Qué viene a hacer Trump a nuestro país: viene a dialogar con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto que invitó a los dos aspirantes a la presidencia estadounidense: Trump y Hillary Clinton, para dialogar sobre problemas comunes, pues somos la frontera sur de los gringos y esa frontera tiene más de 3 mil kilómetros de longitud.

 Hay quienes creen que dialogar con Trump es perder el tiempo, pues su ideología racista, su ignorancia de la política exterior entre México y su país, su mentalidad antiinmigrante, sus prejuicios, etc., le impedirán entender porque nuestros dos países, deben mantener relaciones amistosas, respetuosas y de cooperación mutua.

 El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, opina que la idea de Peña Nieto, de reunirse con los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos, es buena, pues el diálogo y no el enfrentamiento es lo que debe prevalecer entre dos pueblos que son y seguirán siendo vecinos.

 Sin embargo, considera que Trump con esta visita inesperada, pretende “lavarse la cara” por las declaraciones que ha hecho a lo largo de su campaña contra los latinos, que le han valido estar debajo de Clinton en las encuestas.

 Vamos a esperar a ver qué sale de todo esto.

 Hoy es el día del informe presidencial, el cuarto del presidente Peña Nieto. El formato de los informes ha variado desde el presidente Ernesto Zedillo a la fecha.

 A Vicente Fox no se le permitió la entrada al recinto parlamentario y a partir de entonces, se terminaron las ceremonias imperiales, en las que el presidente en turno, hacía un recorrido en coche descubierto, escoltado por motociclistas y cadetes de caballería del Heroico Colegio Militar, en medio de una enorme valla de campesinos, obreros y burócratas, todos acarreados, que lo aclamaban, mientras personas colocadas en los balcones y azoteas de los edificios adyacentes, lanzaban al aire papelitos de colores.

 Ese tipo de ceremonias apoteósicas, definitivamente se acabaron, quedaron en la memoria de muchos mexicanos para que les cuenten a sus nietos, como eran los informes presidenciales en sus tiempos.

 El informe que hoy rendirá Peña Nieto, será diferente a los otros. Entregará el documento a la directiva del Congreso y en la tarde-noche, se reunirá con 300 jóvenesde diversos sectores sociales para dialogar con ellos.

 Dicen que no habrá nada preparado: los jóvenes podrán preguntar lo que quieran y el presidente responderá a sus preguntas.

 No se permitirá, eso sí, el acaparamiento del micrófono, es decir, se evitará el protagonismo que muchas personas, sobre todo con aspiraciones políticas, utilizan para llevar agua a su molino.

 Se acabaron, por lo menos por ahora, la reunión solemne de los poderes fácticos: gobierno, empresarios, clero católico y representantes de otras iglesias; dirigentes obreros y campesinos, gobernadores, algunos presidentes de municipios importantes y dueños y directivos de medios de comunicación, principalmente electrónicos. Y también invitados especiales.

 El gobierno federal o mejor dicho, el presidente de la República, trata de adaptarse a los nuevos tiempos, estableciendo un diálogo abierto con quienes representan el futuro de este país. Con sus jóvenes.

 El mundo político y empresarial no se ha mostrado muy contento con esta modalidad, pues les quita reflectores, ya que por lo general, políticos y empresarios, así como líderes de sectores, etc., aprovechaban la ocasión para hacer declaraciones que les permitieran pararse el cuello y llevar agua a sus respectivos molinos. Vamos a ver como sale este nuevo experimento.

 Por su parte, los disminuidos contingentes de la CNTE y sus aliados harán lo que mejor saben hacer, una manifestación de protesta contra la reforma educativa y pedirán la abrogación de la ley que la le dio vida.

 La CNTE persiste en su estrategia de oponerse frontalmente al gobierno, con cierres de carreteras, plantones frente a centros comerciales, con quema de autobuses, transportes de carga, etc., con lo que ya está cansando a la población.

 Sus llamados al paro general de maestros en este inicio de año escolar, sólo han tenido resultados ya muy parciales, en Chiapas y Oaxaca. En Guerrero y Michoacán las clases se iniciaron en casi la totalidad de los planteles escolares y en Oaxaca, padres de familia ya están enfrentando a los mentores para obligarlos a trabajar, independientemente de que continúen tratando sus asuntos con las autoridades, pero sin perjuicio para los niños.