Construyen "hacienda" para ciencias y artes


Tras cuatro años de planeación y diseño el Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes en San Luis Potosí será inaugurado en abril


Diana Gutiérrez / Agencia Reforma

Notas Relacionadas

Notas Anteriores

MÉXICO, DF, 14-Ene .- Inspirado en la arquitectura de las haciendas potosinas, el Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes abrirá sus puertas el 30 de abril en el Parque Tangamanga Uno de San Luis Potosí, como un recinto que, a decir del arquitecto Ricardo Legorreta, no podría haberse construido en otro sitio más que ahí.


"Consideramos el clima, el movimiento de la población potencial, incluso los materiales endémicos para la construcción del edificio. Será un sitio absolutamente potosino", comenta el director de Legorreta + Legorreta, despacho encargado de la construcción y diseño del museo.


Anunciado en 2005 por el secretario de Cultura de SLP, Roberto Vázquez, como parte del proyecto cultural impulsado por el gobernador Marcelo de los Santos Fraga durante su sexenio, el Museo Laberinto, consideraron, podría estimular un efecto entre la población potosina similar al ocurrido en la ciudad española de Bilbao.


"Será un detonante del desarrollo cultural que situará a la entidad en el plano internacional a la vanguardia de los grandes centros culturales", coincide el arquitecto Víctor Legorreta.


Con un guión museográfico a cargo de Papalote Museo del Niño, el curador Guillermo Santamarina, la comunidad científica de la UNAM y el Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología, el museo interactivo funcionará con base en el diálogo entre la ciencia y el arte.


"Si los museos no establecen vínculos con otras instituciones están perdidos. Estamos haciendo alianzas con la Fundación Jumex, con Kinetica en Londres, la galería Tate y, en un futuro, lo intentaremos con el MoMa de Nueva York", apunta Marinela Servitje, operadora del espacio expositivo del recinto.


El edificio, construido en un terreno de 6.5 hectáreas y un área de 9 mil metros cuadrados, contará con seis salas denominadas: "Hacia lo Invisible", "Desde el Espacio", "Naturaleza", "Entre Redes y Conexiones", "Sala de Pequeños" y "Exhibiciones Temporales".


La muestra Leonardo Da Vinci Codex Atlanticus, compilación virtual del trabajo del pintor realizado por el escultor Pompeo Leoni a finales del siglo 16, será la primera itinerancia en el Laberinto que registra, hasta el momento, un avance en 80 por ciento de su construcción.


Un pórtico articula las seis galerías que circundan el patio principal enmarcado por una fuente. Dependiendo el tema, las salas comportan diversas formas geométricas con techos inclinados; lo cual, a decir de Legorreta, busca influir en el modo de percibir lo expuesto.


"El concepto de las exhibiciones contempla las dinámicas para 12 personas e individuales conducidas por un guia o monitor", explica Maribel Ibarra, directora adjunta de Programas Educativos del Papalote.


Del macrocosmos, representado por un globo terráqueo en cuyo interior se proyectan imágenes de la Tierra provistas por la NASA, al microcosmos, con la simulación de un laboratorio de microscopía, pasando por el mapa satelital de SLP, los visitantes recorrerán el vínculo entre la ciencia y el arte, encaminados por una línea del tiempo.


Algunos de los artistas que trabajarán conjuntamente con el director ya asignado, el físico y pedagogo Raúl Cid, son Kyoto Ota, Pedro Reyes, Ricardo Regazzoni, Mauricio Rocha y Manuel Rocha.


Para la concepción de lo que, en opinión de Ricardo Legorreta, es una escultura gigante, el gobierno potosino destinó 300 millones de pesos.


"Se buscó tal esteticidad a través del empleo de un solo material para toda la obra, el juego de la luz y el giro de los pabellones. Es el remate del parque que semeja un juego de nudos sueltos en la altura", apunta.


Los muros están hechos a base de una piedra extraída de la comunidad de Escalerillas, llamada Sangre de Toro, y los pisos de Sangre de pinchón. Ambas estructuras entretejen una serie de laberintos que supusieron para Legorreta + Legorreta una evolución en su estilo.


"Quisimos recuperar el placer de caminar a través del recorrido y que el visitante descubra las diversas vistas en las salas. Crearle una sensación de interés por el acto del descubrimiento", afirma el arquitecto de la Biblioteca de las Artes del Cenart.


Y de paso, generar un edificio ecológico.


"El cuidado del ambiente no sólo tiene que ver con los implementos tecnológicos, que resolvimos con la infraestructura modesta en cuanto al empleo de aire acondicionado y el agua y la luz natural del lugar, sino también con el diseño de espacios que surjan de las necesidades específicas del lugar", expresa.

 

Resistente y atemporal


De acuerdo con las cifras proporcionadas por el gobernador Marcelo de los Santos Fraga, la manutención del Museo Laberinto de Ciencias y Artes costará entre siete y ocho millones de pesos mensuales.


"Buscamos que los materiales fueran resistentes y que soportaran el tráfico y los factores ambientales. Las fachadas y los muros requerirán muy poco cuidado", aclaró Ricardo Legorreta.


Pese a la imposibilidad de diseñar un edificio que no requiera mantenimiento, el arquitecto Víctor Legorreta estima que el Laberinto será atemporal.


"Quisimos hacer algo que no estuviera en boga, sino una estructura más bien sólida. Con el objetivo de que sean las exposiciones y el acervo los que se actualicen y no un edificio que requiera remodelarse al año de construirse", señaló.


 


 
 
Todos los Columnistas