Otra vez la moda juega con las transparencias
Eric Wilson / Nueva York
Nadie parpadeó en el desfile de modas de Marc Jacobs cuando la modelo Freja Beha Erichsen apareció con una blusita de tirantes negra y transparente que revelaba que usaba un anillo en el pezón.
Nadie se sonrojó en el de Chriz Benz cuando Sasha Luss y Ekat Kiseleva posaron en camisolas también transparentes. Nadie pareció particularmente molesto porque los pechos de Alí Stephens se veían claramente a través del vestido cuando hizo la pasarela para Derek Lam. Nadie se indignó porque Francisco Costa mostró un impermeable transparente en el desfile de Calvin Klein sin nada abajo más que una tanguita.
Lo transparente fue la mayor tendencia en la Semana de la Moda de Nueva York este mes, aunque se podría haber pensado que los desfiles se estaban realizando en la Riviera, dada la respuesta desganada de la mayoría de los editores y minoristas. ¿Blusas reveladoras? Yves Saint Laurent ya hacía eso en los años de 1970. Bostezo.
En 1968, un grupo feminista llamado Mujeres Radicales de Nueva York repudió los símbolos tradicionales de la femineidad durante una protesta en las festividades de la Señorita Estados Unidos. La cobertura de los medios informativos hizo surgir el término "quema de sostenes", aunque en realidad nunca pasó eso.
En 2008, son los diseñadores de modas los que están echando por la borda las prendas interiores. Y algunos de esos cuyas modelos no llevaban la carga de los sostenes dijeron que lo hacían conscientemente como una declaración política.
"¿No sienten que, como sociedad, casi estamos en guerra por el camino que decidimos seguir?", preguntó Alexa Adams, una diseñadora de una nueva marca extravagante llamada Ohne Titel, y una de la minoría de diseñadoras de ropa para mujer que sucede que es mujer. "Está la pregunta sobre nosotros: vamos a permanecer en este periodo conservador o vamos a elegir ser más liberadas".
A juzgar por la sola cantidad de telas transparentes mostradas durante la Semana de la Moda, no fue difícil estimar en cuál bando estaban los diseñadores. Adams y su socia Flora Gill mostraron leotardos transparentes y mallones cubiertos de lentejuelas que hacían parecer que las modelos estaban tatuadas. Había conjuntos que revelaban los pechos en Preen y Jeremy Laing, y modas transparentes que sólo cubrían las partes de interés para los lectores de Playboy, en Vera Wang, Thakoon y Proenza Schouler, lo que en ocasiones dificultaba encontrar fotografías apropiadas para publicarse. Fue como ver la Semana de la Moda a través de una de esas nuevas máquinas de revisión en los aeropuertos con las que se puede ver más allá de la ropa.
"Fue una reacción a las ideas conservadoras", dijo Adams. "Sentimos que habíamos estado rodeados de algo tan restrictivo en los últimos años, y queríamos empezar”. Asimismo, Benz estaba pensando en la transparencia tras pasar el verano en Grecia, rodeado de mujeres que se sentían a gusto con ese tipo de exposición. Le sorprendió que las modelos llegaran a las pruebas y le dijeran que lo transparente es la tendencia más grande de la temporada. Ninguna de ellas se quejó de los conjuntos, tampoco.
Sin embargo, la desnudez, como la moda, ha perdido gran parte de su poder para impactar.
Nos hemos vuelto tan insensibles a las imágenes de las celebridades desnudas, las cintas de sexo y la pornografía por internet, que los diseñadores están en apuros para crear cualquier cosa que parezca verdaderamente transgresora. Incluso, un fuerte trasfondo de cautiverio en las colecciones de primavera, con arneses en Proenza Schouler y Rodarte, tiras como de armazón cruzando los pechos de una blusita de tirantes transparente de Cushnie et Ochs, una marca nueva de los egresados recientes de la escuela de Carly Cushnie y Michelle Ochs, no pudieron generar un frenesí.
Se podría argumentar que los gustos estadounidenses se han vuelto menos puritanos, pero parecería más probable que simplemente se han embotado.
"Ni siquiera me había dado cuenta", dijo Julie Gilhart, directora de modas de Barneys Nueva York.
"Casi se espera en un desfile de modas hoy en día", dijo Ken Downing, su contraparte en Neiman Marcus.
"Es un cliché eso de que las mujeres estadounidenses se están cubriendo", dijo Roopal Patel, el director de moda femenil de Bergdorf Goodman.
En realidad, Patel se apresuró a agregar que la moda transparente bien podría ser una ayuda para las ventas de lencería, ya que sería probable que las clientas reales que no caminan por una pasarela compraran un fondo o al menos un sostén para usarlos bajo la ropa.
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