García Ramírez hace nego de fin de año
Por el incremento en insumos como acero, asfalto y concreto
La crisis mundial es la bandera de García Ramírez para justificar las irregularidades y claroscuros que bañan las grandes obras de la administración marinista, una vez que asegura que los retrasos y los sobrecostos son repercusiones de la recesión en Estados Unidos.
Selene Ríos Andraca / Miguel Ángel Cordero
Con el pretexto de la crisis financiera mundial, Javier García Ramírez justificó el incremento de 320 millones de pesos a dos de las principales obras del sexenio: la vía Atlixcáyotl y el recinto fiscal La Célula, aunque la verdadera razón son los retrasos injustificados en la ejecución de las obras. La remodelación de la vía Atlixcáyotl comenzó con dos meses retraso, mientras que la primera fase del recinto fiscalizador debería haberse concluido en junio pasado de acuerdo al contrato con la constructora.
Además, todavía falta conocer el incremento que tendrá el segundo magno proyecto marinista: el Centro Expositor —el cual hasta el momento ha sufrido dos incrementos desde que se iniciaron los trabajos en noviembre pasado—, una vez que el funcionario se negó a establecerlo durante la entrevista y que será entregado hasta noviembre del próximo año, aunque el compromiso estaba fechado para mayo.
García Ramírez anunció, este fin de semana, que debido a la recesión económica que golpea a Estados Unidos los precios en el material de construcción se han incrementado entre 25 y 30 por ciento, por lo que el gobierno marinista se ha visto obligado a modificar los costos y los tiempos en algunas obras respecto a lo pactado con las empresas.
De acuerdo al portal de transparencia del gobierno de Mario Marín, la primera etapa del recinto fiscalizador que constituye la construcción de vialidades internas y la ejecución del edificio aduanal costaría al gobierno marinista 180 millones de pesos, empero, García Ramírez otra vez incrementó los costos.
En una entrevista publicada en El Sol de Puebla el lunes primero de diciembre, el funcionario marinista reveló que hasta el momento la administración ha gastado 400 millones de pesos, es decir 220 millones de pesos extraordinarios a los establecidos en los contratos con las constructoras.
Y el fin de semana, García Ramírez anunció otro incremento de 100 millones de pesos a la remodelación de la Atlixcáyotl la cual pasará de 450 millones pactados con la empresa a 550 millones de pesos por el alza al acero, asfalto y concreto.
García Ramírez ha aplicado varios pretextos para incrementar costos o retrasar la entrega de algunas obras. En el caso del Centro Expositor, que se elevó de 600 a mil millones de pesos, el argumento fue que el costo no incluía el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA), para Atlixcáyotl comentó el costo del acero y el alto costo del colector pluvial de la vialidad.
100 millones extras
para el robo del siglo
La vía Atlixcáyotl, catalogada por la oposición como el “robo del siglo”, costará al erario 550 millones de pesos, aunque la cotización de las empresas encargadas de la ejecución — Percar SA de CV y otras afiliadas a la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC)— era de 450 millones de pesos.
Sin embargo, el ajuste a la obra no hace más que asemejar el costo de la modernización al primer precio especificado por García Ramírez, quien en el anuncio de la obra en junio del presente año aseguró que la vía Atlixcáyotl costaría 600 millones de pesos.
Pero después de las críticas mediáticas y de Acción Nacional, García Ramírez reculó y disminuyó el costo de la obra a 450 millones de pesos, tras la evidencia de que la Secretaría de Obras Públicas y Desarrollo Urbano estaba inflando la obra en más del 200 por ciento, puesto que constructoras nacionales cotizaron la misma en 300 millones de pesos con las especificaciones determinadas en el proyecto.
El misterioso incremento
al Centro Expositor
Entrevistado, antes de realizar un recorrido junto a Mario Marín, García Ramírez confesó que la vía Atlixcáyotl sufrió un leve incremento del 20 por ciento a lo cotizado: “un poquito más del veinte por ciento”.
