Ahora en Puebla, con motivo de las próximas elecciones, muchas personas me han preguntado “por quién votar”, pregunta que a veces busca comprometerte y que la verdad resulta difícil de contestar, por lo que invariablemente contesto que en el ejercicio individual para decidir el voto, hay que decidir por aquel o aquella a la que tú le creas, pero ten presente que el creer en algo y en alguien, no forzosamente significa que “esto es la verdad”.
Así que siempre propongo unir el sentimiento con la razón.
Y aunque no es fácil, la verdad es que no falla, primero hay que analizar sin prejuicios pero con sinceridad cómo es la persona, cómo es su vida familiar y su vida profesional, teniendo en cuenta que nadie es perfecto, pero si una persona construye su vida con mentiras, la mentira siempre será su aliada
Algo a lo que los mexicanos no damos importancia y los analistas de la personalidad ubican como vital, es la vida familiar: cómo es como esposa o esposo, cómo es con sus hijos y si su nivel de vida y gastos van de acuerdo con sus trabajos.
Además, hay que recordar que dentro de la psicología de la personalidad hay técnicas para reconocer al mentiroso y con nuestros políticos y políticas es muy fácil analizarlos. Hay que observar sus expresiones, su visión y la elocuencia en sus discursos.
Si alguien pide el voto como habla normalmente, nos está diciendo la verdad. Si engola la voz y toma aquellos tonitos que usted y yo conocemos, entonces es mentiroso y hay que tenerle cuidado. No es una persona de fiar.
Es conveniente verle a los ojos y analizar sus ademanes, lo que en conjunto expresa muchas cosas de su auténtica personalidad.
¡Aguas! Cuando escuche usted aseveraciones de que van a exterminar la pobreza y que a Puebla la van a convertir en la capital y el estado de la felicidad. No se trague la mentira. Hay que decirles a nuestros políticos que queremos agua, luz, y sobre todo seguridad en las calles y en nuestras casas. Y esto sólo se logra trabajando en una comunidad unida y con empatía entre gobernantes y gobernados que van hacia la misma dirección: el bienestar para todos.
Pero si usted se quiere mentir, continúe en el mundo mágico en el que todo es posible conseguirlo con el toque de una varita mágica.
Lamentablemente, la vida es drásticamente diferente, pese a que nuestros políticos se empeñen en ofrecer soluciones mágicas y nosotros toparnos con la cruda realidad.
