La nota por sí sola polarizó a la ya cuestionada prensa poblana. Los medios Rafafílicos se apresuraron a descalificar a Lalo, a tacharlo, reprobarlo, condenarlo. En contraparte las tribunas Rafafóbicas auguran que las expresiones de algunos agentes políticos son el Waterloo, el principio del fin del morenovallismo; que las fuerzas azules de todo el país le negaran el acceso a la tan anhelada candidatura presidencial.

Sin duda el proceso legislativo se convierte en uno de los pasivos políticos de Moreno Valle. Fue un desplante innecesario, fuera de tiempo. El error de los asesores del gobernador fue proponer un golpe de tajo en contra de Rivera Pérez.

Evidentemente existen pruebas de excesos en una de las administraciones municipales más grises que ha visto Puebla. Pero para propinar un revés legislativo, los asesores de Moreno Valle debieron preparar el camino, construir las condiciones, trazar la ruta, colocar los canales del desgaste.

En la esfera nacional el ejemplo emblemático es Guillermo Padrés Elías. El todavía gobernador sonorense fue sometido a un fuerte embate mediático durante meses y meses. Sólidas y firmes pruebas sobre su funesta gestión fueron presentadas en medios de comunicación nacionales. El desgaste al que fue sometido fue implacable. Luego cuando llegó el proceso jurídico ya todo estaba preparado. Ante la opinión pública Padrés ya estaba condenado. 

Este fue el error que tuvieron los asesores del gobernador Moreno Valle; nunca se preparó una campaña previa sobre la persona y la gestión de Eduardo Rivera Pérez y cuando de golpe se suelta la sanción legislativa, sólo lo convierte en víctima.

Pero aquí vale la pena preguntar ¿Hasta dónde llega el efecto Lalo Rivera?

El efecto Lalo debe evaluarse desde dos perspectivas: una local y otra nacional. En la esfera local, sin duda debe destacarse la carta suscrita por las principales universidades de Puebla que muestran una abierta y franca solidaridad con Rivera.

Pero a partir de esa misiva ¿Quién más? ¿Dónde están las asociaciones vecinales, los presidentes de colonias populares y unidades habitacionales? ¿Dónde están los ex presidentes de juntas auxiliares? ¿Qué pasó con los dirigentes del sector privado, organismos camarales y sindicatos patronales?

Ni un solo grupo social o ciudadano se expresó a favor de Rivera, demostrando con esto su fragilidad, su debilidad en el verdadero terreno de la política: las calles.

Por supuesto, nadie puede dar por muerto al Yunque poblano, es evidente que aún camina, todavía se mueve, ronda en las calles del Centro Histórico, pero lo hace en calidad de un zombie que ya a nadie espanta.

En la esfera nacional sólo el portal de la revista Proceso destacó la solidaridad de Margarita Zavala con Rivera y ningún otro medio nacional retomó un conflicto estrictamente local y doméstico.

Las expresiones de Margarita Zavala, Josefina Vázquez Mota, Gustavo Madero y Ricardo Anaya inciden en sus respetivas burbujas, en el círculo negro de la nomemklatura albiazul. Pero de ninguna manera llegan a la base militante, a las tropas de los miembros activos y adherentes, a los presidentes de comités municipales y estatales.

No importan los tuits que Margarita publique; Eduardo Rivera Pérez es un gris político local y un ente inexistente en el ámbito nacional. Su nombre nada les dice a los panistas de Tamaulipas o Quintana Roo.

El conflicto con Rivera nada representa. Ni remotamente es comparable con Chalchihuapan, nada semejante a Facundo. Esas fueron verdaderas crisis.

Sin duda el efecto Lalo golpea a Moreno Valle; pero es un golpe como el de los carritos chocones que hay en todas las ferias. Ni más, ni menos.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.