El debut de la Princesa del Pop con su espectáculo Spears: Piece Of Me, una presentación al estilo de los casinos, mantuvo de pie al público de 4 mil 500 personas durante los 90 minutos que duró el show.
Los asistentes —muy jóvenes para lo común en Las Vegas— concurrieron atraídos por los éxitos bailables y el espectáculo, que incluyó acrobacias, un círculo de fuego, papel picado, una banda de música, una variada exhibición de vestuario y frecuentes piruetas aéreas de Spears.
El costo de la producción del programa fue inusualmente alto para un casino local y más bien evocaron la era de oro de los videos musicales. La exhibición concebida con un alto nivel de calidad incluyó piezas coreografiadas con grupos de bailarines de fondo que daban volteretas sobre la responsable de Crazy.
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Spears, de 32 años, con esta intervención dio inicio a una serie de 50 presentaciones que realizará durante 2014, y otras 50 que concretará en 2015, todas ellas en el Planet Hollywood Resort y Casino.
Antes de la presentación abundaban las conjeturas de que Spears no cantaría en vivo, una afirmación que negaron los directivos de la empresa Planet Hollywood, la casa matriz de Caesars Entertainment Corp.
El vicepresidente de programación de espectáculos, Kurt Melien, dijo que Spears canta, pero que se usa una pista musical con su voz grabada a fin de permitir que ella pueda realizar unos movimientos físicos intensos en el estrado y añadir los tonos bajos electrónicos que caracterizan a muchas de sus canciones.
Por lo que se vio el viernes, casi todos los números exigieron intensos desplazamientos atléticos. Algunas personas del público dijeron que habría sido injusto exigir que Spears realizara tal despliegue físico en el estrado y a la vez cantar cada nota del show. Si tuvieran que elegir entre ambos, dijeron que preferían la coreografía.
Cuando no tenía que hacer acrobacias con sus bailarines, Spears usaba el tiempo menos activo marchando o posando por todo el escenario, disipando el espectro de su desastrosa presentación de 2007 en MTV, que también ocurrió en Las Vegas y que marcó uno de sus momentos más bajos de su carrera.
Cantantes más jóvenes, como Selena Gomez, Miley Cyrus y Katy Perry le brindaron apoyo moral desde la platea. Los ejecutivos del Casino dijeron que podrían ampliar su contrato si logra ser un éxito.