La violencia extrema que se ha ejercido contra las víctimas de feminicidio en Puebla no fue la excepción en el caso de la joven hallada el pasado martes en la zona de Valsequillo, ya que de acuerdo con los resultados de la necropsia, él o los agresores no se conformaron con matarla por estrangulamiento, sino también la desnudaron, la golpearon en diversas partes del cuerpo, además de desfigurarle el rostro.

En este caso que es investigado por la Fiscalía General del Estado (FGE) en completo hermetismo, no se ha revelado si ya se ubicó a los presuntos responsables del crimen ni la identidad de la mujer que, por su estado físico, no han logrado identificarla.

De acuerdo con reportes del Servicio Médico Forense (Semefo), la chica de quien sólo se sabe tiene entre 20 y 25 años de edad, murió a causa de una “asfixia mecánica por estrangulamiento”, presuntamente provocada con el mecate que tenía enredado en el cuello al momento de ser hallada.

Asimismo, se detalló que presentaba un “traumatismo craneoencefálico severo y trauma cerrado profundo de tórax”. Aunque en estas lesiones el Semefo detalló que no se tenía la mecánica con la que se produjeron, se presume que pudieron derivarse de los múltiples golpes contusos que tenía el cuerpo y principalmente el rostro, los cuales pudieron haber sido provocados con las manos o con algún objeto.

Extrema violencia: característica de los últimos feminicidios

Aunque muchos de los casos de feminicidio suelen tener como característica la violencia por parte del agresor, los ultimo cinco casos han destacado no sólo por su frecuencia sino por la saña con la que los agresores asesinaron a sus víctimas.

Tania, la estudiante de la BUAP habría sido estrangulada con una cadena atada a una mesa; Karla fue metida en una bolsa y abandonada en un terreno baldío tras ser ultimada; Gizeh recibió casi una veintena de puñaladas, le cortaron algunos dedos y la aventaron de un puente; mientras que el último caso en Loma Bella, el esposo de Arely le habría pasado su vehículo por encima.