Saturday, 27 de April de 2024

Martes, 19 Abril 2016 03:10

Blanca y Marín: una historia de complicidades




Written by  Javier Arellano Ramírez

Corría el año 2007, Enrique Doger Guerrero se preparaba para dejar la Presidencia Municipal de Puebla. El marinismo se encontraba en su gran borrachera, era una orgía de poder. Nos referimos a esos años cuando Marín tomaba la 0efigie de Benito Juárez y enarbolando esa bandera del político de origen humilde e indígena veía al futuro sonriente; incluso soñaba con la Presidencia de la República.


En aquel año 2007 todavía no estallaba el escándalo de Lydia Cacho, por lo que la influencia del gobernador Marín era total, absoluta.

 

La gran familia marinista se preparaba para tomar el poder durante varios sexenios y eso por supuesto incluía mantener el control del Charlie Hall. Los tiradores se alistaban a tomar por asalto el gran pastel: Mario Montero Serrano, Valentín Meneses Rojas, Alejandro Armenta Mier, Javier López Zavala y hasta José Alfredo Arango García se proponían a sí mismos como virtuales candidatos para enfrentar a un panismo alicaído y dócil.

 

Sin embargo, de manera insólita, inesperada, el entonces gobernador Marín no entregó la candidatura a su querido “Vale”, tampoco a Montero. Contra los pronósticos de la gran familia marinista la candidatura no cayó en ninguno de los preferidos del mandatario. La sorpresa fue mayúscula cuando se comenzó a filtrar el nombre de la inminente abanderada. La designación tomada en Casa Puebla cayó como el típico balde agua helada en el grupo compacto.

 

Blanca Alcalá Ruíz sería ungida como candidata para enfrentar a Antonio Sánchez Díaz de Rivera. El marinismo veía con descanto la designación. Sólo el mandatario creía ciegamente en su pieza para alcanzar la anhelada alcaldía.

 

Hoy Blanca trata de deslindarse de la imagen de Marín y en sus videos asegura que “no es preciosa”, cuando la realidad es que Mario fue su gran padrino, la mano protectora, el manto político que le regaló una presidencia municipal. Eso fue: un regalo.

 

Luego se darían otros detalles menores, como fue la licencia de impacto ambiental que el gobierno marinista entregó a Nacozari Gasolinera.

 

Los permisos para uso de suelo fueron extendidos por el propio Ayuntamiento que ella encabezaba. Fue juez y parte; como particular solicitó un permiso de uso de suelo y como alcaldesa se lo otorgó.

 

Tramite aparte fue la licencia de impacto ambiental autorizada por el gobierno de su entonces protector y benefactor Mario Marín Torres.

 

Hoy Alcalá candidata del PRI a gobernadora trata de deslindarse de su otrora gran padrino, de Marín, del mismo que le regaló una presidencia municipal y luego le obsequió otros detalles menores como una licencia de impacto ambiental para su gasolinera. Una minucia pero que revela el nivel de complicidades que siempre existió entre ambos.

 

En octubre de 2011, Cúpula entrevistó al abogado Carlos Meza Viveros. En aquella ocasión el tema de la conversación fue Blanca Alcalá cuando la señora se preparaba para buscar un escaño en el Senado de la República. Las expresiones de Meza fueron elocuentes y exhibieron el verdadero rostro de una política acostumbrada a la banalidad y la simulación.

 

Han pasado casi cinco años desde aquella entrevista, pero las palabras del jurista pesan como nunca antes.  El diálogo duró poco más de una hora, pero para subirlo a Youtube tuvimos que reducirlo a unos minutos.

 

Hoy más que nunca vale la pena escuchar estos conceptos. Esta es la liga del video:

 

https://www.youtube.com/watch?v=CucgEXKPZtQ

 

 

 

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