Trasladan a presuntos sicarios a la DIEDO


Con un convoy de la PGJ, los linchados abandonaron el Hospital General.


Los siete detenidos en Tlapanalá, rescatados de un linchamiento de pobladores, fueron identificados como integrantes de una célula relacionada con un grupo armado del narcotráfico.


Edmundo Velázquez

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El estado de alerta en que se mantienen las autoridades poblanas por el atentado en contra del subprocurador Víctor Pérez Dorantes, provocó que ayer en medio de un fuerte convoy fueran trasladados desde el Hospital General a las instalaciones de la DIEDO los siete detenidos en Tlapanalá, quienes ya fueron identificados como integrantes de una célula relacionada con un grupo armado del narcotráfico.


Los siete detenidos fueron trasladados en una camioneta Ram color blanco, custodiada por tres células de la Policía Estatal, dos células más de la Policía Municipal, 40 elementos de la Policía Metropolitana, diez motopatrulleros de Vialidad Municipal y quince policías judiciales.


El director del nosocomio, Felipe Lara Chacón, confirmó que fueron dados de alta los internados y aclaró que ninguno fue víctima de alguna mutilación de oreja o dedo, como se especuló. Aún permanece hospitalizado José Vargas, una persona más que tiene una lesión de bala, quien al parecer fue víctima de los siete sujetos.


Cabe decir que el subprocurador Víctor Pérez Dorantes encabezó el operativo, quien según sus compañeros en la Procuraduría General de Justicia (PGJ) se mantiene “perfectamente, tranquilo, sereno y completamente sano” tras el atentado. Pérez Dorantes dirigió el convoy acompañado del director general de Seguridad Pública, José Luis Sobreira; de Armando Toxqui, subsecretario de Seguridad Pública y de Jesús Morales, director de la Policía Metropolitana, quienes se movilizaron en dos camionetas tipo Chevrolet Suburban.


El convoy llegó a la colonia La Hacienda e iniciaron las llamadas de vecinos que asustados veían el aparatoso traslado. Según testigos de la zona, los siete sujetos fueron bajados de la camioneta blanca para ser ingresados a la oficina de la Dirección de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (DIEDO) para que “rindieran su declaración” por los hechos ocurridos en Tlapanalá durante el fin de semana pasado.


Sin embargo, los vecinos aseguraron a Cambio que al interior de la DIEDO el interrogatorio se dio con lujo de violencia.
“Se podían escuchar los gritos y cómo decían que venían de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Es más, los de la DIEDO en el patio comenzaron a revisar sus credenciales de elector y pusieron la música que siempre ponen para camuflar los gritos de la tortura”, comentaron los colonos.


De acuerdo a información de fuentes dentro del gobierno del estado, la célula ya trabajaba dentro de Puebla desde hace poco y buscaba agrupar a las mafias locales del estado, hasta que llegaron a Tlapanalá, donde intentaron llevar a cabo un secuestro que fue frustrado por sus pobladores.


Hasta el cierre de la edición, la Procuraduría General de Justicia no había confirmado ninguno de los nombres de los siete detenidos pues se decía que aún rendían su declaración. Y hoy se cumplen las 48 horas que tiene la PGJ como plazo límite para consignarlos ante el juzgado correspondiente por los delitos que les sean imputados.

 

 

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