Tuesday, 19 de March de 2024

Martes, 01 Marzo 2016 02:40

Blanca también es rehén de la competencia Beltrones-Osorio Chong




Written by  Arturo Rueda

A los ojos del Peña Nieto, la disputa de esa candidatura pasa por los resultados que ambos ofrezcan en la elección de las 12 gubernaturas en disputa, aunque no necesariamente sus gallos sean candidatos. De hecho, Beltrones no pudo colar a nadie de su grupo político a las candidaturas: Marco Antonio Bernal en Tamaulipas y Enrique Doger en Puebla eran sus cartas fuertes y ninguna prosperó.


Además de sufrir las pequeñas mezquindades y traiciones de los priistas poblanos, Blanca Alcalá también es rehén de la lucha por la candidatura presidencial del PRI en 2018. Apenas terminó su protesta ante la asamblea de 16 mil delegados cuando el presidente nacional de su partido, Manlio Fabio Beltrones, destapó la granada al señalar que el tricolor falló a la hora de negociar su coalición con Nueva Alianza y el PT. “Quizá nos faltó poder de convencimiento”, afirmó el sonorense, disparando un dardo envenenado que no todos quisieron entender.

 

Específicamente, ¿a quién le faltó poder de convencimiento? ¿A él mismo en su calidad de presidente del CEN. ? ¿A Ana Isabel Allende como dirigente estatal? ¿A la propia candidata como impulso de los acuerdos?

 

Por supuesto que no. Ni Beltrones ni la dirigente, ni la candidata, ninguno de ellos, estuvo sentado en la mesa de las negociaciones para amarrar la coalición que mataría al morenovallismo al aglutinar 42 puntos porcentuales. La mesa de negociación estaba en Bucareli, pues Osorio Chong tiene el control del PANAL, a través de Juan Díaz de la Torre, y también era la ventanilla para cobrarle al “Profe” Anaya los favores para que superviviera su franquicia del PT. Si alguien fracasó, lo dijo Beltrones sin decir su nombre, fue el secretario de Gobernación.

 

Aunque ninguno tiene el poder de decisión, Manlio Fabio Beltrones y Miguel Ángel Osorio Chong se encuentran en la fase más álgida de la disputa por la candidatura presidencial. A fin de cuentas, si tomamos en cuenta el sondeo presentado ayer por El Financiero —la primera encuesta de Alejandro Moreno en ese diario— son los dos priistas mejor posicionados, y según parece, tempranos finalistas. Uno representará la continuidad del peñanietismo —el titular de Bucareli—; el otro, Beltrones, el cambio dentro de la continuidad.

 

A los ojos del Peña Nieto, la disputa de esa candidatura pasa por los resultados que ambos ofrezcan en la elección de las 12 gubernaturas en disputa, aunque no necesariamente sus gallos sean candidatos. De hecho, Beltrones no pudo colar a nadie de su grupo político a las candidaturas: Marco Antonio Bernal en Tamaulipas y Enrique Doger en Puebla eran sus cartas fuertes y ninguna prosperó. Lo más suyo que puede considerarse ahora es Héctor Yunes en Veracruz, metido en un auténtico brete por el impresentable Javier Duarte.

 

Osorio Chong, a su vez, se quedó con su plaza Hidalgo al cambiar de caballo y apostarse por Omar Fayad, pese a que su primera opción era Nuvia Mayorga. Los gobernadores impusieron sus delfines en Chihuahua, Durango, Tlaxcala y Zacatecas. En Tamaulipas se entregó la responsabilidad a Luis Videgaray con Baltazar Hinojosa. Sinaloa, Aguscalientes y Oaxaca son apuestas personalísimas del presidente Peña Nieto, y en Quintana Roo todavía no le encuentran la cuadratura al círculo.

 

El caso Puebla es extraño, una vez que Blanca es apadrinada por Emilio Gamboa con apoyo de Osorio Chong, aunque este último parece que lo hizo más por quitarle la posición a Beltrones, que por un genuino deseo de ver a la senadora con licencia como gobernadora. Una apuesta utilitaria del titular de Segob que no necesariamente tiene que fructificar.

 

Por ello es que Beltrones le manda la “bolita” a Osorio Chong. No falló él, presidente del CEN tricolor, sino Bucareli, donde se hacían las negociaciones para las coaliciones. La responsabilidad del sonorense era sacar candidatos sin rupturas, y solamente se le hizo bolas el engrudo en Quintana Roo por su atrabiliario gobernador.

 

“Fallamos en la negociación”, dijo Beltrones, y con eso lo dijo todo. Fue a Osorio Chong, primer lugar en los sondeos presidenciales, a quien le faltó voluntad de convencimiento. O por lo menos es la visión del sonorense.

 

Pero cuando uno lee otras señales, entonces las cosas quedan más claras porque hay alianzas de facto que no pasan por los cauces de la normalidad. El domingo se vio a Gerardo Islas con el candidato priista Héctor Yunes en Veracruz, reforzando la idea de que Moreno Valle ayuda en ese estado al PRI a ganar a Miguel Ángel Yunes. Y al mismo Islas luego se le vería en Hidalgo con Omar Fayad enviando saludos poblanos, pese a que Francisco Xavier Berganza —ex coordinador de asesores del gobernador poblano— es candidato en ese estado por el PAN.

 

Con todos estos datos, el que entendió, entendió

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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