Conquistan Diablos su novena corona

El título se definió cuando Alejandro Vela falló su penal en muerte súbita

Agencias

Los Diablos Rojos del Toluca se convirtieron ayer en la tercera fuerza del futbol mexicano, al conquistar el noveno título de su historia luego de vencer de manera dramática en penales 7-6 (0-2 en tiempo regular, global 2-2) a Cruz Azul en la final del Apertura 2008.

Hernán Cristante se erigió como la figura del partido al atajar el séptimo penal que disparó Alejandro Vela, lanzándose abajo a la izquierda, justo como lo hiciera en el verano de 1999 para conseguir el título ante el Atlas.

Con el título que consiguió, el guardameta argentino llega a cinco para convertirse así en el jugador en activo con más campeonatos.

La Máquina Celeste logró lo que pocos aficionados creían posible, remontó una desventaja de dos goles ante Toluca en 'La Bombonera', para imponerse 2-0 a los escarlatas, marcador que mandó a los tiempos extras, donde los 210 minutos que jugaron Cruz Azul y Toluca para sacar al campeón no fueron suficientes y todo se tuvo que definir desde los 11 pasos.
En la tanda de penales por los escarlatas acertaron Israel López, Antonio Naelson, Diego de la Torre, Carlos Esquivel y Héctor Mancilla. Por los celestes: Jaime Lozano, Miguel Sabah, Gerardo Torrado, Joaquín Beltrán y Pablo Zeballos, hicieron lo mismo.

Tras el empate después de cinco disparos, el título que definió a la tercera potencia del futbol mexicano se decidió en muerte súbita. Edgar Dueñas inició y acertó, Gerardo Lugo también lo metió. El séptimo penal lo cobró Miguel Almazán de manera dramática cuando su disparo pegó en el travesaño y rebotó en la espalda de Yosgart para meterse a la portería.

La serie se definió cuando Alejandro Vela falló su disparo y entregó el título al Toluca. El jugador de la Máquina disparó a la izquierda de Cristante, quien atajó al estirarse al máximo e impedir que la pelota cruzara su meta.

Los Diablos tenían sólo una derrota en los últimos 10 partidos y no se había dado por más de un gol, aunque al final del partido eso no importó, pues los escarlatas levantaron la Copa.

En el partido, tras un primer tiempo de imprecisiones a la hora de definir, el marcador se movió hasta el minuto 50, cuando César Villaluz filtró un balón para que apareciera Alejandro Vela con una barrida y marcara el 1-0 que le de daba vida a la Máquina.

El árbitro Roberto García Orozco, no escapó de la polémica luego de perdonar una segunda amarilla a Torrado y tras no marcar un penal en favor de Cruz Azul luego de golpazo sobre César Villaluz, quien abandonó el campo en camilla y con una máscara de oxígeno.

El papel de Cruz Azul tuvo tintes épicos ya que jugó desde el minuto 73 con 10 hombres por la conmoción que sufrió Villaluz, quien fue trasladado a un hospital cercano al estadio, eso no le importó a los Celestes, pues mientras atendían a César anotaron el segundo gol, que obligó a los tiempos extra, en los que el desgaste físico fue demasiado para ambos conjuntos.

La Máquina jugó el partido con 10 hombres, pues Benjamín Galindo agotó sus cambios antes de esta jugada.

El segundo de Cruz Azul se derivó al 78' de un dudoso tiro de esquina donde el defensor Julio César Domínguez, quien sólo recibió un partido de castigo de la Comisión Disciplinaria luego de ser expulsado contra Atlante, se levantó en el área y echó la cabeza hacia atrás para conectar el balón al poste izquierdo de Hernán Cristante.

En la recta final los escarlatas aprovecharon la superioridad numérica para hostigar la meta de Yosgart Gutiérrez, pero no pudieron perforarla en ningún momento.

Cruz Azul sumó una nueva derrota en la serie por el título para sumar dos subcampeonatos en un año.

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