos de diversas edades y niveles socioeconómicos la están haciendo por medio de las redes sociales, tras el gasolinazo con el que la federación cerró el año cortando de tajo aspiraciones, sueños, metas, y proyectos de muchos,  frente a una casta de privilegiados (pagados con nuestros impuestos) incrustados en las más altas esferas del poder   desde donde son capaces de pisotear hasta a su progenitora para conservar su posición de poder y escalar aún más alto.

Desde esos niveles se vive en una burbuja ajena al día a día de cualquier mexicano sin empleo, con jornadas laborales hasta de 20 horas, sin acceso a la medicina, sin posibilidades de comer ya no 3 veces al día, sino aunque sea una.  

Desde esos niveles no les preocupa el alza generalizada a los productos y servicios porque reciben dádivas de diferentes formas, comenzando por los vales de gasolina que les permite traer tanque lleno sin problema.

Desde esos niveles se desconoce que hay jefes de familia que hurgan en  los basureros para rescatar medios panes y bocados para alimentarse junto con su familia.

Se desconoce que en las instituciones del sector salud con todo y sus malestares muchos  consiguen una consulta a 10 meses de distancia, plazo en el que algunos casos las cosas se complican y “el derechohabiente” pierde la vida.

“Los de arriba” viven en un mundo tan ajeno, que en crisis como la actual, sus colaboradores en defensa de su chamba y posición se empeñan en esconder los alcances de lo que se vive fuera de esa esfera.

Producto de este contexto a los gobernantes “los destrozamos” sobre todo por medio de las redes, porque los percibimos cínicos, tontos, frívolos, insensibles.

¡Ya basta!

Con ese tipo de lambiscolaboradores los enemigos vienen en consecuencia.

Y hoy con el gasolinazo que trajo consigo la peor crisis de los últimos tiempos, los mexicanos cargados de problemas y sin opciones, están listos y preparados para hacerse escuchar y ser respetados por sus gobernantes.

Y en éste contexto hasta muchos de los que le ponían la cruz a AMLO hoy están dispuestos a jugársela con el que representa la tercera vía.

Mientras el presidente y su equipo han cumplido con su slogan de “mover a México” pero a su peor crisis; hay que reconocer que nunca antes alguien había podido unificar a ricos y pobres en este país, como hoy lo ha logrado la familia revolucionaria, con todo y su argumentación técnica en la perspectiva internacional del mercado de los energéticos.

¡Aguas! el 2017 nos trajo la peor crisis económica, política y social. Y los redentores ya comenzaron a proyectarse.

¡Aguas! para que no nos vuelvan a envolver mientras les somos útiles para después darnos una patada por el trasero.