El ‘sin amigos’ Anaya como lo ha bautizado el periodista Raymundo Riva Palacio, demostró que como boxeador tiene mandíbula de cristal: se mueve bien, impacta sólido y su juego de pies es ágil, pero al primer golpe que recibe se va a la lona y el réferi empieza al conteo. La exhibición de sus lujos en Estados Unidos y sus enredos posteriores para justiciar el origen de esa riqueza lo hicieron morder el polvo al interior de Acción Nacional. Como muestra de su debilidad inesperada el queretano ha aceptado ceder spots a sus competidores por la candidatura presidencial.

 

Así, en fecha próxima, Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle aparecerán en pantalla nacional compartiendo espacio en los spots que corresponden a Acción Nacional y que antes monopolizaba Anaya. El gobernador poblano ganó la guerra que inició hace un par de meses ya que consiguió doblegar a quien, según sus palabras, no vale nada como político porque no tiene palabra.

 

La derrota de Ricardo Anaya es contundente y su promisoria figura en el escaparate de la política nacional perdió brillo. Así de opacos son los orígenes de su riqueza como lo es ahora su prestigio: una columna de Ricardo Alemán y una nota de ocho en El Universal bastaron para someterlo, exhibirlo y humillarlo.

 

Lo peor es que enfrascado en el conflicto interno con los presidenciables, la exhibición de sus lujos también sacó a relucir su carencia de aliados: salvo los coordinadores parlamentarios en el Congreso, nadie defendió el prestigio de Anaya y fue él mismo quien debió deambular de medio en medio con sus explicaciones redundantes.

 

Hace una semana lo escribimos: la combinación de la golpiza a Anaya y la derrota de Hillary Clinton dejaron en la incertidumbre la definición de la carrera presidencial en el PAN. La esposa de Calderón puede seguir liderando las encuestas de conocimiento, pero una contienda real es diferente y ya se vio qué puede ocurrir tras el estrepitoso fracaso de la esposa de Bill Clinton.

 

Fiel a su estilo, mitad fajador, mitad negociador, Moreno Valle sigue avanzando por más que sus malquerientes deseen lo contrario. Anaya ya cedió en ceder spots, y la esposa de Calderón en su visita a Puebla, no tocó ni con el pétalo de una rosa al gobernador poblano pese a las esperanzas de los panistas tradicionales que esperaban críticas y censuras. Lalo Rivera se quedó con las ganas de que alguien le hiciera segunda en sus reclamos.

 

Pero hay nuevos datos para evaluar la carrera.

 

Ayer, El Universal publicó una encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica para evaluar el impacto del escándalo de Ricardo Anaya, donde se muestra que se dobló su percepción negativa al pasar de 21 % a 40 %. Pero ese no es el dato más relevante.

 

Según GCE, en carambola al derrumbe de la imagen de Anaya, Moreno Valle desplazó al dirigente nacional del segundo lugar en el ranking de favoritos para hacerse de la candidatura presidencial del PAN. Es la primera vez que esto ocurre en 2016: aunque la esposa de Calderón sigue en el primer lugar, el poblano sigue escalando pian pianito.

 

A la pregunta “¿Quién cree usted que sería el mejor candidato del PAN para presidente de México?”, la tendencia se mantiene del mes pasado a noviembre. El 38 % considera que Margarita Zavala sería la mejor; 12 % asegura que Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla y 6 % dice que Anaya.

 

Este resultado es sorprendente por donde se le quiera ver, ya que demuestra que la estrategia arriesgada de jugar en el límite de la promoción legal dio resultados. Y si Anaya cumple —por lo menos en esta ocasión—, ya no tendrá que arriesgar una sanción mayor del INE dado que aparecer en los spots del PAN resolverá el problema del posicionamiento, aunque deberá seguirse tejiendo en la creación de una estructura nacional.

 

Para cerrar este ciclo virtuoso, la derrota de Hillary exhibió el escaso brillo que trae la esposa de Calderón. Quienes acudieron a verla en su mitin en Puebla tienen la misma opinión que los extraviados que gastaron 200 pesos en comprar su libro autobiográfico: la señora no trae discurso y se mueve entre la ‘buena onda’ y los lugares comunes. Lógico, nunca ha gobernado ni ha tenido experiencia de primer nivel.

 

Algunos adictos de Lalo Rivera se rindieron a la evidencia. Muy en corto comentaron: ‘si hay un debate, Moreno Valle la va a despedazar’.

 

 

Hasta aquí mi reporte sobre la disputa de la candidatura presidencial del PAN… hasta este momento.