Wednesday, 01 de May de 2024

Jueves, 22 Septiembre 2016 02:17

Víctor Sánchez abandona a párroco asesinado en Veracruz

El arzobispo no acudió al sepelio de Alejo Nabor Jiménez pese a que expresó sus condolencias por el caso. La familia del sacerdote aseguró que quienes lo mataron fueron personas ligadas al crimen organizado; su hermano presume que el móvil del crimen no fueron los 5 mil pesos que le robaron al clérigo

  • Alberto Melchor / @AlbertoMelchorM



El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa abandonó a los deudos del párroco poblano Alejo Nabor Jiménez Juárez, asesinado en Veracruz el pasado lunes, al no asistir al sepelio realizado en la capital poblana y limitarse a expresar sus condolencias mediante un boletín publicado desde el día de los hechos.



Debido a que el clérigo hizo su carrera sacerdotal en la diócesis de Papantla, Veracruz, varios de sus seguidores viajaron a Puebla desde la noche del martes para acompañar a los familiares del clérigo, quien por deseo de su madre – la señora Clemencia Juárez – fue velado y enterrado en su entidad de origen, alejado de la región en donde se hacen las investigaciones para esclarecer su asesinato.



Alejo Nabor fue hallado sin vida la mañana del lunes junto con el presbítero Alfredo Suárez de la Cruz en el paraje conocido como La Curva del Diablo en Poza Rica, Veracruz, donde según la Fiscalía de Veracruz fue secuestrado y asesinado por personas cercanas a ellos.



No creen en investigaciones de la Fiscalía de Veracruz



Aunque en un inicio pidieron respeto a su dolor, los familiares aprovecharon después la presencia de medios de comunicación para denunciar su inconformidad con las investigaciones del caso a cargo de las autoridades veracruzanas, rechazando que los supuestos agresores del párroco fueran sus conocidos y que el ataque hubiera emanado de una gresca.



“No fue el móvil del robo de 5 mil pesos, las personas que asaltaron son del crimen organizado y ellos vaciaron las limosnas. Hay muchos detalles que nos indican que fue el crimen organizado, es una banda de cinco hombres y una mujer”, acusó Moisés Jiménez Juárez, hermano de Alejo.



Hablaba Náhuatl y adoraba a la Virgen de Fátima



Entre su círculo cercano era conocida la devoción de Alejo a la Virgen de Fátima, misma que adoptó como encargado de la iglesia en honor a esta imagen en Poza Rica, Veracruz, entidad en la que vivió e hizo su carrera eclesiástica tras estudiar un año en el seminario de Tehuacán.



El presbítero originario de Zoquitlán, Puebla fue calificado como un líder por sus hermanos, quienes explicaron que ante la ausencia de una imagen paterna en su hogar, él adoptó el rol de padre incluso al momento de apoyar a su mamá Clemencia, aun cuando llevaba varios años viviendo en Veracruz.



Del mismo modo, el sacerdote y coordinador de los colectivos “Rafael Ayala y Ayala”, Anastasio Hidalgo Miramón recordó que durante sus estudios en Tehuacán, destacaba la labor del sacerdote Alejo ya que además que era comprometido con los votos, no se avergonzaba de sus raíces y era un hablante del náhuatl.



“Al presbítero Alejo Nabor lo conocimos en el Seminario cuando se cerró el Seresure, por eso tuvo que irse a estudiar a otra Diócesis, el padre Alejo era bastante comprometido, hablaba muy bien el náhuatl, y no se avergonzaba de su cultura, de su lengua”, señaló Anastasio Hidalgo, mejor conocido como el padre “Tacho”.



Entierran al padre entre aplausos y rezos



Tras ser velado durante toda la noche del martes, el féretro del sacerdote Alejo Nabor fue llevado al panteón Valle de los Ángeles en la capital poblana a donde acudieron decenas de familiares y feligreses de su congregación que viajaron desde Poza Rica, Veracruz para darle el último adiós.



Los restos del sacerdote originario de Zoquitlán salieron desde las capillas de la funeraria hasta el panteón Valle de los Ángeles al suroriente de la capital poblana, en donde finalmente llegó al filo de las 15:00 horas, recibido con aplausos, porras y globos blancos.