Thursday, 28 de March de 2024

Miércoles, 22 Junio 2016 03:10

El complot de Ricardo Anaya contra Moreno Valle




Written by  Arturo Rueda

Si la alianza PAN-PRD fracasó fue porque Ricardo Anaya nunca quiso condicionar a Agustín Basave a cambio de algunos de los estados prioritarios para el Sol Azteca. Por el contrario, dejó que el líder nacional perredista se saliera con la suya en Tlaxcala, un juego de tres bandas en el que también quedaban bien los Calderón por su apoyo a Adriana Dávila. La historia la conocen perfectamente los actores. El pleito entre Anaya y Moreno Valle fue brutal, al grado de que el líder nacional panista fue vetado de la campaña de Puebla.


Los odiadores profesionales de Moreno Valle festinan cada que aparece una encuesta de presidenciables y él aparece en los últimos lugares.

 

No le alcanza, no tiene los tamaños, no tiene ninguna oportunidad en la interna panista gritan con júbilo.

 

Ese grito es la única pequeña venganza que queda a su alcance. Su forma de lamerse las heridas que les ha infringido en 2010, 2013 y ahora, otra vez, en 2016. Les ha ganado de todas, todas.

 

Es cierto que Moreno Valle parte con desventaja en la interna panista. No es un pecado, pues se ha dedicado a ser gobernador, no a alimentar una obsesión presidencial. De hecho, su aspiración real apenas comienza con la victoria de Gali, ya que tiene la certeza de no recibir sobresaltos en el séptimo año del sexenio, siempre el más complicado.

 

La señora de Calderón disfruta del aparato mediático que su esposo apoyó en el sexenio 2006-2012, así como las relaciones con poderes fácticos. Se trata, de hecho, de la reelección disfrazada de Felipe.

 

Ricardo Anaya, aunque menor en edad y en cargos, es el más mañoso y se sirve de los spots institucionales de Acción Nacional, lo que ya es motivo de debate al interior del partido. Se promociona en lo personal con los instrumentos de la organización. Puede hacer política en todo el país, no tiene limitaciones burocráticas ni responsabilidad ante los ciudadanos. Se la puede pasar grillando.

 

Moreno Valle, en cambio, tiene las limitaciones del artículo 134 para promover su imagen. Tiene horarios que cumplir, responsabilidades ante 6 millones de poblanos, y solamente puede usar sus fines de semana para recorrer el país. Necesita de los medios de comunicación para ganar espacios, y eso dependerá de las cosas impactantes o interesantes que declare. Ayer dio una entrevista interesante a El Universal y apenas ganó la nota secundaria de portada. No es fácil posicionarse a nivel nacional.

 

Los odiadores profesionales del gobernador poblano, por ejemplo, aplaudieron rabiosamente la encuesta publicada ayer por Reforma, un traje a la medida en la que el “Chico Maravilla” rebasa a la Señora de Calderón y Moreno Valle se queda en el tercer lugar.

 

Los Rafafóbicos sin embargo, pasan por alto que Moreno Valle logró sobrevivir al complot preparado desde el CEN albiazul para liquidarlo políticamente. En efecto: así como a Osorio Chong tenía el interés de descarrilar a Beltrones, al Chico Maravilla le interesaba que el PRI ganara Puebla.

 

Ahora nadie quiere acordarse, pero si la alianza PAN-PRD fracasó fue porque Ricardo Anaya nunca quiso condicionar a Agustín Basave a cambio de algunos de los estados prioritarios para el Sol Azteca. Por el contrario, dejó que el líder nacional perredista se saliera con la suya en Tlaxcala, un juego de tres bandas en el que también quedaban bien los Calderón por su apoyo a Adriana Dávila.

 

La historia la conocen perfectamente los actores. El pleito entre Anaya y Moreno Valle fue brutal, al grado que el líder nacional panista fue vetado de la campaña de Puebla. “Vamos a ganar o a perder”, le dijo el gobernador poblano, “pero no te vas a llevar nada de aquí”.

 

Anaya traicionó a Moreno Valle, como antes lo había hecho con Gustavo Madero. Ya habíamos comentado en este espacio la tendencia parricida del queretano, quien primero despachó a su mentor al negarle la coordinación en San Lázaro, y ahora pretendía deshacerse del poblano provocando la derrota de Gali.

 

Pero el presidente del CEN panista no lo logró. A diferencia de Madero, Moreno Valle logró eludir la trampa de quien un día lamió el suelo que pisaba. Ahora las condiciones son diferentes, porque al final Acción Nacional se sumergirá en una contienda interna. ¿Y quiénes tienen el dominio del padrón?

 

Esa es la explicación al hecho de que Ricardo Anaya no estuvo presente ni en la apertura ni en el cierre de campaña, y luego se apareció furtivamente en un evento de Huixcolotla.

 

Ya el 5 de junio, Moreno Valle ganó con la victoria de Gali, pero también Anaya ganó con las victorias en otras seis entidades. El queretano se llevó la mejor tajada en un escenario que nunca imaginó tan positivo.

 

Perdieron los Calderón, empecinados en que Adriana Dávila fuera sola en Tlaxcala, aunque en Quintana Roo les fue bien al apoyar al ex priista Carlos Joaquín.

 

La batalla por la candidatura presidencial del PAN apenas empieza. Anaya acabó fácilmente con uno de sus patrocinadores, Gustavo Madero, pero Moreno Valle es un hueso más duro de roer.

 

Los odiadores del gobernador poblano, como en 2010, 2013 y 2016, pueden volver a equivocarse.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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