Saquean talamontes “Piedras Encimadas”


El bosque se encuentra desbastado ante la mirada indiferente de la Policía Estatal


En un terreno de llano y bosque, entre los árboles de pino y la planicie están las impresionantes piedras que pareciera que alguien, con una fuerza sobrenatural, se tomó el tiempo necesario para reunirlas, una sobre otra; de ahí el nombre de “piedras encimadas” y por tal hecho se convirtió en un atractivo de la sierra


Heriberto Hernández /Leticia Ánimas / Corresponsal / Zacatlán

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La tala inmoderada en el valle de “Piedras encimadas”, en el municipio de Zacatlán, es el resultado de una mezcla del abuso de algunos vecinos de la comunidad de Camoteopec, de la omisión de la Policía Estatal Preventiva, de la apatía de la Secretaría de Turismo del estado y del miedo aterrador de los que administran el centro turístico natural.


En un terreno de llano y bosque, entre los árboles de pino y la planicie están la impresionantes piedras que pareciera que alguien, con una fuerza sobrenatural, se tomó el tiempo necesario para acomodar las rocas, una sobre otra; de ahí el nombre de “piedras encimadas” y por tal hecho se convirtió en un atractivo de la sierra.


Hace aproximadamente seis años, en el gobierno de Melquiades Morales se adquirieron 200 hectáreas, en las que se encuentra el atractivo, los particulares no mostraron objeción por venderle al ejecutivo estatal y fueron los comuneros de Camotepec (comunidad que está en la entrada del valle), los que se hacen cargo de la administración del centro natural.


Desde hace un año, los taladores del bosque llegaron a “Piedras encimadas” y no han parado, poco a poco han ido avanzando, según datos obtenidos, “van más o menos 25 hectáreas de pino, saqueadas y siguen avanzando de manera rápida y considerable, y lo que es peor, a la vista de los elementos de la Policía Estatal Preventiva que tiene un módulo de vigilancia en la entrada principal del valle, pero que tienen prohibido hacer rondines por el lugar”.

 


Suena incongruente pero así es: “los policías dijeron a los pobladores de Camotepec que ellos están ahí haciendo base solamente, pero tienen prohibido por parte del director de Seguridad Pública en el Estado, salir de la base y hacer rondines por el valle o la comunidad”.


Los uniformados que son entre seis y siete, con el auxilio de dos patrullas, también tienen miedo que les den la orden de que “pueden hacer recorridos”, aunque están equipados con armamento y unidades, aseguraron que “prefieren renunciar antes que enfrentar a los taladores, porque ellos están armados y mejor organizados que la policía”.


La base de los representantes de la ley está a escasos metros de la zona que está siendo devastada, los cortes de los troncos los hacen con sierra, los sacan arrastrando con bestias por las veredas que rodean el lugar hasta allegarlos al camión que los espera. “Antes tumbaban los árboles con hachazos y para que no hicieran ruido al caer, amarraban los palos a otros árboles y los dejaban caer lentamente, pero ahora ya se hicieron descarados; lo hacen con sierra y se escucha hasta el pueblo la caída de los árboles, porque ya sabe que nadie, incluyendo a los policías estatales, hacen nada”, atestiguaron vecinos.


Los beneficiarios del bosque se mostraron preocupados y temerosos, no querían hablar del problema ecológico, “es que nosotros tenemos hijos y tenemos miedo de que algo les pase y parece que no, pero ellos saben con quiénes hablamos y qué comentamos del problema, no queremos que vayan a tomar represalias en nuestra contra por quejarnos de este problema”.


En turismo, puras promesas


Los administradores del valle ya han acudido personalmente a instancias como la Secretaría de Turismo, se entrevistaron con Víctor Cárdenas, Subsecretario de Turismo y funcionario que está responsabilizado de “Piedras encimadas”, él sólo contesta “que sí, que van a hacer algo pero no vemos nada, ya tiene tiempo que lo vimos pero no le entra al problema”, comentaron los testigos preocupados.


Los impactos ya se están sufriendo en la región del valle. Hay un riachuelo que cada vez está más seco, se alimenta de los manantiales locales pero su cauce ya no se forma de los escurrimientos como antes de la tala inmoderada y en la época de lluvias intensas, los daños que ocasiona son mayores, “como el puente rústico que arrastró con todo y barandales el año pasado”, expusieron.


Por esta vía, los lugareños pidieron la intervención de las instancias correspondientes para poder frenar la depredación del bosque, “porque el turista es lo que busca y de los contrario perderá su atractivo el lugar; y lo que es peor, se afectarán los mantos acuíferos de la zona y se verán en problemas por el agua para el consumo humano”. Urgieron que la Secretaría de Seguridad turne órdenes al módulo de vigilancia para que realicen su trabajo de vigilantes del valle, para poder frenar por lo menos, la tala voraz del bosque. 

 


 
 
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