Para los neoliberales resultaba más caro, producir maíz, frijol y arroz en nuestro territorio que comprarlo a países productores, principalmente a Estados Unidos. Para eso fuimos un país petrolero.

 

Y dejamos de producir esos alimentos y otros más en cantidad suficiente para cubrir nuestras necesidades y miles de millones de dólares provenientes de la venta de petróleo, por lo que se canalizaron a fin de comprar maíz forrajero y transgénico a Estados Unidos, frijol al Perú y arroz a países asiáticos.

 

El maíz que adquirimos no es para consumo humano, sino para forraje y se utiliza también para producir un combustible que sustituye al proveniente del petróleo, lo que lo hace más caro.

 

El derrumbe en el precio del petróleo, fenómeno internacional, hace que ahora no haya recursos suficientes para la adquisición de básicos y que éstos hayan aumentado su precio en perjuicio de personas de pocos recursos económicos.

 

Los productores de leche, constituyen ya en el país, “una especie en extinción”, ya que pequeños y medianos ganaderos están al borde de la quiebra, por la competencia desleal que les hacen empresas internacionales productoras de leche en polvo y de fórmulas químicas a las que llaman leche que se venden en grandes tiendas o supermercados.

Varias veces los productores de leche han lanzado un llamado de auxilio a l

 

as autoridades para que les ec

 

hen la mano y eviten el derrumbe total de esa actividad que dejaría en la calle a miles de pequeños productores y trabajadores de esa industria.

 

Ahora, quienes piden auxilio son los productores de miel de abeja y otros productos de la colmena, dado que sus abejas se están muriendo envenenadas por el uso de herbicidas, pesticidas e insecticidas en la agricultura que están provocando la desaparición de colmenas enteras.

 

Y como las abejas son las encargadas de realizar la polinización de las plantas, la agricultura en general se verá sumamente afectada y la producción alimentaria en México, bajará enormemente, como estaba ocurriendo en Alemania por estas mismas razones.

 

Los apicultores alemanes se pusieron a estudiar el problema y ellos fueron quienes encontraron que los productos químicos que se emplean en la agricultura moderna eran los peores enemigos de las abejas, principalmente uno que era producido por la empresa “Bayer” cien por ciento alemana.

 

Las autoridades del país germano intervinieron y prohibieron terminantemente los productos dañinos que estaban terminando con las abejas con grave peligro para la agricultura y la ganadería.

 

Pero estamos en México y es probable que las autoridades le saquen a prohibir a una empresa transnacional, tan importante como la Bayer, producir los insecticidas y herbicidas que pueden acabar con la agricultura y la ganadería nacionales.

 

El peligro es real. Lo han expuesto ante El Barzón Poblano, los productores de miel locales.

 

Dicen que aquí los más dañinos son los productos provenientes de la empresa “Monsanto” que se utilizan en forma indiscriminada en regiones como Tepexi de Rodríguez, Sierra Norte, Tecamachalco y otras regiones productoras.

 

Señalan en su denuncia que en Puebla la producción de miel, bajó en un 50 por ciento en relación con el año pasado.

 

México ocupa el sexto lugar en el mundo como productor del dulce que producen las abejas y el tercero en exportación de ese producto.

Más de 2 mil productores poblanos se han visto afectados por este problema.

 

Una productora de la región de Tepexi dijo que hace dos años tenía 500 colmenas y este año se redujeron a 350 únicamente, ya que colmenas enteras desaparecieron o murieron a consecuencia de la contaminación.

 

Los insecticidas de la marca “Monsanto”, dicen, son los más perjudiciales y son utilizados por los agricultores en forma indiscriminada y sin decirles a ellos para que tomen sus precauciones.

 

Piden, a través de El Barzón Poblano, la intervención de la Sagarpa y de las autoridades estatales del ramo, para frenar el problema que ese sí, es un serio peligro para Puebla y para México.

 

La miel mexicana se exporta a países como Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda del Norte, Arabia Saudita y Bélgica.

 

En el 2008, la producción fue de 57 mil toneladas en el año, con una tasa media de crecimiento de 0.35 por ciento. Los productores suman 43 mil.

 

Pero la caída de la producción este año es alarmante y si no se toman medidas para parar el problema, en poco tiempo será una verdadera catástrofe ecológica.