Susana Cuautle Osorio intentó ser madre en muchas ocasiones y fue hasta después de los 40 años cuando lo logró con Renata Valentina, a quien enterró en la comunidad San Baltazar Quetzalapa,perteneciente a Huatlatlauca, luego que su hija fuera asesinada de manera imprudencial en la guardería de la Sedesol Pequeños Triunfadores el miércoles pasado.

En medio de humo de incienso, el ataúd blanco partió de la casa de los abuelitos de la pequeña hacia la iglesia de la comunidad en donde le oficiaron una misa de cuerpo presente para después llevarla al panteón.

La pequeña fue cargada por uno de sus tíos, mientras su madre no paraba de llorar y exigir justicia, ya que hasta el momento la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha detenido a alguna persona por este fallecimiento que se dio en dicho establecimiento en la colonia Alseseca, en Puebla capital.

Cerca del mediodía del viernes, Renata fue despedida por familiares y un grupo de campesinos de esta comunidad, quienes portaron flores blancas.

“Es doloroso porque fue un embarazo de alto riesgo”

Renata era todo en la vida de Susana y después de su nacimiento consideraba que era lo mejor que había pasado en toda su vida, contó a CAMBIO el hermano, Javier CuautleOsorio.

“Ella es madre soltera. Es doloroso porque fue un embarazo de alto riesgo”, dijo con la voz entrecortada.

La familia Cuautle Osorio visita su comunidad de origen de vez en cuando, ya que por falta de oportunidades en esta parte de la Mixteca, prefirieron establecerse en la capital del estado desde pequeños.

Sin embargo, regresaron la noche del jueves para enterrar a Renata. “No quisimos enterrarla en Puebla porque de alguna forma le tenemos cariño a esta tierra, de aquí somos, preferimos que fuera aquí, lejos de los medios”, comentó.

Javier relató el momento en el que recibió una llamada por parte del personal de la guardería para informarle que la bebé de 19 meses “había quedado dormida y ya no despertó”.

“Cuando me avisaron, fui pero el lugar estaba lleno de paramédicos. Todos para una bebé en un pequeño cuarto, media hora tardó en llegar la ambulancia de Cruz Roja, después 066 y al final Protección Civil, no nos dejaban entrar (…) Después, nos informaron que cuando trataban de reanimarla, que ya había muerto, resultó con costillas fracturadas”, contó.

El día siguiente, Susana encabezó una rueda de prensa en la ciudad de Puebla para dar detalles de cómo se enteró que su hija había perdido la vida en manos de una de las encargadas de cuidar a los pequeños.

El viernes pasado, la Fiscalía informó que ya está buscando a esta persona que laboraba en la estancia infantil, luego que la necropsia revelara que la bebé sufrió una fractura en el cuello. Una muerte imprudencial.