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Viernes, 28 Octubre 2016 03:20

Pólvora en los puños y el callejón de los madrazos




Written by  Arturo Rueda

Si Moreno Valle no es suavecito, Eukid es un fajador temible. Es obvio que esto no acaba aquí. Que la respuesta deberá ser directa y contundente, ya que en el callejón de los madrazos va a perder quien dé un paso atrás. Es una circunstancia no calculada, pero que puede ser aprovechada, aunque al gobernador poblano le estorban sus últimos tres meses


Podrán tratar de cubrirlo como quieran, pero Ricardo Anaya impactó con violencia un jab seco a la mandíbula del morenovallismo con la destitución-renuncia de Eukid Castañón a la vicecoordinación política de la fracción panista en San Lázaro. El pretexto es la rebelión en la votación de la Ley de Ingresos. El motivo real es que el queretano va a devolver golpe por golpe que reciba del gobernador Moreno Valle que recibió la noticia del descontón de camino a Colombia para acudir a la Cumbre Iberoamericana. El golpe no es para nocaut, pero el ‘Niño Maravilla’ tiene dinamita en los puños.

 

La destitución de Eukid es la punta del iceberg, porque las amenazas del queretano son todavía mayores en caso de que el poblano quisiera armar una rebelión contra Marko Cortés al interior de la bancada panista: iniciar procesos estatutarios en contra de todos los poblanos que secundaron la revuelta en la votación de la Ley de Ingresos e incluso iniciar el proceso de expulsión bajo el cargo de quebrantar la unidad interna de la bancada. Esos procesos aplicarían a todos los poblanos, excepto a Juan Pablo Piña Kurzcyn y a Sergio Gómez Olivier, los dos que no se saltaron las trancas.

 

Castañón, quien se ha hecho fama de temible y duro a lo largo del sexenio, se vio obligado a aceptar la condiciones que le impuso Marko Cortés para entregar su vice coordinación a cambio de que sus compañeros poblanos no sufrieran las represalias de una línea política que fue dictada desde Casa Puebla. Un comunicado decente, en el que se le dio la oportunidad de justificar que él entregó su renuncia, cerró el capítulo con victoria momentánea para los anayistas.

 

De fondo, el arrebato de furia de Anaya no hace más que volver visible lo que siempre se supo: que aun desde el comienzo de la legislatura, el queretano incumplió sus compromisos y bloqueó el crecimiento de Eukid como una forma de no darle más influencia a Moreno Valle. Le falló a Madero cuando no le entregó la coordinación parlamentaria y le falló al gobernador poblano cuando no le dio a Eukid la presidencia de la Comisión de Hacienda.

 

Luego, lo metió a la pelea por la presidencia de la Mesa Directiva, junto con prominentes pedigrís del albiazul, solamente para volver a negársela y entregarla a dos perfectos desconocidos. Así juega el ‘Niño Maravilla’, pero a esta altura su clóset ya acumula muchos cadáveres. Su ambición sin límites ha hecho visibles todas sus traiciones en muy corto tiempo.

 

Pero la destitución sí tiene impacto en el corto plazo, pues en dos semanas deberá quedar definidas las reasignaciones del Presupuesto Federal para 2017. Aunque la mayor parte de recursos para Puebla ya están etiquetados gracias a la negociación directa entre Moreno Valle y José Antonio Meade, quedaron en el aire los proyectos de gestión para cada diputado de la bancada poblana, así como otra treintena de diputados federales que simpatiza con el proyecto del gobernador poblano.

 

Anaya, a través de Marko Cortés, ya advirtió a los poblanos que, salvo Piña Kurczyn y Gómez Olivier, sus proyectos de gestión legislativa no recibirán recursos. Es decir, se quedan sin moches. A la treintena de diputados federales que simpatizan con el proyecto morenovallista se les instó a bajar de ese barco si quieren sus recursos. Por lo menos la mitad, afirman, aceptaron el trato.

 

Anaya ha comenzado la tarea de demolición del poder de Moreno Valle al interior de Acción Nacional: no le respondió con palabras, sino con hechos. Pero el gobernador poblano no es suavecito y también tiene un upper cut poderoso. Llegaron rápido al callejón de los madrazos.

 

En medio de la pelea habrá que mirar cuidadosamente el papel de Antonio Gali Fayad. Al gobernador electo no le convendría comprar la bronca, pero deberá hacerlo por lealtad a su amigo Moreno Valle. Pero entonces se activa la hipótesis de que en realidad Juan Pablo Piña no fue traidor al morenovallismo, sino que se quedó en el bando de Anaya para servir como interlocutor con el presidente del CEN albiazul.

 

Si Moreno Valle no es suavecito, Eukid es un fajador temible. Es obvio que esto no acaba aquí. Que la respuesta deberá ser directa y contundente, pues ya en el callejón de los madrazos va a perder quien dé un paso atrás. Es una circunstancia no calculada, pero que puede ser aprovechada, aunque al gobernador poblano le estorban sus últimos tres meses como gobernador constitucional para poder dar la batalla que desea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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