Exhorta Alcalá a los empresarios a apoyar la ley antitabaco

Carlos Alcaraz Ramírez

La presidenta municipal Blanca Alcalá Ruiz aseguró que la nueva ley de protección a los no fumadores, que entró en vigor ayer en todo el territorio nacional, debe privilegiar la salud de las personas sin ir en detrimento de los empresarios de restaurantes, hoteles, bares y puntos de convivencia, por lo que éstos tienen que aprender de las experiencias de otras ciudades del mundo en las que se aplican medidas similares.

Debido a que la ley requiere la participación “de toda la población”, la alcaldesa invitó a los empresarios cuyos establecimientos se verán afectados por la prohibición al humo del tabaco, a presentar iniciativas para la creación del reglamento de esta ley, y a dialogar con los regidores poblanos sobre el tema.

La tendencia a prohibir el humo del tabaco en lugares cerrados es mundial, explicó Alcalá Ruiz, “sobre todo considerando el gran costo que representa la atención de las enfermedades derivadas del consumo de tabaco”.

Un reportero hizo ver a Blanca Alcalá que ella no fuma, a lo que ésta contestó: “Yo los invito a que hagan ejercicio y a que no fumen para estar bien”.

Alcalá Ruiz fue entrevistada antes de encabezar la conmemoración el Día del Abuelo, en el zócalo capitalino. Al evento acudieron alrededor de 300 adultos mayores, quienes cantaron, rieron, bailaron y disfrutaron de un paseo en automóviles antiguos.

Antes de su llegada al acto, la presidenta del DIF Municipal, Gabriela Alcalá Ruiz, se fundió en un abrazo con su madre, Blanca Ruiz, que arrancó aplausos de los asistentes.

Los abuelos cantaron a capella la canción “Solamente una vez” y bailaron danzón.

Además, una niña leyó una carta a su abuela, quien a su vez leyó una dirigida a su nieta.

Una mujer leyó un texto que detallaba algunas de las cosas que los ahora adultos mayores no tuvieron en su juventud e infancia, y que no les impidieron ser felices. “Antes, fumar cigarrillos era elegante; antes, la yerba se cortaba, no se fumaba; la coca se tomaba, no se inhalaba”. Su lectura arrancó risas y muchos asentimientos de cabeza.

Esta celebración es parte del programa Abuelos a tiempo, que concluirá el próximo domingo con un gran baile de danzón en el zócalo de la ciudad.

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