Hacen Zorros el ridículo en el Jalisco


En 18 minutos, Boca Juniors acaba con el sueño rojinegro en la Libertadores


Daniel Zazueta / Agencia Reforma

 

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GUADALAJARA, Jalisco, 21-May .- Despierta, Atlas, despierta, mira que ya amaneció...
A los Rojinegros los despertaron de su sueño libertador de una forma dolorosa, quitándoles la cobija y con un baldazo de agua fría.


Boca Juniors rompió sus pronósticos negativos en México y goleó 3-0 a los Zorros en el Estadio Jalisco, con un triplete de Martín Palermo, quien se regodeó delante de la afición rojinegra.


Los Zorros echaron por la borda un torneo notable, de sacrificio y buen futbol, que de poco valió ayer, pues en el momento decisivo flaquearon en la defensa, que había sido su cualidad más notable hasta este partido.


Cabe decir que, aunado a sus yerros infantiles en la zona baja, el árbitro les puso el último clavo a su cruz, pues expulsó a Jorge Bava de manera rigorista a los 50 minutos, tras una entrada del uruguayo sobre Rodrigo Palacio en la cercanía del área de meta.


En un lapso de 18 minutos, los de casa pasaron de necesitar sólo el empate a tener que remontar con cuatro goles a los xeneizes, quienes se dedicaron a aprovechar los desaciertos para aumentar su ventaja.


Al 20', en una jugada que parecía no daría más, Juan Carlos Medina no metió la pierna, le dejó el balón a Palermo y éste sólo empujó ante la apresurada salida de Bava, quien pudo hacer algo más para evitar la anotación, pues el balón iba a un ritmo semilento. Era el primer gol, pero todavía había esperanza.


Al 33', Diego Colotto, con la marca sobre Rodrigo Palacio, recibió una falta del hábil delantero, vista por todos, menos por el silbante Rubén Selman. Esto ocasionó el escape del jugador, quien sólo cedió al "Loco", para que éste pusiera el segundo tanto. En la banca, Miguel Ángel Brindisi ya tomaba acciones, mandando al terreno de juego a Danilo Vergne.


Al 38', Palermo se creció al castigo y al repudio de la afición atlista e hizo un gol notable para sus carencias técnicas; por la izquierda, bombeó y puso el esférico fuera del alcance de Bava, quien estaba adelantado.


Fue todo. El técnico Carlos Ischia renunció al ataque, se dedicó a fortificar su muralla y a esperar un contragolpe.


Atlas no renunció a su ambición, pese a la losa y el hombre de menos, pero todo esfuerzo languidecía ante lo oscuro de su panorama.


La desesperación afloraba en todos los rincones del Jalisco.


Ulises Mendivil, a los 58', disparó desde la banda izquierda para ver que el arquero Pablo Migliore le rechazaba el tiro; Bruno Marioni, quien se cansó de luchar, tuvo el contrarremate en la misma jugada, pero la bola fue rechazada.

 


Dicha angustia también brillaba en la grada, un aficionado hacía berrinche, aventando su cerveza al aire y las recriminaciones no se hicieron esperar.


Todavía, a los 79', una combinación entre Vergne y Marioni permitió definir bien al brasileño, pero sólo sirvió para un paradón de Migliore.


Hasta ahí llegó el Atlas con su fantasía de Semifinales, como suele hacerlo, la Fiel se le brindó y sumó a su lista de noviazgos no consumados la Copa Libertadores.


¿Lo rescatable? Una generación prometedora de futbolistas rojinegros.


 
 
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