Lluvias retrasan obras de estabilización en Pahuatlán


En la región nadie sabe su costo


Leticia Ánimas Vargas / Corresponsal / Pahuatlán, Pue

Notas Relacionadas

Notas Anteriores

 

Con varios meses de retraso están a punto de concluirse las obras de estabilización de la zona afectada por un desgajamiento en la cabecera municipal de Pahuatlán. Sin embargo, ni los pobladores ni las autoridades locales conocen el monto invertido en los trabajos.


Es la Secretaría de Desarrollo Social la que, de manera discrecional, ha manejado los recursos para el drenado y el apuntalamiento de la meseta en la que está asentada esta población, en la que el 25 de octubre del año pasado, las fuertes lluvias provocaron un deslave en la calle 5 de Mayo dejando las casas a un metro escaso del barranco, señaló el alcalde de extracción perredista Martín Ortiz Santos.


Las obras fueron licitadas y administradas por el gobierno del estado, “el que sabe lo que se está invirtiendo es Javier (López Zavala), es el que debe estar al pendiente, nosotros no sabemos nada del dinero que se ha invertido, el Ayuntamiento lo que ha hecho es apoyar con los camiones de volteo”.

 

Desde mayo pasado, especialistas del  Centro Universitario para la Prevención de Desastres (Cupreder) de la Universidad Autónoma de Puebla alertaron sobre la necesidad de iniciar de inmediato los trabajos de estabilización de la meseta pahuatleca. “El talud está a menos de 20 metros de la calle principal de Pahuatlán, y amenaza con desplazarse en dirección a la plaza pública. Si no se interviene en este momento en el área, en un trienio la plaza se derrumbará.”


Y aunque este llamado fue atendido casi de de manera inmediata, ha habido varios retrasos, que han propiciado que se tenga que laborar en condiciones poco propicias y con las lluvias encima, en este momento pueden verse grietas en el material colocado en la ladera, que según los encargados de las obras son “normales pues se producen por la naturaleza misma del concreto al expandirse y secarse”. 

 

Tres etapas

Las tareas de corrección se dividieron en tres etapas: el apuntalamiento de una docena de inmuebles que resultaron afectados por el siniestro y el derribo de los edificios perjudicados totalmente y de los pedazos de superficie fracturados; luego la rehabilitación consiste en la colocación de 30 drenes de alivio para disminuir la presión interna de la masa de tierra producida por los derrumbes y por último la instrumentación de un sistema definitivo de estabilización del talud, a través de la colocación de anclajes horizontales y mallas de cadenas de concreto armado.


La segunda etapa debió estar terminada antes de las lluvias, pero hubo retrasos por las negociaciones con los vecinos afectados y con las constructoras contratadas por la Seduop que no actuaron y ahora lo único que falta es concluir la tercera etapa y se calcula que en unos 30 días estará terminada.


Según explicó el edil Ortiz Santos, se colocaron unos 150 metros de drenado pluvial y de aguas negras para aliviar los escurrimientos en esta temporada de lluvias, en este momento se edifica un muro de contención para evitar que continúe el desgajamiento, y ahora los taludes tienen, dicen los pobladores, apariencia de pirámides


Las obras que se están realizando para salvar a la cabecera pahuatleca son las mismas que desde octubre de 2001 fueron recomendadas en un estudio de la Facultad de Ingeniería de la UAP, mediante el informe técnico denominado “Estudios Ingenieriles en la Ladera Inestable de Pahuatlán de Valle Puebla (Topografía y Mecánica de Suelos)”, realizado en septiembre de ese mismo año por estudiantes que colaboraban en un proyecto de investigación en esta zona de la Sierra Norte de Puebla, junto con personal de Protección Civil del estado y autoridades de ese municipio.

 

Empero las autoridades hicieron caso omiso del mismo, pese a haber sido entregado por el director de la Facultad de Ingeniería de la UAP, Nicolás Fueyo Mac Donald, a Guillermo Melgarejo Palafox, entonces director del Seproci en el estado, con fecha 2 de octubre de 2001.


El dictamen preliminar de la investigación determinó que el suelo estaba saturado por la precipitación de agua de lluvia y que como está constituido principalmente por rocas sedimentarias marinas que al fraccionarse forman una arcilla de consistencia blanda, la estabilidad de la ladera se había reducido, lo que “podría desencadenar una falla progresiva de mayor magnitud, que incluso podría poner en riesgo el hospital regional ubicado en la parte media de la ladera, el camino a Tlacuilotepec y varias viviendas del área.” Lo que terminó sucediendo seis años más tarde, cuando el hospital se derrumbó y las casas resultaron afectadas.


Siete años después de este estudio, las obras están por concluirse pero nadie en la región sabe con exactitud cuánto se ha invertido en ellas, y muchos se atreven a especular sobre los negocios que pueden estarse haciendo al manejar con discrecionalidad una información que, por obligación, debe hacerse pública.

 

 

Copyright 2008 / Todos los derechos reservados para M.N Cambio /


 
 
Todos los Columnistas