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Denuncia Norberto Rivera extorsión de 'La Familia Michoacana' al clero

Lunes, 02 Diciembre 2013 11:20
El arzobispo primado de México advirtió durante la misa dominical una presunta extorsión del grupo criminal contra su persona y la Arquidiócesis



El cardenal Norberto Rivera Carrera denunció durante una misa dominical en la Parroquia de Santo Tomás Moro una presunta extorsión del grupo criminal denominado La Familia Michoacana en contra de la Arquidiócesis Primada de México, que él encabeza.



La iglesia está ubicada en la delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México.



En un hecho inusual, el arzobispo refirió, durante el sermón que ofició en el Seminario Conciliar de México (ubicado en la delegación Tlalpan), que fue testigo de llamadas del crimen organizado para lanzar amenazas a él, a sacerdotes y seminaristas, a quienes no les harían daño o no secuestrarían a cambio de pagos de 60 mil pesos.



La denuncia de Rivera Carrera fue hecha durante la celebración del Primer Domingo de Adviento, tiempo preparatorio para la Navidad, y causó sorpresa, indignación y tristeza entre los feligreses, quienes escuchaban desconcertados en la parroquia a su pastor.



“La semana pasada, estábamos reunidos ahí en el seminario, en nuestro seminario, varias veces llamaron. Se identificaban como de La Familia Michoacana. Pero, ¿quién sabe? Hablé a las autoridades, hicimos la denuncia correspondiente.



“Porque querían, para empezar, porque si no matarían a alguno de nosotros, querían para empezar 60 mil pesos. Y si empieza uno a pagar, pues ¡ya se hizo cliente!”, refirió el jerarca católico.



Durante la homilía, el cardenal y arzobispo primado comentó que el crimen y la violencia en México se sienten cada vez más cerca de las familias.



Llamó a construir una cultura de la paz y el amor fraterno en el país.



“Todos, de alguna manera, sabemos historias cercanas a nosotros, por las cuales la violencia, esa violencia que muchas veces se engendra ahí en la propia familia va creciendo. Se refleja en otras muchas acciones en la sociedad y después nosotros nos asustamos, ¡claro está!”, expuso.



En la parroquia, ubicada en el sur de la Ciudad de México, el jerarca religioso comentó que el tema del secuestro es algo recurrente y provoca graves daños a la sociedad mexicana y a las familias que se ven desgarradas por este flagelo.



“A veces, sentíamos como que la violencia era algo que se daba ya en ciertas ocasiones. Yo creo que todos ustedes de alguna manera, esa violencia que se está viviendo en México ya la sienten muy cerca.



“Yo esta mañana, una media hora antes de llegar aquí, estuve atendiendo una familia muy afligida porque ya tiene meses que le secuestraron a una hija y no saben cómo los han extorsionado muchísimas veces y no saben cómo salir adelante: si seguir pagando o decidirse a buscarla. Son situaciones realmente tremendas”, dijo el purpurado.



El cardenal Norberto Rivera Carrera, quien ayer domingo no ofició misa en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México a causa de los bloqueos por las manifestaciones, dijo que la paz que necesita y anhela México se debe de ir construyendo desde los hogares, no sólo desde la autoridad.



“Y si nosotros somos violentos y no pasa nada, bueno, le seguimos adelante, total, no pasa nada. Esa paz la tenemos que construir nosotros los cristianos, si realmente queremos que se cumpla ese tiempo mesiánico, de donde de las armas se hacen instrumentos de paz”, destacó.



En su mensaje pastoral, el arzobispo también reprobó los modelos de violencia que se ven en la televisión, pues dijo que estos tienen reflejo en la vida cotidiana de una sociedad que prescinde de valores éticos, morales y religiosos.



“Pero, el que siembra vientos, cosecha tempestades. Si a nosotros nos encantan esos programas violentos, bueno, eso es lo que nos dan, y nosotros nos vamos haciendo insensiblemente más violentos.



“Seguir soportando los modelos de violencia que se difunden a nadie ayuda. Nosotros mismos nos estamos agrediendo”, señaló el purpurado.



Durante el sermón, el cardenal recordó que ha iniciado el año litúrgico con el tiempo de Adviento, en el que se debe reflexionar sobre la llegada el Jesús al mundo y la salvación a través de los sacramentos, la reconciliación y el conocimiento del Evangelio.



“A eso viene Jesús, a adiestrarnos con su vida y con su mensaje para que vivamos fraternalmente como en familia, para que luchemos por la paz tan destrozada en nuestra gran ciudad, en nuestro país, en todos los niveles, desde las relaciones personales, intrafamiliares, hasta las sociales.



“El Adviento es realidad presente. Es esperanza futura. Hay que vivir el presente, sí, porque el Señor está en medio de nosotros”, concluyó.



Fuente: Excélsior

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