Friday, 26 de April de 2024

Martes, 15 Marzo 2016 02:52

La Trampa de las Tres Alegres Comadres




Written by  Arturo Rueda

¿Con quién ganaba más el morenovallismo? ¿Con un candidato pelele, decorativo, como Julián Rendón o Arturo Loyola, o con una mujer congruente que es capaz de arrebatarle votos al mismo segmento al que se dirige Blanca Alcalá?


De lo más radical a lo simplemente ligth, el segmento de votantes antimorenovallistas tendrá un menú variado para elegir entre las tres candidatas mujeres a la minigubernatura. Desde la crítica hard, surgida del hígado y el resentimiento, con Ana Teresa Aranda, a la postura crítica consistente, con Roxana Luna, y por supuesto, la oposición discursiva simplona de Blanca Alcalá. El morenovallismo probablemente festeja la postulación de las tres mujeres en vez de lamentarlo, pues en vez de enfrentar un frente único, ahora verá cómo Las Tres Alegres Comadres se reparten los votos de los poblanos inconformes diluyendo la posibilidad de triunfo de la priista.

 

Sin querer queriendo, es probable que la postulación de Roxana Luna por el PRD sea una buena noticia inesperada. La ex diputada federal consolida así una carrera meteórica, pues apenas en 2012 llegó a San Lázaro por la vía plurinominal. Y aunque responde en concreto a los intereses de Héctor Bautista, líder de la tribu ADN, se le puede acusar de todo menos de oportunista. Luna Porquillo ha sido una crítica consistente del régimen morenovallista y ha pagado el costo de convertirse en oposición.

 

No se trata de hacerle una hagiografía y hacerla pasar por una santa, ni tampoco negar que detrás de ella se mueven poderosos intereses —lo cual es una obviedad en política—. Pero al tratarse de una opositora consistente, y no de una oportunista, sin duda representa una alternativa más sólida para muchos votantes que dudan de sufragar por el PRI y Blanca Alcalá. Es decir, la crítica en Roxana es creíble, mientras que en la senadora con licencia no.

 

¿Con quién ganaba más el morenovallismo? ¿Con un candidato pelele, decorativo, como Julián Rendón o Arturo Loyola, o con una mujer congruente que es capaz de arrebatarle votos al mismo segmento al que se dirige Blanca Alcalá? ¿No habrá sido una perversidad más del régimen o simple buena suerte?

 

La meteórica carrera de Roxana se define a partir de Chalchihuapan: la defensa de las juntas auxiliares y hechos posteriores que culminaron en la muerte del menor José Luis Tehuatle, así como la filtración a El Universal de una conversación telefónica con Héctor Bautista la elevaron al estrellato. Pero, ya se sabe, las comadres de Chalchihuapan comenzaron a devorarse entre ellas mismas ante la posibilidad de cobrar una jugosa cantidad por la indemnización de la muerte del niño, y entonces Roxana fue expulsada del movimiento por Elia Tamayo y Araceli Bautista.

 

Pero si a usted le gustan las posturas hard, por muy alejadas de la realidad que parezcan, todo indica que Ana Teresa Aranda va a lograr el aval del IEE para convertirse en candidata independiente, con lo que sumará una opción más al espectro de electores antimorenovallistas. Es la figura ideal de los “Rafafóbicos”, pues ha prometido meter a la cárcel al gobernador en caso de obtener la victoria. Si usted odia en verdad al régimen, Ana Tere es su candidata.

 

¿Qué discurso puede articular Blanca frente a la crítica consistente de Roxana y el radicalismo de Ana Tere? Carece de la congruencia de la perredista y el estilo de “La Doña” le causa un repele a partir de su forma de visualizar la política.

 

Imaginemos el debate, por ejemplo. Las Tres Alegres Comadres tundiendo a Antonio Gali a placer. Ana Tere con sus fobias, Roxana recordando sus muchas luchas en el sexenio, y Blanca haciendo crítica cosmética. Es evidente que se van a robar el voto entre ellas mismas. ¿O no?

 

Si Roxana Luna logra elevar al PRD, a digamos, un 8 % de la votación, esos votos no van a provenir del morenovallismo, sino de simpatizantes blandos del PRI. Y si Ana Tere lograra consolidarse hasta un 5 o 6 % de la votación, una parte vendrá del panismo más ultraderechista, pero también de quienes habrían considerado favorecer a Blanca.

 

Y un escenario de declinación a final de campaña es probable, pero en el caso de Roxana Luna es inviable: no cabría la trastada de levantarle la mano a la candidata del PRI, pues eso le haría perder su senaduría en 2018. Y aunque Ana Tere sí puede hacerlo, quedarían evidenciados los intereses para los que trabajó.

 

Creo que esto de las Tres Alegres Comadres es una trampa para la que hay pocas salidas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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