A punto de terminar el debate, sin haber podido asestar una herida a su rival y rebasada en protagonismo por una candidata independiente, Blanca Alcalá Ruiz suplicó a Roxana Luna y Ana Teresa Aranda declinar en su favor y sumarse a su proyecto. Así, la priista perdió la última oportunidad que tenía para acercarse a Antonio Gali en las encuestas. 

El encuentro, que se supuso diseñado para proteger al candidato panista y que se vio amenazado de censura en caso presentar ofensas, resultó todo lo contrario, pues los contrincantes se pegaron con gusto y se dieron el lujo de emplear calificativos como “tramposo”, “mentiroso”, “tirano”, “dramático”, entre otros. 

Gali Fayad se ciñó al guion de mantener su ventaja y se concentró en dar a conocer sus propuestas, aunque no rehuyó al choque directo con Alcalá Ruiz, pues a Roxana y a Ana Tere las ignoró olímpicamente. 

Precisamente, Aranda Orozco tuvo un desempeño notable en todos los segmentos y réplicas, aunque dirigió todo su fuego en contra del candidato panista. 

Mientras, la perredista Roxana Luna tropezaba una y otra vez con las palabras, pese a que se dedicó a leer un discurso preparado. 

Afuera del Complejo Cultural Universitario (CCU) los priistas hacían de las suyas, ya que desde un camión aventaron cerdos pintados de azul que provocaron la indignación por el maltrato animal. 

El profesor Abraham Quiroz decepcionó hasta a sus partidarios, toda vez su tono cansino y sin energía, además de la falta de argumentos contundentes, provocaron somnolencia. 

La locutora Vicky Fuentes cumplió con su papel de moderadora, sin ningún tipo de error. 

No hubo expulsados 

Ninguno fue expulsado. No llegaron a las groserías pero sí a calificativos como “tramposo”, “mentiroso”, entre otros. Pese a todo, la estrategia conjunta de Ana Teresa Aranda, Blanca Alcalá Ruiz y Roxana Luna para lanzarse en conjunto contra Antonio Gali Fayad, solamente benefició a la candidata independiente, quien resultó más contundente y certera que la priista. 

Las acusaciones de enriquecimiento ilícito y de contrastar quién hizo más a su paso por la Alcaldía de Puebla monopolizaron el choque entre el candidato de la coalición Sigamos Adelante, Antonio Gali Fayad y Blanca Alcalá Ruiz del PRI. 

La primera que dio el “golpe” fue la priista cuando acusó de “miedoso” al puntero en las encuestas, de quien destacó que no se había atrevido a hacer pública su declaración 3de3 que impulsa el IMCO y Transparencia Mexicana. Evidenció que no fue asesorada antes, pues para las 20:00 horas que arrancó el debate entre los cinco aspirantes a suceder a Rafael Moreno Valle, Gali Fayad ya había transparentado su declaración patrimonial, fiscal y conflicto de interés. 

El primer señalamiento no distrajo al abanderado blanquiazul, sino hasta la mitad del encuentro, donde pidió a los poblanos no regresar al pasado que “avergonzó”, por lo que mostró una imagen en la que aparece Alcalá Ruiz con el ex gobernador Mario Marín Torres, quien según Gali, está detrás de la campaña priista. 

“La candidata aquí está con su verdadero padrino, con Mario Marín, un gobierno que dejó un estado endeudado, en la pobreza, por eso hablo de no regresar al pasado, de seguir construyendo, de no creer en una candidata que presenta su declaración 3de3 y no nos dice la verdad. Que nos diga por qué omitió las 45 casas, el edificio que tiene”, señaló el abanderado blanquiazul. 

Tras ser exhibida, Alcalá Ruiz recurrió al discurso que ha mantenido en las últimas semanas de acusar difamación en su contra, y revirar con señalamientos en el sentido de que Gali tiene una residencia de más de 70 millones de pesos. 

En medio de los otros tres candidatos, la independiente Ana Teresa Aranda Orozco, la perredista Roxana Luna y Abraham Quiroz de Morena, el candidato del PAN, Panal, PT, PSI y Compromiso por Puebla dejó en claro que su fortuna no podría ser criticable porque es lícita, en todo caso –concluyó–, Alcalá tendría que explicar de dónde se hizo rica, pues no tiene un antecedente empresarial como él. 

El nado sincronizado 

Pero no sólo Blanca cuestionó a Gali Fayad, a esta línea se sumó la independiente Ana Teresa Aranda Orozco, Roxana Luna del PRD y hasta Abraham Quiroz, quien con su voz pausada exigió en una ocasión que explicara el por qué no concluyó su periodo como presidente municipal de la capital del estado. 

Aranda, quien siguió con su discurso antimorenovallista fue quien más calificativos emitió y la única en mencionar al gobernador Rafael Moreno Valle, ya que Blanca y Roxana únicamente hicieron alusión a las acciones de gobierno. 

“Aquí solamente hemos escuchado bravatas y amenazas desgraciadamente”, refirió el candidato panista, casi al final del encuentro que se realizó en el Complejo Cultural Universitario (CCU) de la BUAP la noche del jueves. 

Gali Fayad hizo referencia a los señalamientos de las tres mujeres que participan en esta jornada electoral, quienes coincidieron en plantear que de ganar la elección del próximo 5 de junio, encarcelarán a los funcionarios corruptos. 

Previamente, Alcalá Ruiz se deslindó de Marín Torres al justificar que se “manda sola”. 

Roxana se trabó durante el debate en múltiples ocasiones, incluso hubo momentos en los que se quedó callada, mientras que Quiroz no pasó de presumir su historia académica y de señalar que él sí es un verdadero ciudadano que participa por primera vez en una elección. 

Las súplicas 

Fueron pocas las propuestas: la eliminación y reducción del Impuesto sobre Nómina (ISN), inversión carretera, reducción de gastos en imagen pública, becas educativas, entre otras; los señalamientos protagonizaron el encuentro. 

Al final de su participación, la priista invitó públicamente a sus dos contrincantes mujeres a sumarse a su proyecto, a “luchar juntas” ante lo que llamó una elección de estado. 

“Desde hoy, invito a Ana Tere y a Roxana para que hagamos juntos este esfuerzo. Vamos a dar lo mejor de nosotras mismas. Los invito a todas y a todos a que hagamos el 5 de junio la gran fiesta de la democracia”, exhortó. 

De forma similar, Roxana pidió la solidaridad de las mujeres para ganar el 5 de junio en las urnas: 

“A las mujeres les quiero pedir su solidaridad, que con ese amor con el que cuidan a su familia yo voy a gobernar Puebla. A los hombres les quiero pedir su tolerancia y su respeto para garantizar y demostrar que podemos recuperar la dignidad”.

Finalmente, para Aranda Orozco, el voto duro está entre los jóvenes “a quienes no les han cumplido”.