El Centro Expositor, uno de los magnoproyectos marinistas, también sufrió un incremento en su costo, valuado hasta el momento en mil 60 millones de pesos, precio que por cierto ya sufrió dos incrementos en un año de iniciar la edificación del inmueble.
Empero, el tercer incremento a la obra es un misterio más de la negligencia de García Ramírez, quien durante la entrevista se negó a especificar cuánto se elevará el precio de la construcción, bajo el pretexto de “tener prisa”.
Actualmente, la obra se encuentra culminada en un 40 por ciento, de acuerdo a un boletín emitido por la Secretaría de Obras a principios de octubre, en el cual establecían que el Centro Expositor será entregado seis meses antes de lo pactado. En octubre de 2007 inició su construcción a cargo de seis empresas afiliadas a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC): Unión Presforzadora, Grupo Álvaro Ramos, Bufet de Construcciones Delta, Constructora Checa, Desarrollo Iberoamericano y Supervisora Saesa.
Pero, días antes de que iniciaran los trabajos, el costo de la obra se incrementó de 600 millones de pesos a 800 millones, para que al final, la licitación marcara que la inversión para el Centro Expositor superaría los mil millones de pesos.
El incremento de más de 400 millones de pesos, al precio contemplado originalmente, se debió a que el titular de Finanzas no consideró el Impuesto al Valor Agregado, denunció públicamente García Ramírez.
Otra irregularidad de la obra marinista es el origen de los recursos para la millonaria inversión, puesto que al principio Gerardo Pérez y García Ramírez comentaron que los recursos serían extraídos del Consejo para el Desarrollo, Industrial, Comercial y de Servicios que administra los recursos recabados por el Impuesto Sobre la Nómina (ISN). Sin embargo, Mario Marín aclaró que los más de mil millones saldrían de la segunda línea de crédito por 3 mil millones de pesos solicitada al Congreso en 2006.
Otro sobrecosto
de García Ramírez
Cada metro de la construcción de la segunda y tercera etapa del Tramo “A” del Arco Oriente del Anillo Periférico costará 125 mil pesos, de acuerdo a la inversión que anunció el gobernador Mario Marín Torres para esta vialidad de 3.6 kilómetros, la cual será de 450 millones de pesos.
El sábado por la mañana, el titular del Poder Ejecutivo inició los trabajos para esta costosa vialidad, con la cual quedará cerrado el circuito del Periférico Ecológico. La construcción lleva a Chachapa cruzando por Chiltepeque.
En el discurso que dio durante el inicio de obras, el mandatario advirtió a los gobiernos municipales que él absorberá todos los recursos para megaobras dejando únicamente a los ediles la administración de las “obras chicas”.
Incluso adelantó que el dinero que llegue de la Federación también será administrado por el Gobierno del estado, aún cuando su aplicación sea destinada para grandes obras en municipios.
Entre las edificaciones que citó como ejemplo de los recursos que aplicará el estado, están: el tramo sur del Periférico, que va del puente Río Atoyac a la 14 sur y que inaugurará en los próximos días, la carretera San Francisco Totimehuacán-Africam y el Arco Norte de la autopista Amozoc-Perote a Xoxtla.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Urbano y Obra Pública, Javier García Ramírez, informó que en la licitación participaron 16 empresas de Puebla, pero al final quedó aquella que prometió mejor tiempo y costo-beneficio para la conclusión del trabajo. “A pesar de las alzas por la crisis hubo buenos precios”.
Entrevistado posteriormente, el funcionario marinista rechazó que se incrementará aún más el costo de la obra que concluirá en 12 meses. “No creo que se incremente el costo. Yo calculo que no. Están puestos los techos financieros y ya se amarraron las productoras”, dijo.
En tanto, el diputado del distrito cuatro —donde se construirá el arco del Periférico—, Pablo Fernández del Campo en su discurso felicitó el trabajo del gobernador y dijo que el Poder Legislativo está dispuesto a sus órdenes para aprobar los proyectos de construcción o iniciativas de ley. Presumió que la fracción del PRI aprobó su presupuesto para 2009.
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